Finalmente, el año 2017, no parece ser el año de las obras en el departamento, o por lo menos, es lo que parece con los números en la mano. Y es que luego de ser licitada y adjudicada la ruta 40, se volvió a fojas 0 para comenzar el 2016, con un nuevo proyecto, que finalmente no entró en el presupuesto 2017.

En ese sentido, sólo 19 millones de pesos de los 18.000 millones que costaba la doble vía, son los que destinará el ejecutivo nacional. Ese dinero sólo alcanza para la terminación del proyecto de la doble vía.

Cabe mencionar, que no sólo Lavalle es un corolario de penas por la falta de obras. La oposición ya había denunciado que el gobierno nacional desvía fondos de las provincias para megaobras en la Ciudad de Buenos Aires, algunas de ellas «inviables».

Intereses y «necesidades»

La megaestación de la discordia

El Ejecutivo quiere destinar $ 12.300 millones para una estación central debajo de la 9 de Julio (que se llamará RER), y $45 mil millones para el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento; obra criticada por todos los especialistas; $ 3 mil millones para una megaestación en Plaza Constitución; y $ 1.100 millones para bicisendas y ciclovías. En el anteproyecto, el ministro Dietrich dijo que «hoy los trenes llegan hasta las terminales de Retiro, Once y Constitución, y sus líneas están desconectadas. RER enlazará los ferrocarriles».
Cabe destacar, que la mayoría de estas obras están bajo la égida de la misma compañía: IECSA.

La oposición y algunas empresas constructoras plantean que el proyecto es «inviable» e «innecesario». El Gobierno dice que reducirá los tiempos de viaje en transporte público.

Desvían $4000 mil millones del plan Belgrano para CABA

El plan Belgrano fue anunciado con bombos y platillos apenas asumió el nuevo gobierno nacional, y tenía como objetivo, «reparar la deuda histórica con las provincias del NOE y del NEA». Sin embargo, hasta el momento, el Plan no ha movido un solo peso, y la oposición ha denunciado el desvío de esos fondos por un monto de $4000 millones de pesos para obras de infraestructura de la Ciudad de Buenos Aires (CABA).

En ese contexto, sumado a los nuevos pedidos del FMI, de bajar el déficit fiscal y reducir la emisión monetaria, sumados a la falta de inversiones en dólares, hacen difícil prever un escenario diferente.