El municipio le abrirá las puertas al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, para verificar las pensiones de las personas que han perdido la pensión.

Esta simple gestión pone en evidencia una posición tan ingenua que parece «urdida para quedar bien con las autoridades nacionales», cuando lo lógico es ponerse al frente del reclamo de los discapacitados. Las pensiones en Lavalle se otorgaron merced a la necesidad de los afectados directamente, y fue el propio municipio el que recibió las solicitudes y después envió las carpetas. Es mentira que las pensiones tuvieran algún componente clientelar, porque habían juntas médicas y procedimientos que tardaban meses en dar la vuelta has ta que se otorgaban. Lo dijo el propio Director de Desarrollo Humano de la comuna Edgardo Gonzalez. Tampoco fue un regalo del gobierno anterior, ni del nacional, ni del municipal. Y si alguno de ellos hizo politiquería, muy mal hecho por cualquiera de los dos. Pero cada pensión otorgada fue un derecho. El municipio lo sabe, porque era él el que lo tramitaba. Fue la propia Asociación Madres con hijos geniales, que dio una posición muy clara. Acota Beatriz Videla, su presidenta en El Despertador del 18 de junio pasado: “me parece injusto, está de más hacer registros para hacer esa quita… si hay un certificado de discapacidad y hay una patología, no hace falta hacer un programa para saber si se lo quitan o no…, y agrega: los déficit económicos no pasan por sacarle $4000 a un discapacitado».

Pactar de esa manera con el «mejor equipo de los últimos cincuenta años» y sus secuaces del «equipo del Ministerio de Desarrollo» para «evaluar», lo único que hace es darle el aval al zorro, para que se adueñe del gallinero y convenza a las gallinas de ser comidas.