Si hay algo que nos muestra la pandemia mundial es que mientras no haya remedio o vacuna, no debemos bajar la guardia. Y para muestra la crónica del diario Los Andes de lo que le pasó a uno de los 9 fallecidos de Mendoza es elocuente.

Lo que le sucedió a Nelson Lucentini de 59 años, sin problemas de ningún tipo, aficionado al deporte, quien había regresado de un crucero el 21 de marzo pasado.

Según reporta la crónica, el 21 de marzo, Lucentini junto a su esposa habían regresado de un crucero y el último lugar en visitar había sido República Dominicana. Lugar en el que quedaban muy pocas personas.

Cuatro días después, el 25 de marzo, Lucentini empezó a tener síntomas y según los familiares comenzó a pedir asistencia telefónica que no le fue respondida. Recién el 28 de marzo, 3 días después le dieron entrada en el hospital El Carmen.

En el momento en que ingresó al nosocomio de Godoy Cruz el caso fue tratado como el de un paciente con Covid-19, debido a que “tenía la sintomatología de un caso típico”, precisaron desde la entidad.

El 30 de marzo, Lucentini fue ingresado a terapia intensiva, lugar en el que permaneció hasta su deceso.

Fuentes del hospital reconocieron que “siempre estuvo en estado de gravedad”, a pesar de que en los últimos días “respondió con una leve mejoría frente al tratamiento”. No obstante, el miércoles en la noche sufrió un accidente cerebrovascular hemorrágico que derivó en el fallecimiento el 23 de abril.

Varios días sin nuevos casos

Por otra parte, es de destacar que en Mendoza, por cuarta jornada consecutiva, no hubo nuevos diagnosticados, por lo que casos confirmados siguen siendo 70, de los cuales 17 han sido dados de alta y 9 han fallecido.