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5 de octubre de 2020

Entrevista con Facundo Tapia – “Los artistas somos como las cucarachas, no nos morimos ni con la radiación.”

  •   Por Camila Salem
           

Es de Lavalle y a los 18 años se fue a Buenos Aires a estudiar música, hoy está de vuelta por cuyo y lanzó su primer videoclip. En una entrevista, nos cuenta parte de su historia y sus experiencias.

En un momento tan delicado del arte, es importante destacar y darle voz a artistas locales que han logrado alcanzar ese sueño, a pesar de las adversidades y obstáculos que los gobiernos de turno puedan generar.

El jueves 24 se estrenó en tu canal de YouTube «FACK UP», tu primer video clip desde tu proyecto como solista. ¿De qué se trata?

Primero quiero decir que estoy muy feliz. Mi proyecto como solista lo trabajo con dos socios, uno de ellos es Martin Visconti, el baterista de los Camiones, y Emiliano Benjamín, entre los tres hacemos lo que es el contenido. Yo pongo la cara como nombre del artista, pero funcionamos como una sociedad, como un mini colectivo artístico.

¿Cómo surgió Antes que amanezca?

Apostamos a esta canción, en una idea que esté reflejada en el paisaje cuyano, en algo lavallino con artistas lavallinos y la canción tiene varias cosas que me emocionan mucho. Una es que está dedicada a un gran amigo que vivió un momento muy complicado de su vida y muy lejos de nuestro país, esa situación me inspiró a escribir la letra. Hablando de un tipo genial y a la vez comentándole, sugiriéndole, amándolo, para que no baje los brazos, desde esa perspectiva.

Una vez él me hizo un comentario, que por las tardes el sentía el amor que nosotros le mandábamos, meditaba y nos sentía, entonces empecé a proyectar esto de las sensaciones fuertes que hay en el amanecer, en el atardecer, el movimiento energético que sucede, y a raíz de eso la canción se llama Antes que amanezca.

¿Con qué recursos lograste este videoclip, en este contexto?

Me contacté con un grandísimo artista de Lavalle, Gabriel Montenegro, que es fotógrafo y no se dedica a hacer video clips, pero somos grandes amigos y hablando de este tema, viendo con qué recursos contábamos, haciendo un movimiento orgánico, -que es cuando no hay presupuesto para mover una canción- y pensábamos en este caso qué tipo de producción visual podíamos hacer con lo que teníamos a nuestro alcance sin tener que alquilar una locación.

Surgió la idea de la Laguna De Soria porque estábamos viviendo un momento en el que se estaba sobreexplotando el lugar, estaba complicado. Lo fuimos a ver y lo vimos en carne propia, vimos las topadoras, la cantidad de cuatriciclos, una gran invasión a la flora y la fauna muy violenta. Nos pareció que podíamos también colaborar con la difusión de un espacio tan bello y que tenemos tan cerca, darle protagonismo a la zona. Entonces el guion del video clip era un pequeño viaje a la Laguna De Soria, desde la madrugada.

¿Cómo fue el proceso de grabación?

Pasaron muchas cosas emocionantes, una es que el segundo día, fueron dos, había Luna llena, y donde está la vía del tren, era increíble lo que pasó. La vía del tren daba, literalmente, de un lado hacia la Luna llena y del otro lado a la salida del Sol. Hicimos varias tomas y las usamos para introducir el concepto de psicodelia, más que de la aventura del hombre y un documental de la naturaleza.

Después, cuando salimos, el Gabi extravió un lente de cine muy caro. Y fue hermoso, porque suspendimos el día automáticamente y avisamos por las redes que se había extraviado y a las dos horas apareció. Así que no está de más darle gracias a la comunidad de Villa Tulumaya por solidarizarse y ser tan hermosa.

¿Cuál es tu perspectiva en cuanto al arte y su productividad?

La visión que tengo es que está un poco congelado todo, está moviéndose el arte en la medida que le es posible, con la difusión orgánica que puede hacer cada artista. Creo que la producción no se ha detenido, porque el hecho de estar encerrados, tanto los que están en la ciudad como los que estamos en lugares un poco más abiertos, en algún momento de este año cuarentenoso hemos tenido catarsis, y siento que eso influye directamente. Se refleja en la producción de cualquier rama del arte.

