Por Jorge Gisbert

La pandemia de COVID-19 ha causado una enorme cantidad de cambios en la forma en que las personas trabajan, juegan y se comunican. Por ahora, muchos de nosotros nos hemos acostumbrado a la rutina de usar herramientas de comunicación remota o videoconferencia para mantenernos en contacto con nuestros amigos y familiares. En las últimas semanas, también hemos visto una serie de listas y guías con el objetivo de que nos pongamos al día con las herramientas «correctas» para comunicarse en tiempos difíciles, pero en casi todos los casos, estos artículos recomiendan que las personas hagan un compromiso difícil: intercambiando su libertad para comunicarse con las personas que les importan y con las que trabajan.

En momentos como estos, se vuelve aún más importante recordar que las herramientas como Zoom, Houseparty, y Facebook Messenger no son servicios públicos altruistas, y siguen sin abordar los problemas éticos fundamentales, especialmente cuando se trata del uso de nuestros datos personales.

Existen otras herramientas y plataformas de comunicación gratuitas y libres para llevar a cabo reuniones virtuales, bien sean de ocio o trabajo. A pesar que seguimos teniendo algunos prejuicios sobre ellas, creyendo que son complejas y de uso limitado, la mayoría de ellas están disponibles en cualquier entorno, incluso para personas que no tienen mucha experiencia técnica.

Nuestra permanente vinculación con la «nube», que no significa más que «la computadora de otra persona» termina haciéndonos recordar nuestra total dependencia actual de los grandes monstruos que controlan las redes y los servidores mundiales. Durante tiempos peligrosos y estresantes, es tentador dejar de lado nuestros compromisos éticos para obtener formas más fáciles o más convenientes de hacer las cosas, y la confiabilidad de las aplicaciones que usamos estos días no son una excepción.

Algunas Plataformas de Comunicación

JITSI

Si quieres montar una reunión entre 2 o 30 personas esta es tu aplicación. Es interesante porque es bastante segura, no tienes que iniciar sesión ni crearte un usuario y desde la computadora no necesitas descargar ninguna app, funciona directamente desde el navegador. Armás una reunión a partir de un enlace (aquí: meet.jit.si), te inventás un nombre, lo compartís y ya estaría. Se aconseja que el nombre sea algo original o no-común, porque si utilizamos un nombre tipo «asamblea» o «reunión», corremos el riesgo de ocupar un salón ya creado por otras personas anteriormente. Se puede cifrar con contraseña al crear un salón nuevo y permitir o denegar el acceso a él. Además, es software libre.

ZOOM

Si querés armar una macro reunión o asamblea también podés probar con Zoom. Los niveles de seguridad desaparecen y requiere identificación de sus participantes. Los servidores soportan mejor la participación de más personas. Algunos expertos aseguran que en la versión gratuíta pueden participar hasta 100. Por otra parte, tiene un límite de 40 minutos de llamada, una vez pasado ese tiempo, hay que reiniciar, o pasarte a una versión paga.

Las vulneraciones de esta herramienta de videoconferencias son más graves de lo que crees. Si bien Zoom tomó nota de algunas denuncias que dejaban en evidencia que mentían sobre la seguridad de sus servicios y ajustaron algunos parámetros, todavía quedan muchas fallas que resolver. Algunas directamente son propias del modelo de desarrollo de su software. Por ejemplo, el hecho de que para participar es necesario registrarse con un correo electrónico.

PAD

Ideal para tomar notas colaborativas y en directo de nuestros encuentros. Tomar acta de lo hablado, charlado, discutido entre compañer@s, es importante para conectarnos desde la distancia, para evitar la sensación de desarticulación que genera el confinamiento y la comunicación canalizada por pantallas. Una buena herramienta son los pads. Funciona igual que Jitsi, se elige un nombre y se comparte el link en el chat de la plataforma en que se reúne. De esta forma, una persona puede seguir la reunión a tiempo real mediante la lectura, o si alguien llega tarde, puede engancharse desde ahí. También se usa antes de la reunión para volcar y ordenar los puntos que se quieren tratar. Hay varias plataformas que ofrecen pads, como Riseup (pad.riseup.net) Kefir (pad.kefir.red ) o La Ingobernable (pad.ingobernable.net), todas de software libre.

HOUSEPARTY

La aplicación que explotó entre los jovenes para tener fiestas on-line. Hasta que se impuso la cuarentena a nivel global no habia tenido mayor éxito, pero en las últimas semanas se convirtió en la aplicación más descargada. Permite comunicarse por video chat con hasta 8 personas. Está pensada especialmente para jóvenes e incluye funciones de interacción y diversión. Al igual que otras aplicaciones, Houseparty vulnera la privacidad de datos y te solicita la sincronización de dicha aplicación con muchas otras: Spotify, Netflix….. Al ser una ‘app’ con micropagos en su interior muchos usuarios habían sincronizado con la app sus datos bancarios. De hecho, esta última particularidad es lo que permitió que cuando la «crackearon» unos cyber-delincuentes, hace tan solo 1 semana, les permitió fácilmente acceder a las cuentas bancarias de los usuarios y les robaron perfiles en plataformas como Spotify o Netflix.

A veces no podemos exigir usar una herramienta u otra. Si en nuestro trabajo se usa Zoom quizás no estamos en posición de pedir cambios. Pero sí podemos, en cambio, proponer usar plataformas respetuosas con nuestra privacidad en espacios más informales: reuniones con nuestro colectivo, nuestr@s amig@s o familia. Cuanto menos usemos Zoom, mejor. Y si no tenemos otra opción, recordemos no utilizar ninguna otra cosa mientras la tengamos abierta: ni navegar, ni entrar a nuestro correo, ni nada. Esperamos que estas sugerencias lo inspiren a informar a otros sobre la importancia de su libertad, privacidad y seguridad.