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2 de noviembre de 2016

Contraataque: la táctica que los dirigentes pretenden aplicar contra una AFA hostil

  •   Por El Despertador
           

Referentes de los clubes de Primera piensan que deben dar una respuesta contundente ante las denuncias del jueves

En el complicado tablero del fútbol argentino, el Gobierno movió primero.. Ahora, los clubes preparan el contraataque. «El fútbol tiene que dar una respuesta contundente», piensa en voz alta uno de los cinco dirigentes más influyentes del país. La agenda marca una reunión para mañana a las 17 en Ezeiza en la que podría aprobarse alguna medida drástica.

Foto: LA NACION

El contragolpe tiene más de una cara. Desde un paro por tiempo indeterminado hasta una mesa de diálogo para negociar con el Gobierno. La preocupación es contagiosa, y no escapa ni siquiera a los alfiles macristas en el fútbol, como Daniel Angelici. Hasta hace unos días, el empresario binguero que preside Boca era el enemigo público número uno del resto de los clubes. La conferencia de prensa de la AFIP y la sensación de que a cada hora se aislaba más lo hicieron cambiar de opinión. Cerró filas con Rodolfo D’Onofrio, el presidente de River, su rival de toda la vida. La primera certeza de que algo había que hacer llegó el viernes por la tarde, cuando seis equipos (River, Boca, Independiente, Racing, Estudiantes y Huracán) se juntaron en Las Cañitas. La conclusión del cónclave fue ponerse a trabajar. El tiempo pasa y los asuntos pendientes mutan en urgencias, como la aprobación de la Superliga o el futuro de las transmisiones de los partidos. Hoy, ambas cuestiones están empantanadas. De las 53 firmas que se necesitan para la concreción de la Superliga, apenas hay seis. Que pueden ser siete si mañana River se pliega luego de una reunión extraordinaria de comisión directiva.

Si River y Boca, que facturan millones de pesos cada vez que abren sus estadios, están preocupados, la clase media de primera división directamente está enojada. Con el Gobierno, por haber mandado a la AFIP a amenazar («asfixiar» es el verbo más usado por los dirigentes) a los clubes. Y con la AFA, porque en lugar de defenderlos los mandó al frente difundiendo el listado de deudores. Desde hace más de dos décadas, AFA y AFIP son los dos máximos acreedores de los clubes. Pese a los casi $7400 millones que el Poder Ejecutivo lleva invertidos en el Fútbol Para Todos desde 2009, la ecuación no cambió.

Con su ofensiva a dos bandas, el Gobierno consiguió lo que hasta hace poco parecía impensado: que la primera división, tan históricamente ombliguista, se uniera. Es una unión defensiva, pero unión al fin. Sus integrantes no descartan parar el fútbol, pese a que sus dos pesos más pesados (Boca y River) ya hayan dicho en público que el paro no es solución a los problemas de fondo. «Si paramos, vamos a ver qué postura toma el Gobierno. A ellos tampoco les conviene que no haya fútbol», dicen los directivos en privado. El grupo de Whatsapp en el que están todos los presidentes (y algunos vices) de primera estalló de bronca por los anuncios de la AFIP y por cómo los expuso Armando Pérez.

Lejos de la Capital, en San Juan, se reunieron los tres máximos referentes del ascenso:Claudio Tapia, Pablo Toviggino y Daniel Ferreiro. Dicen que ellos tres representan 45 votos en la Asamblea. Mientras el estatuto no se reforme, pueden imponer al presidente de la AFA. Están «jugados y sin fichas», como ellos mismos dicen. No les importan ni Lionel Messi ni el seleccionado, sino sus clubes. No piensan aceptar un nuevo estatuto con el sello de FIFA y Conmebol; no quieren perder la representatividad, la voz y el voto que un tal Julio Grondona supo darles. Primera y ascenso hablan todos los días. «Paren ahora. Nosotros, en unos días, pararemos la reforma del estatuto». Si eso pasa, Argentina será suspendida. No habrá Copa Libertadores ni Sudamericana. Tampoco, mundial de Rusia. La primera sabe que ese escenario no les conviene.

Las sociedades, en alza

El presidente de la Nación, Mauricio Macri, fue vicepresidente 2° de AFA

mientras dirigía los destinos de Boca, pero renunció a continuar desempeñando ese cargo en febrero de 2000. Había entendido que, más allá de la jerarquía que ocupara en la conducción del fútbol argentino, nunca podría torcer la voluntad de Julio Grondona respecto a la posibilidad de introducir en el fútbol argentino la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas.

Siete meses antes, había sufrido una dolorosa derrota política en la entidad.

Ocurrió el 20 de julio de 1999, en la sesión en la que propuso que se mocionara aprobar la aplicación de las sociedades anónimas al ámbito del fútbol, una figura que en algunos casos se había ensayado mientras Carlos Menem fue presidente de la Nación. Grondona estaba en contra de la propuesta y el resultado final de la votación reflejó la relación de fuerzas. Macri votó a favor, pero otros 39 dirigentes se opusieron.

El mandatario sigue creyendo que las sociedades anónimas son la solución a los problemas del fútbol.

A diferencia de lo que sucedió en 2000, ya no está Grondona en la AFA para oponérsele. Ese asiento lo ocupa Armando Pérez. con el beneplácito de Macri. Pérez arribó a la presidencia de Belgrano después de gerenciar al club cordobés; Fernando Marín, el ex gerenciador de Racing, es el principal nexo del presidente con la actividad cotidiana del fútbol. El proyecto de ley de Sociedades Anónimas Deportivas entraría al Congreso durante las próximas sesiones ordinarias.


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