Son dos perritos, dos hermanitos que vivían en las calles de Tulumaya. Hace aproximadamente 6 meses, su dueño, mejor dicho, el amigo humano con el cual vivían sufrió un accidente siendo atropellado y perdió la vida. Ellos lo siguieron hasta el hospital Sícoli donde se pasaron día y noche esperando que saliera, pero esto nunca sucedió. Como no podían seguir, empezaron a vagar por las calles de la Villa.
Kiko y Caco, son los perritos a los que nos referimos y que tuvieron casa, tuvieron amor, tuvieron un dueño, hasta que un día su amigo humano murió y ellos se quedaron solitos buscando todo lo que un día tuvieron.
Son dos perritos muy cuidadores y dulces que solo querían un hogar donde pudieran estar juntos y volver a ser felices. En las calles de Lavalle, se enfrentaron a innumerables peligros, porque ya fueron atropellados por no estar acostumbrados a cruzar calles. Por eso, Belén, una joven de Lavalle que se preocupara constantemente porque los animales estén bien, escribió una carta esperando que pudieran encontrar un hogar. Y por supuesto, que lo logró. Gracias a gente que entiende.
Por suerte, luego de publicada la nota en el periódico y en las redes, esta hermosa familia de La Pega, se sumó a la causa, y Kico y Caco disfrutan de una nueva familia que los quiere.
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