RT: Su proyecto ‘Luna 7’ tiene como objetivo crear una base rusa en la luna. La descripción del proyecto sugiere que, llevando a cabo este plan, Rusia será capaz de superar a China y a Estados Unidos en la construcción de dicha base. Y ello a pesar del hecho de que estos países ya cuentan con desarrollos específicos para proyectos lunares. ¿Cómo se puede realizar dicha tarea?
Alexánder: El hecho es que ni Estados Unidos ni China planean construir una base lunar en un futuro próximo. El programa estadounidense ‘Constellation’ (Constelación), con el que Estados Unidos planeaba regresar a la Luna, fue cerrado por Obama en 2010.
La agencia espacial estadounidense NASA tiene como objetivo principal la preparación gradual para una misión a Marte, que se llevará a cabo no antes de 2030 o 2040. El programa espacial de Estados Unidos, llamado ‘Camino flexible’ (Flexible Path), implica el desarrollo de las tecnologías necesarias para llegar al planeta rojo (nuevos sistemas de propulsión y de soporte vital, dispositivos de frenado neumático en la atmósfera). Las expediciones a la Luna, propuestas en el programa Constellation, fueron canceladas y en su reemplazo planea un vuelo a un pequeño asteroide, previamente remolcado a la órbita lunar.
Los científicos e ingenieros de China, a su vez, están planeando construir una estación multimodular orbital en los primeros años de la década de 2020 (‘Mundo chino’), así como llevar a cabo varios proyectos ambiciosos para explorar el sistema solar usando sondas robóticas. A juzgar por los planes chinos, la estación debe estar operativa hasta 2030, aproximadamente. Es decir, antes de esa fecha China no comenzará un programa lunar a gran escala, y a lo sumo realizará algunas misiones de sobrevuelo tripuladas, sin entrar en la órbita alrededor de la Luna.
Por lo tanto, la oportunidad de superar a Estados Unidos y a China, así como de llevar a cabo el aterrizaje en la Luna y construir una base lunar para 2025 es real.
Quisiera recordar que Rusia tiene una gran cantidad de desarrollos justamente para bases lunares. El famoso ‘Barmingrad’, la base ‘Zvezda’ (Estrella). Y, en general, para sistemas tripulados, para sistemas de soporte vital. En el ámbito del espacio tripulado, hoy por hoy (antes de 2018 cuando comenzarán los vuelos de ‘Dragon’ en su versión tripulada y otras nuevas naves estadounidenses) Rusia realmente está en el primer lugar. Sin embargo, si no se toman medidas decisivas puede volver fácilmente a quedar en un segundo o tercer lugar (detrás de EE.UU. y China).
RT: Desde un punto de vista estratégico, ¿por qué es importante realizar este proyecto en un futuro próximo?
Alexánder: El caso es que en la Luna no hay muchos sitios adecuados para el despliegue de una base. ¿Qué quiero decir con sitios adecuados? Son los llamados ‘picos de luz eterna’ donde el sol casi nunca se pone, pero no cualquiera de estos sitios, sino aquellos en los que hay áreas planas y cómodas para un aterrizaje. No está de más también proporcionar visibilidad para la conexión a tierra. Es mejor si se encuentra un cráter sombreado cerca, ya que en él se puede encontrar hielo. Lugares que cumplan todas las condiciones hay poco más de una decena. Y los más adecuados son incluso menos que eso.
Citando las palabras del director del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia, Lev Zelionny, «me gustaría pronosticar que a mediados del siglo XXI se desarrollará una competencia por el control de las zonas cercanas a los polos de la Luna, y por la oportunidad de crear una base lunar que se asemejará a la lucha por la plataforma del Ártico, que es ahora una zona de intereses económicos de muchos países».
Pero lo más importante es que un ambicioso proyecto de grandes dimensiones puede llegar a ser una locomotora que saque la industria de la crisis. Y, además, los jóvenes podrán sentirse atraídos con un proyecto como este para que se interesen por las empresas espaciales.
RT: Para transportar los componentes de la estación a la Luna ustedes proponen un método de vuelo directo. ¿Qué hace a este método mejor que, por ejemplo, el método de Kondratyuk? ¿No acarrea riesgos adicionales para la carga y la tripulación?
