«La situación en la provincia es muy delicada, por lo que mañana vamos a pedir la prórroga como está hasta el día 18 de agosto, y allá evaluaremos». En esos términos planteó la próxima etapa, el intendente Righi, por lo que Lavalle pedirá mantener las restricciones a las juntadas familiares, la apertura de los cultos religiosos, cafés y bares y turismo interno».

Y esta vez, no habrá, ni miradas cómplices, ni sonrisas sarcásticas, puesto que la situación en el Gran Mendoza es verdaderamente preocupante. En ese sentido va la actitud del gobierno provincial, luego de un cruce con la nación, que puso  en evidencia precisamente esa situación. Mendoza, como la habíamos analizado hace dos semanas atrás, había pasado de estar entre las provincias con menos contagios, al octavo lugar. Hoy está séptima. El mes de julio se convirtió en un mes negro para la provincia, pero también para casi todo el país.

Tormenta y acuerdo

El presidente Alberto Fernández hizo notar en su última conferencia, lo que había significado la apertura de la cuarentena en Mendoza, casi sin controles. Eso dejó en una posición complicada a la provincia, que salió a contestar con números propios.
Esos números, son los que le mostró el gobernadora los intendentes, que por lo bajo creyeron más en la versión nacional de la situación, que en las estadísticas provinciales. Eso llevó a generar un acuerdo con la nación que entrará seguramente en vigencia, a partir de este lunes.En ese sentido, el mayor problema, esgrimen desde Mendoza, se encuentra en los hábitos de la
juventud, que en este tiempo han sido las mayores víctimas, y perjudican al resto de los grupos etáreos.Por lo tanto, la idea sería restringir algunas actividades durante un período de dos semanas que consistiría en lo siguiente:

• Reducir el turismo interno. Los recorridos quedarían limitados dentro de cada oasis poblacional, por lo que los habitantes del Valle de Uco no podrán viajar hasta el Gran Mendoza, por ejemplo.
• Suspender los bares. El cierre duraría 15 días para reducir la curva de transmisión del virus.
• Restringir las reuniones familiares. Este tipo de encuentros ya tuvo una reducción horaria en las últimas semanas, pero se endurecerá la medida.
• Cancelar los deportes de cercanía. De esta forma, cerrarían los clubes. Por el momento, se espera que las actividades deportivas individuales se mantengan, siempre que se cumplan los protocolos de distanciamiento

Un panorama sombrío

Hasta el día 7 de julio, el Ministerio de Salud no sabía con cuántas camas contaba Mendoza para hacer frente a la pandemia.  Recién el 8 de julio, es decir hace 20 días, el Ministerio de Salud de la provincia emitió una resolución para que los nosocomios, tanto públicos como privados indicaran cuántas tenían.

El resultado estuvo el 13de julio y dio como resultado 3886 camas en conjunto, entre los dos sistemas. Hasta ese día,habían 290 contagios, hoy hay 1500.De esa cantidad de camas, según la propia ministra,330 son UTI y cuentan con respiradores.

Informe y después

Un informe elaborado por la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) difundido por el diario Los Andes el 27 de julio señalaba tres escenarios posibles hacia el 15 de agosto. Uno, optimista, el otro moderado, y finalmente uno pesimista. Es evidente que el primero tiene características surrealistas, puesto que ponía a Mendoza con 1500 casos totales, para el 15 de agosto.

Ese escenario ya fue superado hoy. El moderado la situaba con 2256 y el pesimista con 3550 para mitad de agosto, de los cuales, 1776 podrían ser simultáneos. De esos, sólo el 5% aproximadamente necesitarían camas UTI. El informe muestra que así y todo, el sistema no colapsaría. Sin embargo, y extraña que no lo advierta el informe, el problema es qué pasaría con el sistema
de seguir con este ritmo, en el mes de setiembre. Es decir, si la duplicación de casos se da cada 12 o 13 días.

Mendoza tendría alrededor de 12.000 casos a principios de setiembre, de los cuales alrededor de 6000, la mitad podrían ser simultáneos, y de esos, el 5% necesitaría UTI con respirador. Ahí si el sistema estaría sumamente complicado, casi al borde.
Todos esperamos las medidas de mañana, sabiendo, que no hay medida que valga, sino es acompañada por la responsabilidad ciudadana y ciertos controles.

Para setiembre falta muy poco. Para octubre también.