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Tierra Adentro

17 de abril de 2021

Vtivinicultura en Mendoza: ¿Industria madre?

  •   Por El Despertador
           

José Luis Burba

No soy nadie (más que un buen bebedor de vino), para plantear algunos interrogantes que el periodismo de investigación debería profundizar y me refiero a los «malcriados» de los bodegueros.

Cuando estudiaba historia de la economía agraria había un texto clásico que fundamentaba que «las industrias madres» (azúcar en Tucumán y vino en Mendoza), tenían el defecto oligopólico (en aquel momento), y que cada vez que aparecía una crisis el Estado debía salir a salvarlas de la hecatombe producida generalmente por impericia y comodidad del sector.

Hoy la situación al parecer no ha cambiado tanto. Los políticos se desangran a favor y en contra de que el Estado salga a comprar uvas para regular el precio para los productores (estoy de acuerdo como ente regulador), y a conseguir, como hace algunos años, varios miles de millones de pesos para contra restar los 300 millones de litros de tintos (hay quienes dijeron que esta cifra está inflada), que los bodegueros no supieron y no quisieron vender DURANTE TODO UN AÑO, mientras importaban vino y coloreaban caldos blancos para hacer tintos.

Los gobiernos los quiere salvar de sus impericias y picardías y la oposición de turno solo difiere en el origen de los fondos. Para colmo de males se aporte una enorme cantidad de dinero estatal para que el Fondo Vitivinícola haga propaganda al «vino bebida nacional» (con artistas y modelos porteños).

Otro colmo es la existencia del Plan estratégico vitivinícola y el Observatorio pertinente, organismos que se suponen que «deben ver un poco más allá de sus narices» y de los intereses de quienes lo manejan para no trabajar en la coyuntura.

Fueron los mismos actores que hace ya varios años les hicieron reinjertar con Chardonnay a los pequeños viticultores aduciendo que «se venía el sunami de demanda de champagne», y hoy sufren el precio de una sobre oferta inducida.

No se puede llorar todo el año aduciendo que el Estado no ayuda mientras en «sociales» los grandes CEO y Gerentes son figura repetida en las fiestas vinculadas al vino.

Hay que abolir de los títulos «el sector XXX está en crisis». Seguramente algún eslabón (y ya sabemos cual), sea el que está en crisis, pero hay otros «gorditos y reforzados» que no lo están y esperan del Estado bajas en las retenciones y ayudas fiscales para tapar los huecos que generan «empresas pobres con empresarios ricos».

Es relativamente fácil (y no solo con la vinicultura), medir el estado económico financiero de las bodegas y el estado económico financiero de sus principales propietarios.

Seguramente una entrevista con los principales «referentes» de las bodegas, o a economistas vinculados a las mismas), dará como resultado que el llanto es lícito. Habría que consultar a economistas NO VINCULADOS que seguramente darán referencias históricas de los estados contables de los susodichos.

Lo más triste es que su torpeza para vender vinos y sus derivados (…no se les cae una idea nueva al respecto), llega hasta admitir que los «cerveceros» le ganaron la carrera, inclusive cuando esta bebida tiene más impuestos que el vino.

Otro colmo es que el vino tiene al INV como organismo rector (???) para controlar la cantidad de trampas que hacen las bodegas. Hay miles de industrias, incluyendo a otras bebidas alcohólicas, que no son controladas por nadie más que por ellos mismos y sus usuarios demandantes.

El vino en estos pagos tienen comportamientos comerciales absurdos: sobra vino y el precio ¡¡¡sube !!!, y otro más, el vino mendocino en otras provincias vale un 30 % menos, argumentando problemas de impuestos sobre los fraccionados.

Cuando haya fenómenos climáticos que comprometan la producción el Estado si debe ejecutar un fondo anti cíclico, pero no para tapar la picardía de unos pocos de decidir esperar a que llegue en marzo la nueva vendimia y argumentar que no hay espacio en las bodegas y por lo tanto no van a comprar uvas o lo harán a precios mínimos presionando en nombre de «la industria madre» al gobierno de turno.

Que los bodegueros presenten un plan, producto de sus neuronas y no del déficit de sus bolsillos.

¿Esta es la industria madre?. Por si no lo saben las «madres» cuidan y protegen a sus hijos con un gran esfuerzo, y no esperan que ellas sean «cuidadas» por «sus hijos los productores» y el resto de la sociedad a través de los fondos públicos.

Repensemos todo y no sigamos cometiendo injusticias con plata ajena.

 


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