De los 29 equipos confirmados en Primera, hay diez que no tendrán al mismo entrenador; seis se mantienen en duda y trece siguen; caso por caso, cómo se mueve el tablero aún con partidos por jugarse.
La mayoría de los directores técnicos de los equipos de primera están en el aire: ya se sabe que diez no empezarán en 2016, que seis están en duda y que menos de la mitad, trece, mantienen sus lugares. Falta un equipo: Santamarina (Tandil) o Patronato (Paraná), que definirán el último ascenso en el Reducido de la B Nacional. La situación de inestabilidad hace que, por ahora, el único mercado de pases que se mueve en el fútbol argentino sea el de los entrenadores.
Ni Boca, campeón en el torneo local y en la Copa Argentina, tiene certezas sobre el futuro deRodolfo Arruabarrena. Todo dependerá de las elecciones. El DT ya dijo que no seguirá si Daniel Angelici no es reelegido como presidente. Los candidatos opositores tienen un favorito: Guillermo Barros Schelotto, que, al parecer, se irá de Lanús luego de tres años y medio. Aunque el Mellizo también es pretendido por Racing (igual que Facundo Sava, de Quilmes) y por algunos clubes del exterior, como Cerro Porteño (Paraguay) y Liga de Quito (Ecuador). Después de las urnas, el 6 de diciembre, se verá. En cierto modo, los socios elegirán con su voto también a un entrenador.
Gustavo Alfaro fue el último que anunció el alejamiento: anteanoche se reunió con los dirigentes de Tigre y les confirmó que no renovará el contrato, pese a la aceptable campaña. Edgardo Bauza,Miguel Ángel Russo y Diego Cocca se anticiparon a todos y sorprendieron con los alejamientos un par de fechas antes del final del campeonato. San Lorenzo y Vélez se movieron rápido: Pablo Guede entró por Bauza y Christian Bassedas por Russo. Racing dejará todo en su lugar hasta el final de la Liguilla pre-Libertadores, ante Independiente, la despedida de Cocca. Recién después de la competencia designará el sucesor.
Ricardo Caruso Lombardi también dijo que no seguirá en Arsenal, y ayer se puso de acuerdo con los dirigentes para la rescisión del contrato. Según piensa Caruso, en parte, la mayoría de los finales en los vínculos con los entrenadores se deben a que los equipos se sienten seguros ante el próximo torneo de transición, donde habrá un solo descenso. Y, ahora, lo que buscan es achicar contratos, bajar costos en los cuerpos técnicos.
Otro ciclo relativamente largo podría terminarse si, como indican las versiones,Pedro Troglio se va de Gimnasia, que aún lucha por clasificarse a la Copa Sudamericana. En uno de los últimos contactos con la prensa, el DT se refirió al desgaste después de cuatro años. «La continuidad depende del día a día», dijo Troglio, que tuvo cortocircuitos con los dirigentes. «Tal vez mañana nos clasificamos a la Sudamericana y, todos felices, decidimos seguir», concluyó. Algo parecido le pasa a Madelón, en Unión.
El caso más curioso fue el de Claudio Vivas,que se hizo cargo de Banfield tras la partida de Matías Almeyda. El equipo se estabilizó, consiguió muy buenos resultados y los dirigentes le propusieron a Vivas que siguiera, al menos, hasta mediados del año próximo. ¿Hubo un problema? El técnico no quería saber nada con la primera y deseaba volver a su puesto con los juveniles. Todo indica que los dirigentes lograron convencerlo en las últimas horas y que continuará con los mayores.
La mayoría de los que sigue tienen un buen consenso entre los dirigentes y los hinchas, como Marcelo Gallardo, en River;Eduardo Coudet, en Rosario Central, o Ricardo Zielinski, en Belgrano. En este rubro, el que más incómodo parece es Lucas Bernardi.Newell’s perdió partidos decisivos, los dos clásicos y, además, no consiguió clasificarse para los torneos internacionales. El entrenador sabe del descontento: «Asumo la responsabilidad que tengo que asumir, pero el año que viene será distinto; será otra cosa».
Los técnicos están expuestos a los constantes vaivenes. Por ejemplo, de los 30 equipos que jugaron el último campeonato, sólo la mitad mantuvo al DT de principio a fin: Aldosivi (Quiroz), Argentinos (Gorosito), Belgrano (Zielinski), Boca (Arruabarrena), Gimnasia (Troglio), Lanús (Barros Schelotto), Racing (Cocca), River (Gallardo), Rosario Central (Coudet), San Lorenzo (Bauza), San Martín, de San Juan (Mayor), Sarmiento (Lippi), Temperley (Rezza), Unión (Madelón) y Vélez (Russo).
La primera parte del año será de transición, con un torneo corto, y muchos de los clubes todavía no definieron qué hacer. Los planes son confusos, los números no cierran y las urgencias deportivas pesan. Los entrenadores están en el medio. Unos van. Otros vienen. Y varios no saben qué será de ellos.
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