Muchos tenemos memoria del drama del 2013… (la persistencia de la memoria, Salvador Dalí)

El hecho sucedió el viernes pasado al medio día, cuando trabajadores del municipio de Lavalle que se mantenían en huelga, reclamaban en Maestranza. Los dirigentes del gremio denunciaron que fueron maltratados por el personal policial, cuando estos último intentaban desalojarlos, por orden de la ayudante de fiscal. La intención del municipio era sacar los camiones de esa repartición ya que los trabajadores, como forma de reclamo por mejoras salariales, estaban realizando una sentada en la puerta de dicha repartición.

Cabe mencionar, que la ayudante de fiscal se apersonó al lugar por una denuncia de autoridades municipales, y desde el gremio denunciaron a la comuna por los incidentes, ya que la manifestación era completamente pacífica.

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Luego de las escenas de violencia vividas en la tarde de ayer, el presidente de la Federación de Trabajadores Municipales de Mendoza, se acercó hacia el municipio para mediar ante el problema y la difícil situación que padecen los y las trabajadoras municipales, que de no concretarse una solución podría profundizar aún más el conflicto.

Comunicado del municipio

La comuna departamental emitió un comunicado sobre los sucesos del día de ayer. En la misma señaló:

“Estimados vecinos y vecinas, queremos informarles sobre los hechos ocurridos en el día de hoy. Desde el Ejecutivo Municipal nos vimos en la obligación de realizar una denuncia ya que, por la medida de fuerza adoptada por el Sindicato Municipal, no permitieron retirar los camiones recolectores del área de Maestranza para cumplir con el servicio de recolección de residuos. Como todos sabemos, nos encontramos en una situación de pandemia, por lo que la recolección de residuos es un servicio esencial que no podemos dejar de prestar.

Frente al pedido del Intendente, la Fiscalía determinó que se debían retirar los camiones prensa para poder realizar estas tareas con el personal que esté dispuesto a trabajar. El derecho a huelga se respeta para quienes consideren hacerlo, pero también debe respetarse el derecho de quienes quieren asistir a su trabajo, y es nuestra obligación con la comunidad realizar las tareas necesarias para que vivamos en un lugar seguro y limpio.
Agradecemos su comprensión, y pedimos disculpas por las molestias ocasionadas”.

En ese sentido, habrá que ver si hay un compromiso de las partes, de levantar las acusaciones cruzadas que se dieron en el seno de la fiscalía, y si estas siguen su curso.

Comunicado de la Asociación de defensores y defensoras del pueblo de la República Argentina

Por otra parte, La Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina emitió un comunicado donde «repudia la represión ejercida contra trabajadores municipales en Lavalle, Mendoza.

“La Asociación de Defensoras y Defensores del Pueblo de la República Argentina expresa su fuerte repudio a la decisión de Roberto Righi, intendente de Lavalle en la Provincia de Mendoza, de reprimir a los trabajadores municipales que ejercían su derecho a la huelga por un salario digno.

“En medio del accionar represivo, no sólo agredieron a trabajadores presentes en el lugar, sino que atropellaron a una trabajadora con un camión de recolección municipal.
Llamamos al intendente a cesar con la violencia y a garantizar una resolución pacífica del conflicto, a través de la negociación y el consenso con los trabajadores municipales».

El comunicado lleva la firma de su presidente Alejandro Amor.

 

¿Qué se discute?

Básicamente un aumento salarial. El gremio viene pidiendo un aumento de $5.000 para noviembre, $5.000 para diciembre y $5.000 para enero. El municipio ofreció $3.000 de aumento para noviembre y $3.000 para diciembre entre otras cuestiones.

¿Cuándo se verán de nuevo?

Luego de la tensa reunión entre la dirigencia del gremio y los secretarios del municipio, se pasó para una próxima reunión el día martes 24 de noviembre a las 11 para discutir casi exclusivamente el tema salarial.

