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4 de abril de 2022

Basura Tecnológica: la importancia de diferenciar los residuos

  •   Por Juan Burba
           

«Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad». Enciclica Laudato Si

Esta semana se realizó en Villa Tulumaya una una recolección de basura tecnológica organizada por la Dirección de Ambiente de la comuna. El nombre correcto para este tipo de basura es Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) y se trata de todo tipo de electrodomésticos y aparatos eléctricos, computadoras y otros elementos informáticos, celulares, cables en general, que tienen entre sus componentes algunas sustancias que pueden ser tóxicas y si no son correctamente tratadas son potencialmente contaminantes. Además poseen elementos que son reciclables y se pueden volver a aprovechar. El Despertador entrevistó a Jorge Gisbert, Director de Ambiente sobre los motivos para realizar este tipo de recolección específica.

El Despertador: ¿De dónde salen los residuos tecnológicos?

Jorge Gisbert: la basura tecnológica es una problemática creciente en todo el mundo. Tanto en los países industrializados como en los llamados países en desarrollo la generación de este tipo de residuos aumenta a un ritmo mucho más acelerado que la del resto de los residuos. El sector público y el privado, todas las personas e instituciones, y prácticamente todos los sectores de la economía, en algún momento, generarán un residuo de este tipo, es decir, son de generación universal. Este crecimiento está directamente relacionado con el mayor consumo y la velocidad de recambio de los aparatos eléctricos y electrónicos por parte empresas, comercios, instituciones públicas, gobiernos y personas. Y es probablemente que el consumo de estos aparatos crezcan en lo inmediato con el aumento del teletrabajo y las soluciones digitales que surgieron como respuesta a la pandemia.

ED: ¿Cuál es la importancia de separar este tipo de basura?

JG: Se trata de residuos que pueden contener materiales recuperables con alto valor de mercado, incluyendo minerales no renovables que, en su proceso de extracción, generan grandes impactos ecológicos y sociales. Al mismo tiempo, contienen sustancias que pueden ser peligrosas. Todo esto hace que el reciclaje y adecuada gestión de los RAEE tenga sentido desde el punto de vista económico, y también que requieran un tratamiento especial y diferenciado del de otros tipos de residuos para evitar daños al ambiente y a la salud de la población.

ED: Ustedes esta semana realizaron la recolección específica en la Villa, para que la gente les acerque su basura tecnológica, ¿qué puede motivar especialmente a los vecinos y vecinas para tomarse el trabajo de trasladarla a algún punto en especial?

JG: Apelar a una conciencia ambiental, el bienestar de las generaciones futuras y al cuidado de nuestra Casa Común (NdeR: nuestro planeta) es fundamental. En este caso, cualquier incentivo simbólico material o económico servirá para alentar y promover la acción en un momento dado, pero no se podrá aumentar ni sostener en el tiempo como palanca del compromiso ciudadano con nuestro medio ambiente.

ED: ¿Cual es el rol de los Municipios en la gestión de los RAEEs?

JG: Al tener a cargo la responsabilidad de la recolección y gestión de los residuos sólidos urbanos (NdR: la basura doméstica, RSU), los municipios son los niveles del Estado que se enfrentan a la problemática de los RAEE en primera instancia. La gestión de los RSU es uno de los principales desafíos de política pública para los gobiernos locales, tanto para los pequeños municipios como para los grandes. Generalmente dicha tarea involucra más de un tercio de su presupuesto, así como una gran cantidad de otros recursos. Por otro lado, los gobiernos locales son actores estratégicos en el rol de sensibilización, prevención y fiscalización por su cercanía a los vecinos y su conocimiento del territorio. Por estas mismas razones, pueden estar en una mejor posición para generar procesos de diálogo y articulación con los vecinos y las vecinas y otros actores locales.

ED: ¿Existen o son necesarias leyes en la temática?

JG: Para la puesta en marcha de una gestión integral de RAEE que involucre a todo el país, resulta necesaria una ley de presupuestos mínimos que prohíba su desecho junto con otras corrientes de residuos, que obligue a su valorización y regule los procedimientos y modalidades del sistema. Una de las dificultades que se visualiza es la vinculación de la definición de RAEE con su potencial peligrosidad. Por lo tanto, una norma que precise cuándo un aparato electrónico en desuso se convierte en un RAEE, y en qué momento se transforma en un residuo peligroso, facilitará su manejo y garantizará la protección ambiental y de la salud de manera adecuada.

ED: ¿Es caro el tratamiento? ¿quién lo paga?

La adecuada gestión de cualquier residuo es costosa, y el ciudadano comúnmente desconoce porque no recae en su bolsillo. En el caso de los RAEE, que requieren un proceso especializado, el costo es aún mayor. Para tener una referencia el Municipio de Lavalle paga, actualmente, 240 pesos por cada kilo de basura electrónica que se entrega al único gestor habilitado en la provincia de Mendoza. Y estos costos, por ahora, sólo salen de las arcas públicas.

ED: Pero si quienes ganan plata con la venta de los aparatos son las empresas que los fabrican, ¿no deberían hacerse cargo de que la basura que se genera no contamine?

JG: La incorporación del principio de Responsabilidad Extendida del Productor (NdR: REP, que los fabricantes de los aparatos paguen su posterior tratamiento como residuo) parece haber sido una herramienta de gestión que dio impulso al sistema en aquellos países en los que se la incluyó. Es fundamental que productores e importadores se responsabilicen de los aparatos electrónicos durante todo su ciclo de vida. La introducción de este principio como uno de los pilares del sistema de gestión de RAEE no puede esquivarse. Sin dudas, un mas que necesario nuevo marco normativo que imponga y reglamente una responsabilidad extendida al productor.

ED: ¿Genera trabajo el reciclado de la basura tecnológica?

JG: En una transición hacia sociedades más sustentables, es de esperar que los sectores de reparaciones, reutilización y reciclaje de RAEE vayan a crecer, lo que, a su vez, podría traducirse en la creación de numerosos puestos de trabajo, al tratarse de un sector que ocupa gran cantidad de mano de obra, y ese crecimiento puede ser una oportunidad para formalizar y mejorar las condiciones de trabajo de muchas personas que trabajan de manera informal en la recolección y la clasificación de residuos. El desafío es lograr que esos nuevos puestos de trabajo sean «empleos verdes», es decir, decentes y sustentables desde el punto de vista ecológico. Desde el Estado debemos generar políticas de empleo y fomentar el desarrollo de capacidades en este sentido, y la articulación con el sector educativo es fundamental. Hoy en Argentina hay algo más de 34 mil puestos de trabajo vinculado a las RAEE, nucleados en unas 300 empresas o cooperativas.

ED: ¿Qué otro tipo de residuos merecen tratamientos especiales?

JG: Se considera residuo especial de generación universal a todo aquel cuya generación provenga del consumo masivo y que por sus consecuencias ambientales o características de peligrosidad, requieran de una gestión ambientalmente adecuada y diferenciada de otros residuos. Algunos otros son los aceites vegetales usados, los neumáticos fuera de uso, los medicamentos vencidos, pilas y baterías, envases vacíos de agrotóxicos y algunos otros.

 


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