Alexánder: El esquema de vuelo directo, sin acoplamiento en la órbita de la luna, con todos sus defectos, tiene una serie de ventajas. La nave no espera en órbita el regreso de la expedición por largo tiempo. Esto resuelve el problema de no tener una órbita lunar estable (debido a la influencia de la Tierra, el Sol y los mascones no todas las órbitas lunares son estables). Se usa una plataforma de aterrizaje unificada tanto para el envío de módulos y otros bienes, como para la nave espacial tripulada. Cualquier otro sistema de transporte requiere el desarrollo de nuevos elementos y nuevas naves. Además, no se dan las complejos operaciones de acoplamiento cerca de la Tierra o de la Luna, por lo que no necesita instalar una estación de acoplamiento, u otros sistemas de acoplamiento. Despegar rumbo a la Tierra se puede hacer casi en cualquier momento. Y lo que es más importante, todas las operaciones se llevan a cabo en conjunto con la infraestructura de la base, evitando así la duplicación (construcción simultánea de la estación en órbita y de la base en la superficie).
El esquema que aplica el alunizaje de un aparato pesado en la superficie no es energéticamente óptimo. En la propuesta ‘Luna Siete’ se consideraron las versiones ‘clásicas’ de una expedición con acoplamiento en la órbita de la Luna, pero estas requieren no solo la creación de una nave lunar ligera independiente, sino también un módulo de aterrizaje lunar, y esto complica mucho su concepción.
También consideramos la versión ‘Luna siete V.2.0’, en la cual para los vuelos alrededor de la Luna no se utiliza una nueva nave espacial sino una versión modernizada de la nave espacial Soyuz. En este caso se requiere un cohete con una capacidad de carga de 40 toneladas en órbita baja de la Tierra o un esquema de multidespegue con varios acoplamientos (lo que aumenta el costo del programa y aumenta el plazo antes del primer vuelo).
RT: ¿Hay un futuro comercial para el proyecto ‘Luna 7’? ¿Puede alguien que no sea el Estado, en calidad de cliente, enviar y traer cargas, o utilizar la base?
Alexánder: Sí, hemos considerado la opción de prepararnos con ayuda de medios automáticos de aterrizaje (mini-robots por ejemplo, como los desarrollados en el programa Selenokhod), la colocación de ‘faros’ para aterrizajes precisos, la nivelación del terreno, etc. En esto nos ayudan nuestros socios australianos (una empresa dirigida por un emigrante de la Unión Soviética que pidió no revelar el nombre de la empresa por el momento). Hay algunas novedades muy interesantes en materia de protección de la radiación, lo quepermite que incluso los elementos electrónicos de no muy alta calidad funcionen por mucho tiempo en la Luna. Para llevar a cabo tal proyecto no se necesitan miles de millones de dólares, y bien puede ser privado. Se necesitan son los clientes para este tipo de servicios.
RT: ‘Luna 7’ está creando su propio departamento de diseño. ¿Ya tienen al equipo que trabajará en este departamento? ¿De qué países serán los científicos que trabajarán en él?
Alexánder: Con el dinero de los inversores estamos creando un departamento de diseño para desarrollar cohetes ultraligeros (proyecto Taimyr). Tenemos planeado que el 80% del tiempo el departamento desarrollará cohetes comerciales, y el 20% proyectos como ‘Luna 7’.
En el Programa Espacial Federal (PEF) 2016-2025 que fue publicado a finales de 2014 se incluyeron licitaciones para el desarrollo de infraestructura lunar. Nosotros podríamos participar en ellos, y si ganamos, conseguir de parte del Estado el dinero para nuestro trabajo.
RT: ¿El proyecto «Luna 7» puede convertirse en un programa del Gobierno?
Alexánder: Sí, estamos considerando esa opción. El proyecto fue enviado al Instituto de Estrategia Nacional. Es probable que Dmitri Rogozin lo haya visto. Por supuesto, yo no estoy diciendo que hemos encontrado la mejor opción para el programa lunar. Todavía hay un montón de trabajo, incluso para elegir el concepto más adecuado.
RT: ¿Cuánto tiempo y recursos financieros se requieren para realizar su proyecto?
Alexánder: De acuerdo con estimaciones preliminares, de 8 a 10 años desde el inicio de la financiación, de los cuales 5 años serían directamente para el despegue y el inicio de labores en la Luna. La financiación sería de entre 10.000 y 12.000 millones de dólares. El objetivo es crear la base antes del año 2025.
RT: ¿Cuáles son los beneficios más importantes que Rusia puede obtener de su proyecto para su industria espacial y la capacidad científica en general?
