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11 de septiembre de 2018

Agua y árboles: malestar en La Pega

  •   Por Juan Burba
           

La semana pasada informábamos sobre la preocupación de vecinos y vecinas de La Pega por una obra de agua que, de manera conjunta, están realizando Aguas Mendocinas (AySAM) y la comuna. Desde hace algunos meses, al volverse a su casa desde la Villa Tulumaya, veían con incertidumbre como avanzaba una obra por el costado de la Ruta 24, de norte a sur. Hace unos días comenzaron con la tala y erradicación de añejos árboles al costado de esa arteria, lo que agudizó la preocupación la población de ese distrito. La obra pretende llevar agua desde La Pega a los distritos de El Chilcal, El Vergel, Las Violetas, hasta Villa Tulumaya y de allí hacia Jocolí Viejo. Para comprender mejor la situación salimos a buscar la palabra de algunos de los protagonistas.

Conversamos con Carina Ábalos, vecina de La Pega, que nos decía: “hace como 5 años que tenemos problemas con el agua, en el verano siempre nos quedamos sin”. Sobre la obra dijo con malestar que “llegó el rumor, pero nunca nos informaron formalmente, de un día para el otro nos cortan la ruta, y veíamos que venían cortando los árboles”. Surgen entonces dos preocupaciones en la comunidad: la deforestación y el agua en cantidad y calidad. Pidieron una reunión con las autoridades para aclarar la situación ya que “cuando vimos la situación empezamos a preguntar, unos te decían una cosa, otros te decían otra”. En la reunión se comenzaron a aclarar los tantos, pero hay cosas que no cerraron: “si nosotros en el verano no tenemos agua, ¿como vamos a poder compartirla con el resto?”. Las autoridades de Aysam explicaron que la falta de presión en algunos sectores tiene que ver con el mal funcionamiento de una válvula, al respecto la vecina reclamó: “el Barrio Cooperativa La Pega es el más perjudicado, y con el verso de la válvula rota vienen hace rato”.

También consultamos a Gerardo Vaquer, Secretario de Gobierno de la Municipalidad y una de las autoridades que dio la cara en la reunión. Con respecto a la tala de los árboles el funcionario explicó: “la mayoría de los arboles habían cumplido su ciclo y algunos, que estaban en buen estado, pero sobre la traza del acueducto, hubo que erradicarlos”, esta operación se realizó con la autorización correspondiente por parte de la Dirección de Recursos Naturales de la provincia. “Antes La Pega se caracterizaba por la arboleda, ¡ahora nos han pelado! ¿cómo volvemos a recuperar nuestro pulmón?” se preguntaba desesperanzada la vecina entrevistada.

Con respecto al motivo de la obra, dijo Vaquer: “dentro de nuestro territorio La Pega y Las Violetas son los lugares con mejor calidad de agua” y es por eso que se decidió que estos distritos abastezcan a otros. Pero Aysam no hizo bien las tareas previas, entre ellas la presentación del Estudio de Impacto Ambiental. Es por eso, que un vecino de La Pega realizó una presentación ante del Secretaría de Ambiente de la provincia y esta semana la obra se paralizó por completo por orden de ese organismo. “La obra está paralizada y nos tiene muy preocupados, porque vamos a tener otro verano muy complicado para muchos habitantes del departamento” expresó intranquilo el funcionario municipal. En cuanto al servicio en el lugar aclaró: “se va a mejorar sustancialmente el servicio en La Pega, está contemplada la alimentación a una cisterna con caudales suficientes, va a mejorar en cantidad y calidad la situación del distrito”. Aunque la explicación no conforma: “nunca se nos resolvió como comunidad el tema del agua y ahora todos se acuerdan porque necesitan del agua de La Pega” se quejó Carina Ábalos.

Pero quizás lo que más enojó a los vecinos y vecinas fueron las formas de comunicar el proyecto: “no fueron claros desde el principio, no hubiéramos desconfiado tanto si ellos lo hubieran hecho como correspondía: mínimamente notificando, avisando, haciendo las cosas más claras”. Consultado al respecto Vaquer fue autocrítico: “tenemos que asumir una responsabilidad, evidentemente faltó más comunicación y fluidez, se informó pero faltó, si la gente no se enteró es porque la gente no estuvo avisada de la mejor manera”.

Por otro lado se corrió el rumor de que la obra, y por lo tanto el agua, es para abastecer a un futuro barrio privado sobre la Ruta 34. “Si es para un barrio privado me parece una barbaridad” dijo la vecina. El Despertador pudo averiguar en el marco de procedimientos legales, Aysam le puede pedir a un privado que ponga dinero, o los materiales, para realizar una obra. La duda que queda, hasta que la obra se concrete, es quiénes y cuántos serán los beneficiados por la misma.

En referencia a la paralización de la obra, Vaquer informó que desde la Municipalidad “presentamos un informe ante la Secretaría de Ambiente, estamos a la espera de la respuesta, rogamos y esperamos que se destrabe pronto, hemos presentado todo lo que está al alcance del municipio, esperamos que la Dirección de Protección Ambiental lo considere suficiente”. En esa propuesta, entre otras cosas, se plantea la reforestación de la zona, cabe también preguntarse si habrá agua disponible para los nuevos árboles que puedan llegar.


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