El pedido de licencia de este año por parte del intendente Righi al Concejo Deliberante fue por demás extraño y polémico. Por sesión extraordinaria el intendente pidió 79 días de licencia de años anteriores, más 35 días del 2018 y 35 días del 2019. Estos sumaban entonces 149 días.
Para el radicalismo, esto era una locura, puesto que significaba que Righi volvería a ocupar su cargo recién el 9 de julio.
La discusión giró en torno, a que como Righi no se fue tomando los días que le corresponderían por la ley 5811, del empleado público, entonces tenía muchos días acumulados.
Sin embargo, el radicalismo sostuvo que esto significaba una ilegalidad puesto que Righi no es empleado público, sino funcionario público, y sus licencias están en función de la autorización correspondiente del Concejo Deliberante.
Esta última teoría fue la que primó, puesto que una nueva nota volvió a entrar al Concejo con los día reales que Righi necesitaba tomarse que no eran más de 20.
«Creo que a alguno de sus nuevos asesores o directores le hizo meter la pata a Righi» fue la opinión de un concejal radical al respecto.
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