Hace algunas semanas mujeres de la Unión de Trabajadoras Rurales Sin Tierra (UST) se reunieron con la referente del Área de Salud departamental (dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia) Carina Lacroux, para acercarle algunos reclamos y sugerencias acerca del funcionamiento de los Centros de Salud de diferentes comunidades. Estuvieron representadas las comunidades de Jocolí, Lagunas del Rosario y El Cavadito, donde además de la UST participaron las Comunidades Huarpes.

En diálogo con la 89.1 la funcionaria explicó cómo fueron planteadas algunas de las demandas y cuáles son los encaminamientos al respecto. Con respecto a Jocolí, Lacroux expresó que «se ha hecho una comunidad muy grande, ha crecido mucho y el planteo más fuerte es que son pocos los profesionales y que no alcanzan los turnos, sobre todo para el control de niños sanos». A su vez informó que «desde esta semana comenzó a ir una pediatra que está exclusivamente para control de niño sano».

Pudimos conversar con Daniela Nievas, vecina de ese distrito y mamá de un pequeño que se atiende en la sala, nos decía «antes, para la pediatra se repartían 15 turnos semanales, ahora, a partir de nuestro reclamo, comenzaron a dar 10 por día, es muy notable el cambio, para mejor».

Con respecto al sector de Lagunas del Rosario la situación se divide en dos: el Centro de Salud de Lagunas y la Posta Sanitaria de Los Médanos. En referencia a esta última Lacroux expresaba: «en Los Médanos estamos construyendo el edificio, ya estamos terminando, con fondos del Programa Proteger, que llegaron hace dos semanas», además añadió que «se está trabajando la idea de que un agente sanitario esté de guardia». Y en la Sala de Lagunas aseguró que los arquitectos ya están trabajando en la ampliación edilicia. Esto lo confirmó Olga González, lagunera de San Antonio: «sabemos que anduvo la arquitecta, y seguramente en la reunión del sábado (por ayer) vamos a enterarnos mejor de como viene la mano, la doctora nos habló de más presencia de enfermeras».

La situación en El Cavadito no es diferente, si bien Lacroux explicó en la entrevista radial que está asistiendo una médica clínica y una obstetra pero que el problema en esa comunidad es que «hay un sólo consultorio, que es muy pequeño, porque se trabaja en una parte de la escuela, no hay un edificio propio». Y manifestó que hace poco tiempo se ha ido a vivir una enfermera, que por ahora vive en la casa de la capilla, pero que están por construir una vivienda para ella: «con el Rotary Club se va a construir la casa de la enfermera».

En El Cavadito ocurre algo particular e interesante: además de la UST se involucró en la demanda la Comunidad Huarpe. Ester Pérez, integrante de la comunidad, nos informó que «se planteó la situación en el Consejo de la Comunidad, se llevó a cabo una asamblea y se decidió realizar una donación de terreno para la construcción de la Sala». Con respecto a la casa de la enfermera, Ester planteó que «de la casa de la enfermera, no hemos tenido la novedad todavía» y que «nos han dicho que el jueves viene el arquitecto para ver el tema del lugar de la casa». Además agregó que «falta una reunión con la gente del Área y poder decirles donde es el terreno que va a donar la comunidad» para la construcción del Centro de Salud.

Consultadas las mujeres sobre como se dio la reunión con la funcionaria del Área y sobre el reclamo presentado, las tres coincidían en algo: sus reclamos fueron oídos y la situación cambió a partir de organizarse para hacer demandas. En ese sentido Olga de Lagunas expresó: «estuvieron muy atentos a todo lo que le contamos» y valoró «el habernos organizado y haber presentado la nota y haber hecho la reunión con el Área tuvo su efecto, y ahora se empezaron a ver los primeros cambios» y que además «nos dijeron que estaban dispuestos a volver a recibirnos para cualquier otra necesidad que tengamos». Por su parte Ester de El Cavadito fue contundente: «si no nos hubiéramos presentado con nuestros pedidos, no creo que se hubieron comenzado a hacer cosas, el hecho de haber ido, y no solamente una comunidad, sino varias, nos dieron mucha importancia» y agregó que la Lacroux «estaba bien al tanto de toda la situación y reconoció que nuestro reclamo es necesario». Finalmente Daniela de Jocolí rescató el rol de las mujeres: «somos nosotras las que llevamos adelante la salud de nuestras familias y, una vez más, las que nos organizamos para solucionar la situaciones que se viven día a día en nuestras comunidades, organizarse es fundamental para poder reclamar por nuestros derechos».