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10 de junio de 2021

Micaela Blanchard, kinesióloga del Sícoli: lo que yo quería era dar una mano en mi comunidad

  •   Por Juan Burba
           

Siempre que se piensa en profesionales de la kinesiología o fisioterapias, el concepto nos remite a la salud vinculada a los huesos, las articulaciones, golpes, esguinces o quebraduras. Pero en esta pandemia, la kinesiología ha pasado a un primer plano, debido a que en todas las terapias intensivas de los centros asistenciales se necesita de estos y estas profesionales que, desde sus lugares, asisten a pacientes en cuestiones respiratorias. En nuestro Hospital Sícoli, hasta hace muy poco tiempo, no existía esta prestación. Y el hecho de que se haya incorporado tiene que ver una circunstancia muy interesante: el compromiso de una joven profesional lavallina.

Micaela Blanchard es oriunda de Costa de Araujo, tiene 27 años y es, desde hace 4, Licenciada en Kinesiología y fisioterapia egresada de la Universidad Maza. Micaela tuvo Covid en setiembre del año pasado. Cuando pasó ese momento, y a raíz de una clara compresión de lo que estaba sucediendo en el mundo, decidió acercarse al hospital Sícoli para ofrecer voluntariamente sus servicios profesionales. «Se ofreció voluntariamente, y en ese momento no teníamos posibilidad de pagarle» nos contó Roxana Giménez, directora del hospital. Pero ante la necesidad aceptaron su ofrecimiento. Así que en octubre ya estaba prestando sus servicios como voluntaria en el nosocomio.

«Me acerque a través de una enfermera conocida y expresé que si necesitaban de mi ayuda como voluntaria contaran conmigo» expresó Micaela en una charla extensa con El Despertador. Y nos explicó algunas de las cosas que bastante se ignoran con respecto a estas especialistas: «en los hospitales con terapia intensiva los manejos respiratorios lo hacen los kinesiólogos, como conectar o sacar a un paciente del respirador mecánico». Como el Sícoli es un Hospital de baja complejidad y no tiene terapia intensiva, el trabajo respiratorio de un kinesiólogo puede pasar por otros aspectos: «trabajamos con ejercicios respiratorios para aumentar la función y mejorar las capacidades pulmonares de los pacientes, para que puedan respirar mejor».

Micaela Blanchard recibe su título profesional

Un hecho, de los primeros que esta joven lavallina tuvo que atender, y que recuerda especialmente es el de una señora que estuvo muchos días para recuperarse: «en ese momento se empezaron a usar unos cascos de oxígeno que se llaman Helmet (también llamados escafandras de oxígeno), que son una forma de asistencia respiratoria no invasiva, y tuvimos el caso de esta señora a la que no podíamos sacar de los cascos, estuvo muchos días internada, empezamos a trabajar y le pudimos dar el alta». Compartimos en la nota la foto del día en que se le dio el alta a la paciente. Micaela es la que está agachada al lado de la señora.

Le consultamos sobre qué la motivó a ofrecer sus servicios profesionales gratuitamente: «no es el aporte económico lo que buscaba, lo que yo quería era dar una mano en mi comunidad, de donde soy», manifestó, y continuó: «el año pasado fue difícil, además mi actividad laboral se vio limitada, y sentía que tenía que ser útil en algo, la verdad que esta pandemia nos movilizó a todos y se empezó a ver la importancia de la kinesiología respiratoria, y a mí me encanta».

Roxana Giménez logró, con fondos propios del Hospital, un pequeño reconocimiento económico para Micaela durante uno de los 3 meses que estuvo trabajando en esa situación de voluntaria, a finales del 2020. Pero su actividad, que se volvió central en este momento, sumada a la voluntad de la dirección del nosocomio, consiguió algo histórico para el Sícoli: que se comenzase a prestar el servicio de kinesiología de manera permanente. «Ahora estamos muy abocados a la internación covid, pero la idea es, en algún momento, prestar un servicio de kinesiología que pueda tener otras atenciones como la parte traumatológica o neurológica» sostuvo Micaela, que desde abril ya es parte del equipo del Sícoli. También nos contó que «estamos por implementar en el hospital lo que va a ser la rehabilitación respiratoria post covid, estamos viendo que el coronavirus va a dejar muchas secuelas, sobre todo en pacientes intubados, que han tenido que estar con asistencia respiratoria».

