Cuando las inauguraciones no inauguran nada
El jueves 6 de marzo me dirijo al hospital Sícoli con el objeto de corroborar un dato. Alguien me había comentado, que la «famosa» sala para embarazos pre-término para mujeres del secano lavallino, inaugurado hace más de un año, por el entonces ministro de Salud, Matías Roby era un ¡blef!, una sala común y corriente, que constaba de 3 camas no muy nuevas, 2 macetas viejas y un televisor desvencijado. Y que cuando se había terminado de sacar la foto para publicar, entre otros medios, en El Despertador, las camas apenas quedaron, las macetas se cambiaron de habitación y el televisor que apenas andaba, desapareció.
Conclusión: el hospital Sícoli cuenta con 8 salas para neonatología, sólo 3 están acondicionadas. Una de ellas es para las embarazadas del secano, pero en definitiva puede ser cualquiera. Un sinsentido de las inauguraciones que tanto desvelan a veces a algunos funcionarios.
Como para reflexionar.
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