Simplemente por las redes se puede ver la cantidad de temas que han salido que se llaman «cuarentena» o «pandemia», al punto de que ya es un cliché. Creo que ni esta pandemia mundial ni ninguna puede detener el proceso artístico de expresar lo que el ser humano va viviendo o sintiendo.

¿Qué pasa con el arte en medio de una pandemia?

El arte en general está en este momento pasando por una de las peores crisis de la historia del arte. Porque los artistas estamos reinventándonos, viendo que otras cosas podemos hacer además de lo que hacíamos. En mi caso, que soy músico, está casi todo totalmente congelado, no se toca en vivo.

Es cierto que, con la gente encerrada, hay un poco más de escuchas, por ejemplo, Spotify, YouTube. Pero me parece que eso está un poco categorizado, hay artistas grandes que tienen otro impacto y pueden en esta crisis enorme sobrevivir de sus regalías de Sadaik y Spotify.

Pero el mundo del UNDER enorme que hay en el planeta, en nuestro país, está pasando, si me lo permiten decir, un gran momento de mierda. El mérito está en la supervivencia y los artistas somos como las cucarachas, no nos morimos ni con la radiación. Es un tema muy delicado.

Cuando te fuiste a estudiar música a Buenos Aires, ¿te fuiste buscando oportunidades que acá no había?

Sí, así es. En el momento en el que me fui de Lavalle, en el 2003, no se podía estudiar música en Mendoza, no había nada cercano, estaba la universidad de San Luis donde se podía estudiar producción musical con músicos excepcionales. Lo que yo quería, era sacarle el mayor rendimiento posible a mi sed de información y a mi talento.

Cabe destacar que, sin el Gabi Montenegro, yo no sé si me hubiera ido y eso forjó mucho nuestra amistad, porque él estaba convencido de que yo me tenía que ir. Comenzó a averiguarme muchas cosas, tenía a su cuñada en Buenos Aires, Mercedes Appugliese, una bailarina de Lavalle que triunfó en el mundo. Ha bailado para Ana María Stekelman, que es la coreógrafa de Julio Boca. Me hizo el contacto con ella y terminé yendo a su casa.

Lo más lindo es que el Gabi se pidió una semana de trabajo para acompañarme a mí, que era un paisanito en Buenos Aires, para ir a todas las carreras terciarias y facultades de música para ver qué era lo que me cerraba más. Creo que nadie es tan generoso con los demás, como él, por eso es que lo amo.

Contanos un poco de lo que has vivido en Buenos Aires…

En Buenos Aires, en ese momento, era una catarsis informática, de sabiduría, de tecnicismos, de profesionalismo, y tuve la suerte de cruzarme con mucha gente talentosa, de trabajar con mucha gente del under, y también de manera oficial.

Cuando entré a trabajar a Paka-Paka, me cambió mucho la vida, porque gané una experiencia en espectáculos masivos que no es muy normal menos en esta situación que vive el mundo. Toqué con ellos por todo el país, conozco los lugares más grandes donde se toca, y he tocado para públicos desde diez personas hasta 500mil personas, como en el Bicentenario del país.

¿Cómo entraste a trabajar en Paka-Paka?

Tocaba con La asombrosa banda de Zamba, que trabajaba para el canal paka paka. El canal tenía un repertorio súper extenso y contrataba grupos para todos sus espectáculos y nadie tocaba las canciones del canal. Entonces hicieron un casting por todo el país, donde se presentaron 5mil músicos, y de ahí eligieron 4. Me presenté y quedé como bajista y cantante. Fue increíble, viví cosas muy grosas. Tocamos con una orquesta sinfónica de chicos de barrios vulnerables, éramos 200 en escena. Dirigía Leo Sujatovich, el pianista de Spinetta Jade, por darte un ejemplo.

Entonces, la experiencia de irte a Buenos Aires te llenó de todo un poco…

Creo que tuve suerte, no digo que no me hubiera ido bien si me hubiera quedado, porque Mendoza creció muchísimo, hay artistas que han abierto mucho la cancha, como le pasó a Los Enanitos Verdes, Karamelo, Usted Señálemelo, La Skandalosa. Me parece que Mendoza está en otro lugar en este momento de la historia y me da mucha felicidad ver cómo ha crecido. La provincia pudo sacarse, el rótulo de que sólo se hacía rock latino, como karamelo, volviéndose la cuna del INDIE. Hay artistas de muchísimo vuelo no sólo de folclore, es una provincia muy rica.

