El encuentro se jugará desde las 21.30 en el estadio Libertadores de América de Avellaneda, donde el «Millonario» hace de local, con el arbitraje del uruguayo Leodán González y televisación de ESPN. El VAR estará a cargo del chileno Julio Bascuñán.
La vuelta se disputará el próximo martes 12 en el estadio Allianz Parque de San Pablo y el ganador se clasificará a la gran final única del sábado 30 de enero en el Maracaná de Río de Janeiro.
River Plate afrontará su tercera semifinal consecutiva y la cuarta de las últimas cinco ediciones siendo el campeón en 2015 y 2018.
El equipo de Marcelo Gallardo demostró ser uno de los mejores equipos de Sudamérica y persigue su quinto título de Copa Libertadores luego de los obtenidos también en 1986 y 1996.
Tras ganar su grupo, el «Millonario» eliminó a Athletico Paranaense (1-1 y 1-0) y en cuartos de final aplastó a Nacional, de Uruguay, con un resultado global de 8-2 (con triunfos 2-0 y 6-2).
Ahora, el equipo de Núñez tendrá como rival a un grande de Brasil que volvió a estar entre los cuatro mejores de Sudamérica luego de 20 años.
Palmeiras conquistó por única vez la Copa Libertadores en 1999 luego de eliminar a River en la semifinal y la última final que jugó fue al año siguiente, en el 2000, cuando cayó con el Boca de Carlos Bianchi.
En el medio, el «Verdao» fue dos veces campeón del campeonato brasileño (2016 y 2018) y este año conquistó el torneo Paulista pero tiene la deuda pendiente en el plano internacional.
River llega a esta instancia en un gran presente ya que arrastra un invicto de trece partidos con diez triunfos y tres empates y desde que se reanudó la competencia solo perdió un partido (3-1 ante Banfield por la Copa Diego Maradona).
El equipo del «Muñeco» ofreció una muestra más de su carácter el pasado sábado cuando le dio vuelta el superclásico a Boca Juniors en La Bombonera en tres minutos pero tras la expulsión de Enzo Pérez se tuvo que conformar con un empate 2-2 que todavía lo mantiene con posibilidades de ser finalista.
A pesar de la ausencia de público y no jugar en el estadio Monumental por su proceso de remodelación, River se hizo fuerte en el estadio de Independiente ya que ganó los cuatro encuentros que disputó por Copa Libertadores y solo recibió un gol.
El poderío de River también queda en evidencia con sus números en la Copa Libertadores ya que desde que fue eliminado por Lanús (4-2) en la semifinal 2017 solo perdió cuatro partidos: una semifinal con Gremio (1-0 en 2018) que luego dio vuelta; la siguiente con Boca (1-0 en 2019) que igual le permitió clasificarse a la final; la final con Flamengo (2-1 en 2019) y el debut en la presente edición en Ecuador contra Liga de Quito (3-0) que jugó con equipo alternativo.
Es decir, apenas cinco derrotas en 38 partidos del torneo más exigente del continente, de los cuales ganó18 y empató los 15 restantes.
El único inconveniente para Gallardo se planteó en el lateral izquierdo ya que en el mismo partido contra Arsenal sufrió las lesiones de Fabrizio Angileri y Milton Casco.
El ex Godoy Cruz ya quedó descartado por un desgarro en el isquiotibial izquierdo y se ilusiona con llegar a la revancha, mientras que el entrerriano evolucionó de la distensión en el mismo músculo que su compañero y fue incluido en la lista de convocados.
Si no llega Casco, Gallardo repetirá la defensa que utilizó en La Bombonera con Javier Pinola como lateral y Robert Rojas y el chileno Paulo Díaz como centrales.
Palmeiras superó el grupo que compartió con Tigre como líder e invicto con 16 puntos pero los malos resultados en el campeonato brasileño provocaron la salida del experimentado entrenador Vanderlei Luxemburgo.
Tras intentar contratar al español Miguel Ángel Ramírez, de Independiente del Valle, y sondear a los argentinos Gabriel Heinze y Sebastián Beccacece, el club paulista se decidió por el joven portugués Abel Ferreira.
El DT, 42 años, asumió a principios de noviembre luego de haber dirigido previamente a PAOK de Grecia, Braga y el equipo B de Sporting Lisboa, donde hizo gran parte de su carrera como jugador y fue compañero de los argentinos Leandro Romagnoli y Leandro Grimi.
Bajo la conducción de Ferreira, Palmeiras volvió a los puestos de clasificación a la Copa Libertadores en el «Brasileirao» y también se metió en la final de la Copa de Brasil.
En la fase eliminatoria de la Libertadores, el equipo paulista superó ampliamente a Delfín, de Ecuador, con un global de 8-1 (3-1 y 5-0) y con Libertad, empató en Paraguay (1-1) y liquidó la serie como local (3-0).
La principal ausencia en el equipo brasileño será la del experimentado mediocampista Felipe Melo, confeso simpatizante de Boca Juniors, que sufrió en noviembre pasado una lesión en el tobillo pero igualmente viajó con la delegación y podría reaparecer en la revancha.