La situación extrema de los trabajadores municipales y las inequidades

En estos últimos años ha habido enorme cantidad de inequidades entre los trabajadores municipales y una gran cantidad de distorsiones. Son tantas que es casi imposible de describir. Lo admiten por lo bajo, tanto las autoridades del municipio, como la propia dirigencia sindical. Esas inequidades no son nuevas señalan, vienen de hace años.

Tienen que ver con la relación entre la política partidaria y las Direcciones que ha generado gran cantidad de acuerdos espurios y arreglos individuales. También con la disparidad salarial entre trabajadores con las categorías más bajas y tecnócratas que cumplen funciones específicas. Con cuestiones profesionales, como la idoneidad en el cargo, o culturales, como la identidad, el compromiso, el sentido de pertenencia, la conciencia de clase.

Es cierto, en el municipio de Lavalle, nadie gana bien, ni los tecnócratas sobrecalificados que generan innovación, y que hoy en día son sumamente necesarios, ni los obreros de pico y pala que son aún más necesarios todavía, para tener las calles limpias y ordenadas, como reza la propaganda oficial. Sin embargo, lo cierto es, que hay una cantidad importante de trabajadores que cobran tan mal entre los últimos, entre los de “pico y pala” que la imagen para describirlo es verdaderamente surrealista.

La base del éxito

Hay muchos, una mayoría, que cree que la gestión municipal ha sido exitosa y por eso ha durado tantos años. No es un tema menor. Ha sido una gestión exitosa, cimentada sobre la base de la obra pública.

Pero sería bueno preguntarse entonces, si parte del éxito, parte importante de ese éxito, no ha estado dado por el ajuste en las nóminas salariales, que generó la plusvalía necesaria para ahorrar en épocas de bonanza, y así hacer frente a los momentos sensibles y difíciles.

Habrá que preguntarse entonces, si la pandemia no era uno de esos momentos, que ameritaba ser ecuánimes y sensibles en la asignación de esos recursos salariales, en tiempos realmente dramáticos, donde se jugaba, y todavía se juega la vida y la muerte.

El futuro

De la relación entre la estructura política (no partidaria) y la base trabajadora dependerá el futuro del municipio. Un municipio que está lleno de estructuras paralelas.

Hoy aparece como una relación completamente rota con el sindicato, cuya conducción, para el ejecutivo, está completamente devaluada y carente de representatividad. Hay que admitir también, que hay un distanciamiento grande en la relación entre el municipio y muchos de aquellos que no hacen paro.

Dicen que el martes habrá reunión para intentar llegar a un acuerdo. Este simple escriba cree que el acuerdo está lejano. Unos han cedido tanto en estos años, y han sido tan rehenes de la política partidaria, que en este tiempo se rebasaron muchos límites. Desandar ese camino es una tarea demasiado difícil, de la cual, la dirigencia política no quiere hacerse cargo, porque no pareciera o no quiere comprender en forma cabal, (también porque más de un funcionario se quemó con “leche”, por intentar mediar sin las herramientas que solo posee quien tiene la llave en todo esto) de lo que se trata.

 

 

 

Desde el momento en que un sector del oficialismo prefirió creer que era más importante sacar los camiones de prensa, aún a costa de enfrentarse a sus propios trabajadores o denunciar a quienes cobran miseria, sin denunciar la miseria, o el origen de la misma, poniendo un supuesto de esencialidad cuando ese mismo precepto jamás lo pusieron con algunos privados a los que les dejaron hacer cualquier cosa durante la pandemia. O peor aún, utilizando métodos que son parecidos a los del más descarnado neoliberalismo, presionando a algunos trabajadores para no hacer huelga, el problema tenderá a agravarse transitando un camino sin retorno.

Solo, si la dirigencia política que hoy conduce el municipio es capaz de estar a la altura de las circunstancias, empezando por el intendente Roberto Righi, máximo responsable de la conducción política del Estado Municipal, entonces habrá posibilidad de entendimiento.

De lo contrario, la gobernabilidad y la situación podría salirse de control, y no habrá policía, ni fiscal, ni ayudante, ni juez que pueda detenerlo.