El secano de nuestro departamento tiene 15 escuelas, de las cuales 3 son secundarias y la gran mayoría de ellas son escuelas albergue, es decir, que tanto sus estudiantes como sus docentes permanecen varios días en la escuela para luego alternar, otros tantos, en los lugares de residencia. La Escuela 4-254 es el Secundario de San Miguel de los Sauces, que además funciona como escuela núcleo y que tiene en Arroyito su aula anexa, ambas funcionan en los edificios y albergues de las 2 primarios de esas comunidades. Para unir esas dos escuelas, que son una, hay que transitar casi 85 kilómetros por uno de los caminos en peor estado de nuestro departamento. Este año San Miguel tiene 72 estudiantes y Arroyito 35.
Calefones que no encienden, falta de instalación eléctrica en algunos sectores, agua con bacterias que enferman, presupuesto insuficiente para atender problemas edilicios, caminos intransitables o en muy mal estado, ventiladores que no funcionan o que no están en algunos lugares de clases o albergue, murciélagos viviendo al interior de los edificios y hasta pieles de mudas de víboras colgadas de los techos. Estas son algunas de las situaciones que la comunidad educativa de la escuela tiene que vivir. «Todas las albergadas tenemos algún problema nuevo» expresó Marta Pérez Diez, Directora de la Escuela en diálogo con Radio Tierra Campesina.
Uno de los problemas que más preocupa a la directora, los y las docentes es el tema del agua: «la cisterna que tiene el albergue está con bacterias en al agua que genera gastroenteritis, por eso tenemos que hervir el agua, necesitamos la limpieza de la cisterna y los procesos administrativos (para que la DGE lo haga) son lentos, de todas formas, algunos de nuestros reclamos tienen 5 ó 6 meses, no es en esta albergada (la última, primeros días de marzo) que sufrimos el problema del agua».
Si bien ambas comunas, La Paz en Arroyito y Lavalle en San Miguel, asisten con algunas cuestiones como la desinfección, algunas limpiezas o el agua, no es responsabilidad de las mismas hacerlo, ya que como todas las escuelas de la provincia, dependen del Gobierno de Mendoza a través de la Dirección General de Escuelas (DGE).
A pesar de todos los problemas relatados, la máquina no para, gracias al compromiso de docentes, familias y estudiantes, aunque Pérez Diez reflexiona en ese sentido: «no queremos dejar a nuestros niños sin su derecho a la educación y por eso tratamos de suplir todas las deficiencias, y así sostenemos situaciones irregulares, pero eso no debería ser así, porque ¿hasta que punto por sostener el derecho a la educación los estamos privando de otros derechos?, merecemos tener la igualdad de condiciones con respecto a otras escuelas de la provincia».
La Directora dio ejemplos de cómo «suplen» las deficiencias. «Algunas aulas no tienen enchufes, así que tuvimos que poner zapatillas pegadas con cintex para que pudieron funcionar los ventiladores», y explicó parte del funcionamiento financiero «este año se entregó un fondo para arreglos menores, y tomé la decisión de comprar 5 ventiladores y un freezer, porque a veces la primaria nos presta, pero hay comidas que tenemos que freezar para que dure toda la semana, hemos venido reclamando el freezer desde el 2018», pero como nunca llegaba la directiva decidió ese gasto. Reconoce que podría no haber comprado esos bienes y pagar a una empresa privada la limpieza de la cisterna de agua «y con eso (los ventiladores y el freezer) no me queda dinero para contratar una empresa para la limpieza de la cisterna, porque ademas ese servicio me hubiera consumido más de la mitad del fondo».
Y habló sobre la necesidad de tener, en el lugar, a personas idóneas en algunos rubros: «necesitamos un celador de mantenimiento, lo hemos planteado, estamos a 175 kilómetros de la ciudad y si se nos rompe un enchufe tenemos que suspender una albergada o tenemos que depender de la buena voluntad de alguien de la zona que sepa».
A raíz del grave accidente que sufrieron hace unos días 3 docentes de Lagunas del Rosario y que por poco no les costó la vida le consultamos a Pérez Diez sobre el estado de los caminos de aquella zona. Nos informó que la albergada pasada «la trafic que entra por Arroyito se quedó enterrada, se demoró mucho el desalbergue por ese tema». Explicó también que «la entrada a San Miguel (desde El Puerto) es compleja, tiene muchísimos serruchos, pero todavía en transitable a muy baja velocidad, los vehículos sufren un montón, pero pasar de una sede a la otra es prácticamente imposible», refiriéndose a los 85 kilómetros unen, por la Ruta 51, San Miguel con Arroyito, pasando por Lagunitas y El Retamo. A su vez manifestó que «cada vez cuesta más que los profes quieran ingresar con sus vehículos, en la última desalbergada a un profe se le rompió la camioneta saliendo, cerca del fitosanitario, y lo tuvieron que auxiliar».
Sobre las respuestas de la DGE a los reclamos, la directora expresó que «siempre hay respuestas, pero son lentas» y que muchas veces, las autoridades provinciales responden que «no nos corresponde, no tenemos o no podemos».
Sobre cómo continuar dando clases en estas condiciones explicó que «si no se soluciona no albergaremos hasta que nos escuchen, lo charlamos con el director de la primaria, tenemos que dar clases, y no podemos estar preocupándonos de estos temas, pero son fundamentales para poder dar clases».
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