Micaela, que está muy contenta y agradecida con esta oportunidad, también coloca sobre la mesa una mirada crítica: «el Hospital es muy lindo pero le faltan muchas cosas, sobre todo en equipamientos». Reforzó la necesidad de que se inaugure la distribución centralizada de oxígeno: «es algo que estamos esperando, la verdad, con bastante apuro y necesidad, porque más allá de que es un alivio para el trabajo del personal es importante para poder realizar otras terapias, como el caso de ventilación no invasiva, y alto flujo». Manifestó también que esta gestión, la de Giménez, quiere «complejizar el Hospital y que no siga siendo un establecimiento de baja complejidad, entendiendo lo de baja complejidad como algo similar a un centro de salud». Entiende que complejizar el nosocomio implica «que se puedan tratar a los pacientes y no tener que trasladarlos a otro hospital porque se agravó su situación o para realizar algún estudio por no contar con equipamiento adecuado».

En ese sentido, como el servicio de kinesiología no estuvo antes en el Sícoli, «no hay un espacio físico adecuado, que en otros hospitales sí hay» contó Micaela, agregó que «estamos buscando donaciones, a través de fundaciones u otros organismos, que puedan donar equipamiento o dinero para crear el servicio».

Sobre lo que se vive día a día expresó que «hemos tenido momentos difíciles, complicados, hemos tenido muchos internados, sobre todo la semana pasada, que implica un agotamiento fisco y mental para todo el personal». Y nos contó que «han habido muchos compañeros contagiados, que han perdido familiares, es muy duro, hay que ponerle para adelante». Sobre lo que pasa dentro y fuera del hospital nuestra entrevistada expresó: «yo me cuido mucho, y a mi familia, sé lo que se vive al estar constantemente en contacto con casos covid positivos, la gente afuera no entiende, llegan al hospital con muchos síntomas, no concurren al principio y llegan ‘incendiados’, como le decimos, en muy mal estado»

Micaela, ya como parte del equipo del Sícoli, nos cuenta como es su labor diaria:

«Llego en la mañana, veo la lista de pacientes, hacemos el control y vemos historia clínica, veo si se ha hecho algún estudio complementario, alguna radiografía, los reviso y después entramos a un salón de médicos y nos cambiamos, nos ponemos los elementos de protección y entramos a las habitaciones, ahí hago el recorrido de todos los pacientes, los revisamos y después hago lo que me compete en la parte respiratoria, hacemos algún ejercicio con los pacientes que no se pueden movilizar mucho y cuando llega el mediodía termino con mi tarea y ya me retiro de Hospital para mis actividades privadas en la tarde, si alguna vez me necesitan voy a alguna guardia o si hay alguna urgencia el fin de semana».

Consultamos a Roxana Giménez, directora del Sícoli, sus conceptos sobre esta profesional lavallina que se ha incorporado al equipo en estas circunstancias tan adversas: «es una gran persona, muy joven, de Lavalle», rescató, «con una solidaridad enorme poniendo con mucha claridad su postura frente a la pandemia, el año pasado cuando inició la internación por covid, en el Hospital, es impecable, laboriosa y comprometida, con muchas ganas de hacer y capacitarse» expresó Giménez. Y valoró mucho que «nos ha hecho sugerencias muy importantes hacia todos nuestros médicos que a veces están con falta de experiencia en esta enfermedad». Cómo decíamos al comienzo de la nota, el rol de los y las kinesiólogas se valorizó de otra manera a partir de la pandemia: «los kinesiólogos han demostrado ser un caballito de batalla, estar en la primera línea sin lugar a dudas, es un orgullo para el Hospital, es un lujo tenerla con nosotros».

 


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