María Assof no sabe quién es, ni dónde vive, ni cómo encontró su identidad la joven que, desde ayer, sabe de la existencia de su familia biológica. «Solo sé que ella me buscó», contó en Vorterix. 

Por: InfoNews

A pesar de que ayer se confirmó la restitución de la nieta número 117 encontrada por Abuelas de Plaza de Mayo, María Assof todavía no tuvo contacto con la joven que, desde ayer, sabe que sus padres biológicos fueron los estudiantes mendocinos Walter Domínguez y Gladys Castro.

«No tuve ningún contacto con ella, no se ni donde vive ni quien es ni como encontró su identidad», contó María en diálogo con el programa Guetap de radio Vorterix, y celebró: «Sé que ella me buscó». La nueva nieta recuperada fue contactada en febrero por el equipo de acercamientos de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi). Al principio pidió tiempo, pero finalmente en julio se realizó el análisis de ADN, cuyo resultado se conoció el 27 de agosto último.

«Los padres de mi nieta estaban estudiando y eran militantes del Partido Comunista Marxista-Leninista. Los secuestraron de su casa, era una casa humilde, cerca de la mía. Nunca tuve el menor dato de mi nieta», sostuvo, y agregó: «Los buscamos desde el primer dia, yo no sabía que era un habeas corpus». Gladys estaba embarazada de 6 meses cuando la secuestraron junto a Walter, el 9 de diciembre de 1977. Su hija nació en marzo de 1978.

Consultada sobre el eventual parecido físico, la abuela respondió que imagina «que se parecerá al padre o a la madre» pero todavía falta esperar un poco para el encuentro, en el que también conocerá a su otra abuela, Angelina Catterino. «Ahora tenemos que tener paciencia».