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15 de agosto de 2016

Del Potro: «Esta semana es de las mejores cosas que me pasaron»

  •   Por El Despertador
           

Juegos Olímpicos

Cansado, con los ojos llenos de lágrimas, pero más que satisfecho por haber dado todo. Así se lo vio a Juan Martín Del Potro tras la derrota frente al británico Andy Murray aunque, en declaraciones tras recibir su medalla de plata, dijo que el cuerpo «no da más».

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«Dejé hasta la última gota, más de lo que tenía. Ya desde el primer set estaba muy cansado. Ayer tres horas con Nadal, hoy cuatro horas con Murray… Pero bueno, era por esto y no había dolor que me hiciera frenar», contó el tenista argentino.

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Tras lograr la medalla de plata, el argentino habló de su actuación en Río y de su estado físico: «El cuerpo no me da más».

El tandilense Juan Martín Del Potro perdió la final del torneo de tenis de Río 2016 con el escocés Andy Murray, que lo venció por 7-5, 4-6, 6-2 y 7-5, y debió conformarse con la medalla de plata, aunque su rendimiento a lo largo de toda la semana lo hizo ganador con creces del afecto del público.
Las cuatro horas y dos minutos de juego vividas en el Centro Olímpico de Tenis de Barra de Tijuca fueron el corolario de una final que tuvo un justo ganador como Murray y que devolvió la imagen del tandilense de sus mejores épocas.

Porque suplió con un corazón enorme sus falencias físicas y su falta de ritmo de competencia, primero para dejar fuera del certamen al uno del mundo, Novak Djokovic, después para ganarle un partidazo al español Rafael Nadal y finalmente para llevar al límite al escocés, quien se transformó en el primer jugador en ganar dos veces el individual de Juegos Olímpicos y encima consecutivamente.
El tandilense se las vio ayer con un Murray que llegó descansado a la final.
Del Potro basa su juego en un buen servicio y en una tremenda derecha, de las mejores del circuito, pero no pudo imponerlo en el set inicial porque Murray leyó muy bien su saque, neutralizando la primera de sus armas.
El escocés pertenece a una generación de jugadores defensivos-ofensivos que encabeza Novak Djokovic, punto intermedio de la contracara que simbolizaron Roger Federer y Rafael Nadal. Se adaptan al estilo del rival.
Por eso le jugó preferentemente al revés para forzar el error y trató de moverlo hacia los costados y hacia la red, conocedor de los problemas de traslación del argentino.
El primer set no tuvo un dominador claro, ya que ambos cometieron muchos errores no forzados (19 Del Potro y 17 Murray) y hubo cinco quiebres de saque en doce games.
Se lo llevó el escocés en 1 hora y 14 minutos porque cerró mejor un parcial que lo tuvo arriba 3-1 y 4-2, y que el tandilense equilibró con su derecha y con el saque de a ratos. Pero su porcentaje de segundos servicios fue muy bajo.
En el segundo set se vio un Del Potro más suelto. Quebró rápido, jugó más sólido, con menos errores no forzados, y aprovechó esas “lagunas” a las que acostumbra Murray para ponerse arriba 2-0.
Y manteniendo el servicio se llevó el parcial por 6-4 con un derechazo que hizo “estallar” en gritos a los argentinos. Set iguales tras 2 horas y 14 minutos.
El tercer set tuvo una bisagra que fue el sexto game. Dos doble faltas del argentino y un par de malas decisiones le sirvieron el parcial en bandeja a Murray, que quebró dos veces al tandilense para ganarlo 6-2 en apenas 36 minutos.
Del Potro quebró otra vez rápido en el siguiente parcial y encendió la ilusión. Pero su buen compañero de ruta, el servicio, lo abandonó y se sucedieron los quiebres, Murray primero igualó y luego se puso 3-2 arriba.
En ese momento, el tandilense pidió trainer, desnudando que el cansancio ya era otro adversario.
Paradójicamente, “Delpo” sacó fuerzas de donde no las tenía, tomó la delantera, llegó a servir para set, pero el escocés erró poco y además se vio favorecido por un mal fallo de un juez de línea que lo salvó de un quiebre cantado, obligando a repetir un punto que finalmente ganó.
Murray mantuvo su servicio, Del Potro no pudo hacer lo mismo con el suyo y llegó el final. Medalla dorada para el escocés y la plateada y el reconocimiento para la “Torre de Tandil”, que hizo suya una vieja frase de la revista El Gráfico de hace 60 años: Vencedor aún vencido. (Télam).-


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