Alexánder: La principal ventaja de este proyecto es, de hecho, la salvación de la industria. La creación de la estación orbital a gran altura, propuesta recientemente, también puede ayudar a la industria «aquí y ahora», pero la convertiría prácticamente en un hospicio donde se sobrevive desde la universidad hasta la jubilación. Para el desarrollo es necesario que haya proyectos ambiciosos totalmente nuevos.
La Luna es la llave hacia el sistema solar. Los recursos lunares, la posibilidad de usar la energía solar que no está debilitada por la atmósfera, el material lunar (incluido en el regolito y el hielo de los cráteres en sombra).
Para la ciencia, la Luna es un excelente laboratorio en el vacío y una plataforma de observación astronómica. Los cráteres con sombra son muy convenientes para almacenar los instrumentos astronómicos que requieren refrigeración (por ejemplo los telescopios infrarrojos), y en el lado opuesto de la luna los radiotelescopios. En la Luna es fácil construir y mantener observatorios, así como es fácil abastecerlos.
Para responder a la pregunta de «¿por qué la Luna?» uno primero debe responder a la pregunta de si «¿viajarán las personas más allá en el espacio?» Si la respuesta es «no», es posible cancelar completamente el programa espacial tripulado, ya que se convertiría en un juguete caro, sin utilidad para propósitos prácticos. Sin embargo, la humanidad encerrada en la Tierra está condenada. Yo no soy partidario de una histeria al estilo «en 100 años se acabarán todos los recursos». Probablemente no dentro de 100, pero sí dentro de mil. Aun así, escribí sobre esto en el artículo en el sitio de Skolkovo.
Si la gente decide que es necesario ir más lejos en el espacio, la meta natural es la Luna:
– Base de recursos (energía, hielo, diversos componentes del regolito)
– Terreno de ensayo para el control de las tecnologías espaciales desarrolladas en la Tierra.
– Polígono de investigación. En los cráteres con sombra se pueden colocar telescopios infrarrojos, y en el reverso de la Luna telescopios de radio, etc. Por cierto, un telescopio montado en la unidad china ‘Chang’e-3’, se encuentra observando objetos espaciales desde la superficie de nuestro satélite natural.
En el libro ‘La Luna: Un paso hacia las tecnologías para conquistar el Sistema Solar’, se plantea construir un puerto espacial en el punto de Lagrange para el montaje final y el reposte (utilizando los recursos lunares) de los complejos interplanetarios.
Sí, es posible que todo esto se necesite dentro de 30 ó 50 años, pero si no ocupamos un lugar cómodo en la Luna (los picos de luz permanente en las regiones polares situadas cerca de los espejos de hielo en los cráteres con sombra), entonces Rusia podría quedarse sin suficiente espacio.
Entiendo que hoy en día se requiere una justificación económica para todo, incluso para la Luna. Y nosotros, en la medida de lo posible, estamos trabajando en ello.
RT: ¿Cree que en la Luna se puede (y se debe) crear asentamientos donde puedan residir permanentemente grandes grupos de personas?
Alexánder: Sí, es una etapa inevitable del avance en el espacio. Hay varias ideas para solucionar el problema de la gravedad reducida. Nuestra base, propuesta en el proyecto ‘Luna 7’ es sólo la «primera carpa» como antesala a la conquista real del satélite natural de la Tierra.
RT: ¿Cree usted que el proyecto ‘Luna 7’ es más importante en estos momentos para Rusia que el programa y las misiones de exploración de Marte, como Marte 500?
Alexánder: Marte 500 es un pequeño experimento biomédico, que repite muchos desarrollos soviéticos de los años 60 y 70. Fue interesante principalmente para los socios europeos y fue crucial para la financiación (supervivencia) del Instituto de Problemas Biomédicos de la Academia Rusa de Ciencias. El desarrollo real de una misión a Marte no se está llevando a cabo. En el PEF 2016-2025 quedó estipulado que el objetivo de Rusia es la Luna (debido a la crisis, el PEF sin duda será revisado).
El plan más realista y concienzudo de una misión a Marte fue redactado en los años 60 por el departamento de diseño de Koroliov. Después no ha habido un avance significativo.
En cualquier caso, basándose en los recursos lunares y en la experiencia lunar, llegar a Marte será más fácil. Sin los recursos de la Luna, la expedición a Marte se convertirá en una «clavada de bandera» de una sola vez.
Fuente: www.actualidad.rt.com.
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