El pasado 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente y nos preguntamos cuáles son los avances y cuentas pendientes en este sentido en Lavalle.

Lamentablemente por razones de agenda desde el Municipio no se pudo brindar una nota para esta edición (aunque se nos invitó a la inauguración de avances en la gestión ambiental para la actual semana).

Sin embargo, contamos con la visión de la Asamblea Popular por el Agua sobre cómo se encuentra en esta temática el Departamento desde su perspectiva

Paula Guerra es integrante del colectivo ambiental lavallino y brindó su opinión sobre cómo se encuentra Lavalle en relación con el cuidado ambiental.

La entrevistada comenzó relatando cómo trabaja la Asamblea “nosotros intervenimos principalmente a partir de la denuncia de los vecinos…trabajando nos hemos dado cuenta que, no hay mucha respuesta del Municipio, hemos presentado notas con número de expediente dirigidas a Ambiente, al Concejo Deliberante y al Intendente y ninguna se ha respondido. Esto dificulta la resolución de algunos problemas o salvar algunas dudas”.

¿Una reserva de papel?

Guerra comenta que una de las últimas luchas específicas de la organización fue por la Laguna de Soria, la cual estuvo amenazada el año pasado por la especulación inmobiliaria que pretendía construir un complejo de lujo a su alrededor, tal como en su momento informamos.

 

La activista explica que la Asamblea brindó sus aportes al HCD para proteger “no sólo la Laguna de Soria, sino que entendiendo que un humedal es mucho más que eso, es el cauce que alimenta la laguna y a otras esporádicas como la Lauriente y Montenegro.
La ordenanza sólo protege el espejo de Soria, por eso con las asambleas de Guaymallén y Maipú presentamos un proyecto de ley para conservar todo el sistema…nos preocupa que todavía no haya habido cambios en el lugar (la reserva lavallina), no hay un cartel que indique las cosas que están prohibidas como hacer fuego, pescar, andar en cuatriciclo…, si bien hay un plazo de 12 meses para poner en marcha el plan de manejo, nosotros consideramos que hay cosas muy simples que se podrían ir aplicando como la cartelería informativa, cestos de basura, alguien que vigile.

Nos preocupa que la reserva municipal sea de papel, o sea que no tenga una producción física real”.

La entrevistada también manifestó su malestar por la notable reducción en el nivel de agua, algo que han consultado formalmente a Irrigación y a la Secretaría de Ambiente, pero no habría habido una respuesta concreta. ”Como tampoco ha quedado esclarecido lo que pasó aguas arriba con la Laguna del Viborón”, dijo Guerra, en referencia a la muerte miles de peces y aves en febrero de este año en la reserva maipucina.

En cuanto a la relación con el Municipio de Lavalle “no hay respuestas formales”.

¿Se viene una chanchada ambiental?

“Hay un emprendimiento porcino situado en la zona de La Pega, nosotros pedimos la evaluación del impacto ambiental, porque nos llegó la alarma de vecinos y vecinas. Hay mucha preocupación por lo grande que iba a ser…lo que más nos preocupa es que el lugar está muy cerca de La Pega y los distritos están creciendo cada vez más, está cerca también de las tomas de agua, entonces ante el eventual incremento en la cantidad de porcinos trabajados en el proyecto tememos por la población y por el agua que alimenta al resto de Lavalle.

Pedimos la evaluación de impacto ambiental que, por lo que parece, no es una costumbre hacerla de parte Ambiente (departamental), como no hemos tenido una respuesta formal desconocemos los motivos”.

Recordemos que La Pega ya está afectada ambientalmente por la cercanía con el basural guaymallino de Puente de Hierro. Tal como se manifestó en notas anteriores, allí se realizan cotidianamente quemas que estarían afectando la salud de la población aledaña al macrobasural, incluyendo a lavallinos como el Sr. Héctor Ríos quien sospecha que los gases emanados de dichas quemas habrían afectado la salud de su difunta esposa y la suya propia.

Lavallinos más conscientes

Por último, se le consultó a Paula Guerra cómo consideraban al lavallino promedio en cuanto a su consciencia ambiental.

“A nosotros nos fue muy grato cuando en diciembre de 2019 juntamos a mucha gente para defender la ley 7722…cada vez es más habitual la agroecología, no quemar hojas, no usar plástico. El lavallino está planteándose cada vez más qué y cómo consumimos, pensar otras alternativas que son más beneficiosas…

Falta mucho por hacer en cuanto a desmonte y quema de basura, se podría mejorar en la separación de residuos, hacer compost cada uno en su casa. También es sumamente satisfactorio ver escuelas trabajando huerta o ecoladrillos, es muy bueno pensar que las futuras generaciones están creciendo con esta educación”.