Por Redacción

Cuando todo parecía indicar que la causa por la muerte del joven a manos de un policía estaba encaminada hacia la legítima defensa, una serie de testimoniales cambiaron el panorama por completo y ahora se investiga un caso de gatillo fácil.

El subayudante, de apellido Moreno, con prestaciones en la Unidad Especial de Patrullaje Rivadavia (UEP) fue imputado este martes por homicidio agravado por la calidad de sujeto activo (policia) y por el uso de arma de fuego, calificación que prevé como única pena la prisión perpetua.

Así lo decidió el fiscal de La Colonia-San Martín Gustavo Jadur, quien recepcionó en las últimas horas declaraciones de testigos presenciales que dieron cuenta sobre una discusión entre el chico fallecido y su amigo, Gustavo Daniel Giménez Vega y Mariano Lionel Tello, de 18 y 21 años, respectivamente.

A través de esos dichos, se descartó una situación de asalto. Al contrario, el altercado entre las partes desembocó en una pelea, en la cual el efectivo habría sacado su arma de fuego y efectuó varios disparos, tres de los cuales impactaron en la humanidad de Giménez y que le quitaron la vida.

Además, los resultados del peritaje también apuntaron en ese sentido, por lo que la situación del policía, de 23 años, es complicada. En el caso también tomó intervención la Inspección General de Seguridad (IGS), que solicitó el pase a revista pasiva y le inició un sumario administrativo.

Los detectives aguardan por el desgrabado de cámaras de seguridad públicas y de un banco situado en las cercanías, a través de las cuales intentaran constatar el correlato de los testigos. Eso será clave para determinar si se mantendrá la dura acusación contra el funcionario.

Por su parte, fuentes allegadas al expediente adelantaron que, si bien se aguardan por los resultados del peritaje psicológico a Moreno, lo más probable es que se le otorgue la detención domiciliaria.

Con respecto a la situación de Tello, podría ser imputado en las próximas horas por las lesiones provocadas al subayudante, así como también por hurto, por el robo del arma reglamentaria, agregaron.

El hecho

Corrían las 20.30 del domingo cuando Moreno, que estaba de franco de servicio, se encontraba junto a su novia, sentados en un banco de la plaza departamental.

La reconstrucción que realizaron los pesquisas sostiene que Giménez y Tello se acercaron con la intención de venderles pulseras artesanales. Pero, por motivos que son materia de investigación, se produjo una fuerte discusión entre el policía y los jóvenes.

La disputa fue subiendo de tono, a tal punto que desembocó en una agresión física. El funcionario terminó en el piso, reducido por los golpes y fue allí cuando sacó la 9 milímetros provista de entre sus prendas y comenzó a disparar.

Giménez fue alcanzado por tres proyectiles: dos le dieron en un brazo y el restante en el pecho. Minutos después, murió camino al Hospital Perrupato.

En tanto, Tello se dio a la fuga con el arma reglamentaria, la cual le arrebató al efectivo, y fue capturado a unas 15 cuadras de la escena.

Fuente: Diario El Sol.-