En algún momento el deporte se convirtió en un negocio y los deportistas en empleados, que en vez de traje y corbata visten pantalones cortos y botines, pero que tienen el mismo objetivo: lucrar. Hoy los hinchas son vistos como clientes y los deportistas como vendedores, que imponen modas y tendencias. Los deportistas se volvieron trabajadores y convirtieron al juego en un una profesión. El engaño se volvió común, la viveza se confundió con la trampa y la actitud con la agresividad. En algún momento las individualidades se volvieron más importantes que el equipo y los deportistas empezaron a estar más pendiente de las cámaras que de sus compañeros.

El éxodo de los deportistas jóvenes a las ligas europeas, o a cualquier liga que pague mejor que la local, es uno de los principales flagelos del deporte argentino. Incluso, quienes se quedan a competir en el país suelen cambiar de club y de equipo tan rápido que cuesta seguirles el rastro. En 15 años de carrera visten ocho, nueve o hasta diez camisetas distintas, y a veces más.

Pero toda regla tiene su excepción, algunos pocos deportistas se quedan años defendiendo los mismos colores y esos son los que se vuelven ídolos, los que en forma de fotos y afiches adornan las paredes de los cuartos de los más chicos y que semana tras semana emocionan a los más grandes.

El deporte profesional necesita volver a pregonar los valores del #EspírituAmateur. Hay que buscar los lujos dentro de la cancha y no fuera de ella. No hay partido que no pueda darse vuelta, todavía estamos a tiempo de recuperar aquellos valores del deporte amateur.

Recuperemos los valores genuinos del deporte, esos que se pregonan todavía en los potreros y en los barrios. Recuperemos la idea de que lo importante no es ganar como sea, sino ganar jugando y disfrutando. Recordemos que los números más importantes para un deportista no tienen que ser los de su cuenta bancaria, sino los del marcador. El cambio depende de una voluntad colectiva, del trabajo en equipo. Ayúdanos. Contagiá el #EspírituAmateur. Usa el hashtag #EspírituAmateur y contanos qué valores del deporte creés hay que defender y pregonar.