Mariano tiene 11 años cursa séptimo grado en la escuela Carlos Chagas, aunque circunstancial mente lo está haciendo en la Galo. Viene con Yuli, que lo acompaña para todos lados y espera a que su papá Carlos llegue de hacer unas invitaciones.
Cuenta que canta folclore norteño, desde los 6 años y que desde hacía tiempo en su casa se escuchaban las canciones de su ídolo: Dalmiro Cuellar.
Así, cuenta, que una vez estando Julián Gallardo en su casa, y mientras él escuchaba un CD, le preguntó quién era y Mariano le contó. Al tiempo ya estaba invitado Dalmiro Cuellar para participar del Festival del Cosechador.
«Al año volvió y yo canté con él, -afirmó Mariano-, y cuando nos bajamos me invitó a cantar por sus pagos.
Terminé yendo tres veces, en Pocitos cruzamos la frontera para ir a Villa Montes.. Y después terminé yendo dos veces al Festival “Chaco sin frontera”
Nos cuenta, que está muy contento porque va a participar en el Carrousel de la vendimia (la entrevista fue hecha antes), y que en el Festival del Cosechador, cuando lo acompañe el Pablito Luján, el Pancho Perez y el Facundo Guerrero pasará a cantar con quien será su padrino artístico: Dalmiro Cuellar.
Mariano también toca y al parecer tiene un oído envidiable. Toca la guitarra y también el charanguito, aunque admite que como todo niño, también le gusta jugar a la pelota, y dice que cuando sea más grande va a ser jugador o arquero de Los Pichones.
El Viernes estuvo de invitado de Los Ariscos y allí se lució, esperando repetir la misma noche dentro de unos día en el Festival del Cosechador.
Un festival que lo está viendo crecer y que lo ha cobijado como su niño prodigio, tan prodigio como su banda de cabecera:
Pink Floyd.