Así se refirió el director de Promoción Económica de Lavalle con respecto a la construcción del embalse en Uspallata y reaviva el debate. El tema del agua siempre da para hablar en Mendoza, pero esto se vuelve aun más sensible en los sitios menos favorecidos con la distribución y calidad del preciado líquido, como lo es nuestro departamento.

Así se refirió el director de Promoción Económica de Lavalle con respecto a la construcción del dique en Uspallata y reaviva el debate.

El tema del agua siempre da para hablar en Mendoza, pero esto se vuelve aun más sensible en los sitios menos favorecidos con la distribución y calidad del preciado líquido, como lo es nuestro departamento.

Semanas atrás, nuestro medio publicó la opinión de Ricardo Giménez, presidente de la Asociación de Inspectores de cauces de la 4ta zona de riego del Río Mendoza, quien explicaba por qué junto a otros presidentes dieron su aval para la construcción de un embalse aguas arriba del Potrerillos, más precisamente en la zona de Uspallata.

Él explicaba que, además de los beneficios que esta obra produciría en materia de optimización del citado dique, su apoyo había estado supeditado a que de forma conjunta se terminara la impermeabilización de cauces en esta zona y la construcción de reservorios de agua.

Sin embargo, en el Municipio no cayó bien la noticia y menos el apoyo de los productores locales.

De hecho, esto habría generado diferencias entre jerarcas municipales, no por su opinión con respecto al nuevo dique en Uspallata, sino con respecto a si manifestar explícitamente o no su disconformidad teniendo en cuenta que en un año pre-electoral muchos quieren llevarse bien (o aparentar) como al mejor estilo de mesa navideña.

El Despertador dialogó con Juan Jaime, director de Promoción Económica, para conocer su visión en relación con esta mega obra aguas arriba y la posición de los miembros del Departamento General de Irrigación en Lavalle, en una entrevista que se le hiciera hace un par de semanas sobre distintos temas.

«Me parece que desde el punto de vista estratégico del Departamento se han precipitado en la decisión. Porque tal vez es necesario regular los cursos de agua, optimizarla por el cambio climático que estamos viviendo…pero me parece que Lavalle ha hecho demasiadas concesiones, y nosotros en términos generales, no lo digo por ningún partido ni por el dirigente de turno, debemos tener una respuesta mínima para este sector de la Cuarta zona con cuestiones que hacen falta a nivel de infraestructura, como impermeabilización de cauces, reservorios de agua para que todo lo que pase de Uspallata para abajo lo podamos contener y reutilizar.

Jaime agregó: «Esto que estamos hablando es lo mismo que plantea la gente del secano para con nosotros (zona irrigada lavallina) o La Pampa para con Mendoza. Pero sin duda que como viene la situación medioambiental en cuanto a la falta de nieve, algo hay que diseñar. ¿Cuál es el problema? Que siempre empezamos por arriba y no por abajo, entonces me parece que es una concesión demasiado apresurada decir «hagamos esto» Ahí me parece que nos ha faltado tener mayor diálogo, mayor consenso, discutir mejor la estrategia como departamento en general, con los productores del partido que sean…»

ED: Es evidente que es necesario regular, pero lo preocupante es que cierta dirigencia…
JJ: «Ha sido, me parece, por parte de quienes han firmado, una concesión apresurada. Incluso sin el aval de muchos otros sectores de la comunidad en general que necesitamos el agua como los productores, no son los dueños del agua, es una cuestión compartida. No es el ‘sálvese quien pueda’, porque ahí hasta ponemos en juego lo productivo».

ED: Imagino que esto va de la mano con otros temas ambientales…
JJ: «Justamente por eso creo que esto es algo que lo tenemos que discutir toda la dirigencia, sin importar los colores políticos. Por ejemplo, esto lo hemos hablado muchas veces con el intendente (Righi), ¿qué vamos a hacer con los acres, con Campo Espejo, con Campo Paramillo? Hay que pedir, no sólo nosotros, sino la dirigencia política y social de la Provincia, si vamos a salir de la forma tradicional de producción…aun así necesitamos el agua y con tratamientos.
Entonces, necesitamos que el agua de estos acres sea tratada lo suficientemente bien, con la tecnología que ya está en el mundo, a fin de que los productores puedan producir alimentos de la calidad óptima que los consumidores necesitamos…después si vamos a discutir la matriz productiva es otro tema, pero comer, tenemos que comer todos».

Jaime se mostró muy crítico sobre la realidad ambiental en cuanto a lo productivo y la consecuente administración necesaria del agua: «con respecto al cinturón verde, he escuchado de gente que dice que se está desplazando y eso es un error conceptual. El cinturón estaba en ese lugar porque tenía determinadas condiciones para estar ahí, el estarse desplazando por razones inmobiliarias no significa que aguas abajo la tierra se ponga mejor. En Lavalle producimos como podemos con el agua que tenemos, que cada vez será menor».

La grieta por donde se filtra el agua

Para esta nota, Ricardo Giménez nos había solicitado «ampliar la opinión institucional» antes manifestada y se convino aceptar incorporarla. Aunque lamentablemente al cierre de esta decisión no pudimos acceder a dicha información debido a encontrarse el dirigente en un viaje laboral.

El tema del agua es que históricamente, en todas partes y tiempos del mundo, quien está más arriba tiene mayor poder sobre quienes están más abajo (valga la redundancia) de la cuenca, y por eso siempre se ha tendido a tomar decisiones unilaterales.

Esto, que en pleno siglo XXI podría haberse ya mejorado, parece aún no ocurrir. De hecho, esta semana el gobernador Rodolfo Suárez hizo pública la creación del Fondo de Agua del Río Mendoza, el cual tiene el apoyo económico de grandes empresas como Cervecería y Maltería Quilmes y Danone (inmensos agentes del lobby privado del preciado líquido vital).

Una alianza aparentemente inofensiva entre empresas y Estado, pero donde no existe participación de, por ejemplo, la Asamblea Popular por el Agua Pura, ni de organismos técnicos nacionales como el INA (Instituto Nacional del Agua), ni mucho menos (como era esperable) de los departamentos de las últimas zonas de riego del mencionado río, como sería Lavalle.

Por lo pronto, es evidente que, así como en diciembre de 2019 los sectores más diversos (y hasta opuestos) de la ciudadanía mendocina se aunaron para oponerse a la modificación de la Ley 7.722 a favor de la minería propuesta por la dirigencia del radicalismo, evidentemente el tema del agua demanda de mayores esfuerzos políticos en Lavalle para articular a los distintos actores a fin de elaborar estrategias que no generen grietas innecesarias. Esas, por donde filtran los recursos hídricos y con ellos, nuestro futuro.