Por Gustavo Aguilar

El Gobierno de Suárez, al igual que Cornejo, se caracteriza por no respetar el ámbito paritario. Nunca dio muestras de tener buena fe para negociar. Cerró las paritarias a principios de 2020, sólo se sentó a paritar por una acción judicial que tuvo que interponer el Sindicato, y, apareció directamente con una propuesta salarial para el 2021; desconociendo totalmente algún tipo de recomposición salarial para los trabajadores de la educación por todo el año 2020, en el que a pesar de la enorme crisis, debieron aportar de su propio bolsillo los recursos para sostener el sistema educativo, con un salario congelado desde fines del año 2019.

Dicha propuesta salarial, se estaba compuesta de 3 incrementos porcentuales NO ACUMULATIVOS, de 7% inicial en marzo, el 7% en la segunda mitad del año, y el 6% para los dos últimos dos meses, lo cuales, al no ser acumulativos, se aplican siempre sobre el salario que está congelado desde diciembre de 2019. Es decir, que se saltearon el año 2020, sin incremento de ningún tipo.

Además de estos porcentuales, se agregaría dinero en negro, distribuidos en cuotas de $ 4,000 de enero a agosto, $ 5,000 de setiembre a octubre, y $ 6,000 en diciembre. Cabe aclarar que en los montos en negro significan entre otras cosas, que no bonifican en la antigüedad, ni en la zona, ni en jerarquía, ni demás adicionales que pudiera tener cada trabajador, es una suma fija por agente, indistintamente si trabaja uno o más turnos, no aporta para el cálculo de haberes jubilatorios, y son montos que no quedan incorporados al salario, por lo cual cumplido el plazo, desaparecen del mismo, En definitiva, no respeta ninguno de los derechos adquiridos por los trabajadores a lo largo de estos años.

Esta situación provocó que en los 18 departamentos esta propuesta fuera rechazada desde los plenarios por los delegados de las escuelas de Mendoza.

Hay que recordar que el Sute, tiene una historia de lucha para blanquear el salario de los trabajadores de la educación. Y un ejemplo de ello fue en la época en que la
Agrupación Celeste conduciendo el sindicato consiguió blanquear más de 15 ítems en negro, transformándolos en lo que hoy se denomina en cada bono de sueldo como ítem «estado docente». Mismo camino siguió a los celadores, cuando se logró blanquear el salario con el ítem «acuerdo 2008». Blanquear el salario posibilita incrementar, (antigüedad, jubilación y otros adicionales), y asegurar que los montos queden integrados a nuestro sueldo y no desaparezcan luego de finalizado un tiempo.

En declaraciones públicas, al igual que Cornejo en su último año de gestión, Suárez anuncia que otorgará el bono en negro a los trabajadores de la educación, más allá del rechazo. No lo hace por «bondadoso», la razón en las dos oportunidades es la misma: necesitan votos para las elecciones legislativas de este año. Entendamos cómo juegan perversamente con la necesidad de los trabajadores.
Bajo el discurso del «diálogo», se oculta un Gobierno autoritario, que ante la negativa a recibir salarios de hambre, impone sus condiciones por decreto. Falta ver si en el texto del mismo, se dignan además de incorporar la limosna en negro, abonar lo que se adeuda en concepto de ayuda de útiles e indumentaria celadores, no solo por este año, sino por todo el año pasado, en el cual docentes y celadores tuvieron que solventar con sus propios recursos,

Junto a esto, se hace notoria la enorme campaña de desprestigio en los medios masivos de comunicación, junto a la aparición de otros actores (ATE, autoconvocados, etc), que, funcionales al Gobierno, intentan debilitar la única herramienta de lucha certera que cuentan los trabajadores de la educación para crecer en derechos, el SUTE.

Claramente la estrategia es: «divide y reinarás.»
Desde la Agrupación Celeste seguiremos junto a los trabajadores de la educación, luchando por sostener nuestros derechos, pero siempre dentro del marco que históricamente nos ha permitido crecer, nuestro sindicato SUTE.

*El autor es secretario general del SUTE Lavalle