Se trata de la renovación de la terminal de colectivos de Costa de Araujo, la cual sería el principio de varias otras en ese distrito.

El Despertador dialogó con el secretario departamental de Obras Públicas, Ing. Rolando Romera, quien nos brindó algunos datos sobre los próximos cambios en uno de los espacios más transitados por los lavallinos.

«Es una remodelación similar a la que se hizo en la terminal de Villa Tulumaya. Se refuncionaliza todo el edificio dándole una mirada más hacia el pasajero, con más luz, más vidriado y la accesibilidad.

Se mejoran las rampas, los accesos a las dársenas y toda una serie de renovaciones del edificio existente, además de todo lo que es la esquina: iluminación, parquización…»

El plazo de ejecución es de 180 días corridos desde la firma del acta para inicio de obra. El presupuesto inicial había sido en torno a los $24.000.000, pero Romera aclaró que: «ese presupuesto es viejo, esta obra está a consideración del Ministerio de Transporte, porque en la apertura dio cerca de los $40.000.000».

Para explicar mejor esto último, cabe aclarar que este proyecto es financiado en su totalidad por un subsidio del citado ministerio nacional, pero entre que se presentó la propuesta desde el Municipio hasta que se realizó la apertura de sobres (a principios de mayo) hubo tal incremento inflacionario que el único oferente presentó una propuesta de alrededor de un 80% por encima de lo estimado inicialmente.

Como la obra es financiada por el Estado nacional, deben autorizar el aumento presupuestario antes de que en Lavalle le den la adjudicación definitiva a la empresa que, por estar todavía pre-adjudicada, el funcionario prefirió no darla a conocer (aunque aclaró que es mendocina).

Con respecto a la razón por la que hubo un único oferente en la licitación Romera explicó: «eso no está pasando sólo acá, sino en todos lados: la inflación. Muchas empresas no se animan a presentarse y más cuando hay un presupuesto de seis meses o un año.

Hay muchas empresas que no se quieren arriesgar y otras que sí…el tema es así: nosotros hacemos un proyecto y lo presupuestamos a los precios de la fecha, hacemos la licitación hoy y la empresa tiene que prever los costos que va a tener a fin de año o cuando termine la obra. Entonces es una ecuación que termina dando valores muy distintos a los iniciales y por eso no muchas empresas se presentan.

Hay algunas que no vienen a Lavalle, hay otras que no van a otros lugares, pero sí a Lavalle. Nuestro departamento tiene además el tema de la lejanía, que algunas empresas miran mucho. Además, son obras de montos importantes y no todos los prestadores tienen los respaldos para poder hacer eso…son muchos factores…»

Con respecto a los beneficios de la remodelación más allá de lo estético, el secretario dijo: «esto está enmarcado en el plan de ordenamiento territorial, para dar más movilidad en la zona de Costa de Araujo y está enmarcado en un proyecto más grande pensando en el proyecto de ferrocarril que tenemos hasta la zona de Lagunas del Rosario y un parque semejante al Nativo en la zona donde estará la UDI…esto lo vamos haciendo con el financiamiento que tenemos a disposición, en este caso era un subsidio para terminales…».

ED: ¿Cuándo estiman que tendrán una respuesta de Nación con respecto a la remodelación?
RR: «Calculamos unos 30 días, porque ellos tienen que evaluar las partidas presupuestarias y, además, algo que en mi opinión tiene de bueno la gestión actual es que hacen un seguimiento fino de los costos. Es decir, ellos también sacan los costos más allá de lo que hacemos en el Municipio y por eso se toman entre 30 y 45 días».

ED: Esos lapsos de 30 o 45 días, que en otros momentos o países son irrelevantes en términos económicos, ¿no afectan en este contexto aún más los valores de la obra?
RR: «Las empresas ya contemplan esos tiempos de espera al momento de cotizar, ya tienen en cuenta que la adjudicación se va a demorar y que los tiempos de ejecución también. Seis meses siempre se extiende un poco más, pero esos valores ya los tienen previstos, por eso lamentablemente la obra pública resulta cara por todas estas ecuación, hay que hacer futurología».