Que las copias se sacan en una librería solidaria, que hay un expediente en la municipalidad para comprar una, que se está a la espera de la llegada de alguna novedad del ministerio de Seguridad de Mendoza, lo cierto es, que desde hace 3 meses, la policía de Lavalle no tiene una impresora para realizar las más elementales tareas administrativas.

Si no hay impresora para funcionar mínimamente, entendemos que no deben ser óptimas precisamente las condiciones de funcionamiento con los mínimos elementos para la policía. Casi una verdad de Perogrullo.

Nos referimos en particular a movilidades y personal que brillan por su ausencia. Es cierto, que desde la departamental y desde la 17, como desde el resto se hacen esfuerzos para funcionar como sea, pero la cuestión se ha tornado casi imposible en un departamento acostumbrado a vivir tranquilamente. No es que haya perdido esa tranquilidad, o que nunca haya sucedido nada, pero están pasando cosas en el departamento que no están buenas y es menester actuar en consecuencia.

No se trata de mano dura, como algunos trasnochados piden cada vez que hay un hecho trágico, pero sí de reclamar cuántas veces haya que hacerlo, como lo hicieron cientos de jóvenes y adultos en el día de ayer pidiendo seguridad en el departamento.

En ese sentido, es válido el reclamo que tanto desde el Concejo Deliberante en todas sus bancadas se vienen haciendo, como desde el municipio que también se ha expresado en varias oportunidades, pero lo cierto es que la mirada esquiva de un ministerio de seguridad que está casi ausente en el departamento, la indiferencia de algunos representantes políticos y la falta de empatía de la justicia provincial son un combo explosivo.

Habrá que ver qué sucede. Se acerca fin de año y todos queremos celebrar tranquilos en familia.

Ojalá se pueda.