¿Es posible atravesar un momento de dificultad económica o mala racha y explorar diversas posibilidades sin caer en la desesperación?
Vivimos en una sociedad presa del consumismo y el materialismo. Nos hemos vuelto esclavos de lo que tenemos, a tal punto que atamos nuestra existencia a las cosas. Es por ello que cuando algo nos falta, sentimos que dejamos de existir.
¿Alguna vez se preguntó si sería capaz de vivir con la mitad de las cosas materiales que posee? Seguramente que sí. Y llegó a creer que esto no sería demasiado complicado. Sin embargo, le propongo un ejercicio: piense por un instante cómo sería su vida si no tuviera ninguna comodidad en su vivienda, si tuviera una sola muda de ropa; si tuviera que cultivar, pescar, cazar sus alimentos… Piense cómo viviría sin ningún aparato tecnológico a su disposición. ¿Difícil no? Casi impensable en la actualidad.
Los hombres siempre queremos tener más. Y cuando alcanzamos algo más, deseamos más aún. Somos inconscientes de que tan presos y dependiente podemos ser de las cosas que poseemos.
¿Usted piensa que es libre?, yo también pienso que lo soy. Nadie imagina que se vuelve preso de su auto por ir al almacén del barrio en él. Cómo pensar que somos presos del teléfono celular por chequear los mensajes y redes sociales cada cinco minutos.
Los problemas más graves que tiene la humanidad no son económicos, financieros o políticos, el problema más grave radica en que estamos dejando de lado nuestros valores, nuestra esencia. Creemos poder comprar la felicidad. Y depositamos nuestras esperanzas de realización personal en las cosas materiales. Nuestra felicidad depende pura y exclusivamente de lo que poseemos.
Existen personas que de tanto tener dinero, se han convertido en seres realmente pobres.
Es por esto que dialogamos con el psicólogo lavallino Leandro Spigarolo, para consultarle si es posible subir el ánimo ante una crisis económica y conocer también, si realmente la persona atraviesa por una crisis económica o espiritual.
El profesional nos comentó que existen dos condiciones fundamentales en que la crisis puede afectar a la salud mental. Un de ellas es el clima de incertidumbre, preocupación y pesimismo generalizados que se percibe en los diarios, en la televisión, en las redes sociales o en «la calle» misma. La otra condición que se da es a través de las consecuencias directas de una crisis: el desempleo y las pérdidas de poder adquisitivo que generan una sensación de inestabilidad que se convierten en factores estresantes que pueden desencadenar patologías concretas como son los trastornos por ansiedad (ataques de pánicos), los trastornos de sueño, y los trastornos depresivos e incluso en casos extremos pueden precipitarse cuadros más graves, o incluso ser un factor determinante para un comportamiento suicida.
Ante esto usted se preguntará: ¿qué hacer? ¿cómo salir de ese estado por el cual estoy atravesando? Spigarolo, amplió: para promover el bienestar psicológico en estas circunstancias la palabra clave aquí es ‘resiliencia’ entendida como la capacidad de una persona para hacer frente a las situaciones difíciles y sobreponerse a ellas.
Ahora bien, ¿cómo potenciamos nuestras conductas resilientes para aumentar la capacidad de sobreponernos a las circunstancias difíciles?
Aquí unas recomendaciones útiles y prácticas que nos brindó Leandro:
. Creer de manera positiva en sus habilidades: esto ayuda a trabajar con la autoestima, que está comprobado que juega un papel muy importante en afrontar el estrés y recuperarse de acontecimientos difíciles. Para esto es necesario recordar habitualmente sobre cuáles son las fortalezas y los logros obtenidos.
. Desarrollar una amplia y sólida red social: El tener personas capaces de dar afecto y soporte alrededor de uno, actúa como un factor de protección en tiempos de crisis. Es importante el tener personas en las que uno pueda confiar. Simplemente hablando sobre una situación complicada con alguien a quien estimemos y nos tenga estima no hace que el problema se vaya, pero el compartir estos sentimientos, obtener ayuda, recibir feedback positivo y encontrar posibles soluciones conjuntamente, es de mucho valor.
. Decir sí al cambio: Ser flexible es una parte muy importante de la resiliencia. Aprendiendo como ser más adaptables; la gente resiliente frecuentemente utiliza estos acontecimientos como oportunidades de moverse en direcciones diferentes.
. Cuidarse, nutrirse y acompañarse: Cuando estamos estresados es fácil que no nos cuidemos tanto y dejemos de lado nuestras propias necesidades, haciendo menos ejercicio y no durmiendo lo necesario; Centrándote en seguir desarrollando el autocuidado es importante, especialmente cuando ha pasado algo negativo. Por ello es necesario organizar y encontrar el tiempo para hacer actividades que te gusten. Cuidando de tus propias necesidades, puedes darte un empujón para mejorar tu salud en general y tu resiliencia.
. Dar pasos para solucionar el problema: El hecho de esperar a que pase la dificultad suele alargar las crisis. En vez de eso, comienza a trabajar en resolver ese asunto de manera inmediata. Puede ser que no haya una solución fácil o pronta, pero siempre hay alternativas posibles para hacer esa coyuntura mejor y más sobrellevable.
Y para finalizar y a modo de conclusión, agregó: «en definitiva la clave está en centrarse en los progresos que hayas logrado y planificar los pasos siguientes, más que desesperanzarse. Por último es muy importante que ante la sensación de malestar o incapacidad de disfrutar de las cosas cotidianas se consulte con un psicólogo y/o médico».
Le proponemos un último ejercicio, tal vez lo/a ayude: cierre los ojos por un instante. Piense en algo que tiene (que no sea material) y sin lo cual no podría vivir… Ya lo visualizó? Bien, ahora aférrese a eso y no lo suelte. Al fin y al cabo, todos tenemos algo/alguien por quien comenzar de nuevo cada día.
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