La pregunta del millón por estos momentos es ¿qué hará Lavalle luego del cuarto intermedio, para poder seguir negociando una ley de presupuesto.
Ya está claro, lo que piensa el diputado Jorge Lopez, por Cambia Mendoza, en cuanto al endeudamiento, ya que él mismo ha venido manejando la negociación para la aprobación. Sin embargo, lo que no está claro es la postura del peronismo de Lavalle y de su representante, el diputado Edgardo Gonzalez y si será parte del acuerdo con el gobierno o no.

La respuesta a esa pregunta es importante, porque Cambia Mendoza está a sólo dos votos de conseguir el endeudamiento en dólares que pide Suarez, y hay algunas señales inquietantes que sostienen que el peronismo nuevamente se podría partir, en función de los intereses del gobierno provincial.

Pero es cierto, que a más de dos meses de la asunción de Rodolfo Suárez, el gobierno provincial aún no logra hacer aprobar el presupuesto para este año, y la administración mendocina se encuentra virtualmente parada. Esto parece preocupar a los intendentes, quienes de paso, lograrían obras para sus respectivos municipios.

En ese sentido, la apuesta final del oficialismo es “dialogar”, pero mientras tanto, esmerilar y apelar a la división del bloque peronista, por ahora unido, pero claramente identificado entre los sectores kirchneristas y los acercados a los intendentes. Sin embargo, para el radicalismo está siendo costosa esta lógica y en el último día tuvo que subir la apuesta y poner en la propia negociación al mismísimo gobernador, para intentar destrabar lo que por ahora parece un imposible: la excesiva deuda en dólares que pide el oficialismo.

En ese sentido, la propuesta de Suarez es atraer a los intendentes hacia una propuesta de obras en departamentos rurales, que incluiría precisamente a las comunas de Santa Rosa, Lavalle, La Paz y Tunuyán. Parece un buen anzuelo. Fundamentalmente si se tiene en cuenta, que algunas de ellas fueron sumamente castigadas durante la administración de Cornejo.

Cabe mencionar, que el oficialismo ya morigeró sus pretensiones dolarizadoras, (había pedido un endeudamiento de 300 millones de dólares y tuvo que bajar la pauta a 210 millones). Sin embargo, esto sigue siendo excesivo, fundamentalmente si se tiene en cuenta, que el gobierno nacional está atrapado en la locura dolarizadora del gobierno anterior. 210 millones equivalen a 12.000.000.000 doce mil millones de pesos, al cambio oficial, pero con un dólar paralelo tan alto, la presión sobre el tipo de cambio es mayor (y los riesgos de una devaluación se hacen presentes en cualquier contexto, por lo que la deuda de Mendoza que ya es complicada, sería aún peor. Esta es la piedra en el zapato, y parece un problema irresoluto).

Es indudable que el gobernador y Mendoza necesitan una ley de presupuesto en forma urgente, porque ya sabemos lo mal que le fue a Mendoza sin presupuesto, cuando el radicalismo con Cornejo al frente dejó a Pérez sin ley.

Pero está claro que seguir endeudando en dólares a Mendoza es una decisión que no parece ser demasiado inteligente en estos momentos en los que la provincia, ya debe 500 millones de dólares, y es una de las provincias más endeudadas de país.

Habrá que estar atentos a ver qué pasa en la legislatura esta noche y habrá que ver que hará el peronismo lavallino.