En cuanto a talento y gente que quiere hacer cosas, tenemos a montones. Pero si el estado no acompaña con políticas públicas para promover e incrementar el desarrollo artístico en la provincia, como darle espacio en los escenarios a nuevos artistas, ¿no te parece que eso baja un poco las ganas de hacer música?

Lo importante es no bajar los brazos, en todos los gobiernos de turno siempre hay gente que afianza lazos políticos y pide favores para estar ahí. No me parece mal, lo que me parece mal es que uno se frustre porque no recibe la ayuda o el reconocimiento que se merecen. Me parece que sí, el estado siempre podría acompañar más, es muy duro. Cuando se sacó la Ley de la música, fue durísimo, que fue la Ley de Medios, una ley que la pelearon 20 años y en un segundo con un decreto, esos años de lucha se fueron a la basura, pasa todo el tiempo. Por eso creo que cuesta tanto que artistas se comprometan en política, porque siempre nos pasan por arriba.

Como que no se considera al arte como algo esencial…

Exacto, pero creo que, en esta pandemia, aunque nadie lo quiera asumir del todo, estando encerrados lo único que nos ha salvado de volvernos locos, es el arte. Leer libros, escuchar discos, ver videos. Entonces sí, me parece que falta un gran grado de consciencia. Cuando alguien viene de afuera, y los políticos quieren agasajar a sus invitados, ¿Qué hacen? Los llevan a un lugar donde se comen comidas típicas y se escucha música regional, van a los paisajes culturales. Como para quedar bien muestran toda su riqueza cultural, entonces es una gran contradicción no apostar a la cultura.

Insisto en que realmente los artistas nunca hemos dependido del estado al cien por ciento, pero la verdad es que, si tuviéramos un estado más presente a nivel cultural, podríamos crecer y tener más oportunidades. Está claro que es lo que falta, porque talento sobra.

¿Estás gestando algún otro proyecto actualmente?

Estoy con un proyecto grande que se llama Acá se Hace, lo estoy llevando adelante con el Franco Galbani, que mediante el cierre del bar Ahí Nomás y mi vuelta a Mendoza, nació la idea de lograr desarrollar a los artistas que hay en nuestro departamento y que no tienen posibilidades económicas para irse a grabar a un estudio a Mendoza, capital, con los costos que eso implica. Entonces surgió la posibilidad de invertir y desarrollar un estudio propio, que es lo que estamos haciendo. No está terminado, pero estamos trabajando en eso, y creo que dentro de un mes más ya vamos a estar trabajando.

Lo que queremos hacer es desarrollar a los artistas que nos convocan o que se arriman, así que les invito a que me agreguen a las redes sociales si están leyendo esto, y consulten. Estamos trabajando por trueque, entonces hay muchos que, aunque no tengan dinero para pagar nuestro trabajo, tienen oficios y servicios para ofrecer. Hay un grupo de metal, por ejemplo, que los pibes son carpinteros, entonces trabajaron la carpintería del estudio a cambio de hacerles un disco. Otro chico que es albañil nos hizo el piso, y así con todos. La idea es que nadie se preocupe tanto por el dinero, sino que piensen que todos tenemos algo para ofrecer y dar.

La esencia del proyecto es desarrollar artistas de acá y tratar de ver si podemos hacer un sello digital que englobe toda la artística riquísima que tiene nuestro departamento, desde DJs hasta raperos, todos los géneros. Queremos sacar adelante a cada artista que tenga ganas y potencial para hacer algo, y poder darles algo que quizás en otro momento no teníamos y nos tuvimos que ir a otro lado, como me pasó a mí.

Muchas gracias por esta hermosa entrevista, Facundo y felicitaciones por tu nuevo tema y el futuro estudio que se está gestando. ¿Algo más que agregar?

Gracias a ustedes por el espacio, por la entrevista. La verdad es que es un gran apoyo y es algo que debe repetirse, no solo conmigo, con todos. Darles espacio a los artistas, preguntarle como están como se sienten, qué están haciendo, que les falta.

Es una manera de visibilizarlos, porque el boca en boca está bueno, pero la gente que desconoce el mundo del under, no tiene idea de lo que nos pasa. Entonces creo que ustedes juegan un papel muy importante y fundamental, con la difusión y el apoyo. En la historia de la música no hubieran existido unos Redonditos de Ricota sino hubiese existido un Lalo Mir.


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