El gobierno provincial presentó su proyecto de ley de presupuesto 2023 con fuertes cruces con el justicialismo mientras que el radicalismo departamental no pareciera tener una posición clara con respecto a obras para Lavalle.

El gobierno provincial presentó su proyecto de ley de presupuesto 2023 con fuertes cruces con el justicialismo mientras que al radicalismo departamental no pareciera interesarle la inclusión lavallina en la repartición.

A principios de mes el gobernador Suárez planteó su esquema presupuestario para el año próximo basado en tres ejes fundamentales: equilibrio de las cuentas públicas, reducción de impuestos y fortalecimiento de la inversión pública y privada.

Cuenta con un total de recursos por $771.183 millones de pesos y gastos por un total de $759.146 millones de pesos.

Con respecto a la construcción de infraestructura, el mandatario mencionó las que consideró más importantes:
– Acueducto Monte Comán-La Horqueta
– Doble vía del Este
– Ampliación de la traza del Metrotranvía hasta el aeropuerto
– El Plan Director de Optimización y Expansión de Agua Potable para el Gran Mendoza.

Analizando este punto, este plan de obras presentado por Cambia Mendoza a primera vista pareciera bastante equilibrado porque atiende necesidades en los cuatro puntos cardinales de la Provincia.
Sin embargo, lamentablemente el norte llega hasta Las Heras (con el metrotranvía y la mejora hídrica), pero Lavalle queda afuera una vez más.

No obstante, las críticas a la propuesta del gobierno provincial no terminan allí. Recientemente distintos dirigentes del PJ tuvieron fuertes cruces con el oficialismo debido a una aparente falta de sinceridad en el proyecto de ley presupuestaria y, por ende, se oponen a autorizar más endeudamiento.

Uno de esos referentes es el economista Nicolás Aroma, quien estuvo brindando una charla al respecto en Lavalle la semana pasada.

La principal crítica que le hacen al presupuesto de Suárez es que no «sincera el superávit». Aroma explica que -utilizando los mismos datos propiciados por el Ministerio de Hacienda provincial- «arrojan para este año un superávit fiscal de más de 50.000 millones de pesos que se suman al de 30.000 millones del año pasado, pero esta proyección cuando la llevás al final de este año no está por debajo de los 100.000 millones de pesos.

Es decir, al gobierno le van a sobrar en su ritmo de ejecución de gastos 100.000 millones de pesos este año…no están queriendo sincerar ese superávit que permitiría pagar el primer vencimiento de deuda del año que viene de forma muy relajada y alcanzaría incluso para financiar las obras que se piden con endeudamiento…»
El economista explica que este superávit (que sobre dinero por encima de los gastos) se debe a un incremento de los recursos provenientes de la Nación. Esto, por un lado, por razones inflacionarias, pero por el otro por un crecimiento de la economía en relación con años anteriores; «pero no así los gastos».

Es decir que, según Aroma, se invierte menos de lo que se debería en obras y -especialmente- en salarios.

A modo de ejemplo menciona que «hasta agosto sólo se había ejecutado el 33% de lo que se había previsto invertir en obras públicas para este año».

ED: Pero, ¿no sería mejor para una gestión demostrar que está teniendo superávit en lugar de argumentar que tiene necesidad de endeudamiento?
NA: «Eso es lo que venía haciendo el gobierno, era una de sus banderas políticas hasta que empezaron a venir los sindicatos docente y de la salud a reclamar aumentos salariales. Entonces, de repente, el superávit que era en ese momento de 40.000 millones, el mismo ministro dijo que era de 4.000 y no de 40.000. Porque claro, cuando uno muestra los números tiene que empezar a sincerar por qué los salarios están muy bajos, por qué no se les paga a los maestros un salario digno con respecto a la inflación y también por qué no se ejecuta la obra pública».

Al preguntarnos entonces, cuál es la necesidad de la deuda, Aroma nos da una explicación tan razonable como indignante. «Hay una idea de que la deuda el gobierno siempre la puede administrar…en el medio hay cuestiones poco transparentes como comisiones de alto monto que se pagan en cada una de las reestructuraciones en nuevas colocaciones y nuevas colocaciones…hay cuestiones de comisiones de bancos y agentes que se meten y que tienen su tajada con cada reestructuración…»

El economista explica de que es importante que el gobierno sincere su superávit y lo use para las obras necesarias y para brindar salarios dignos, una vez satisfechas estas necesidades pensar cuánta y para qué se necesitaría la deuda.

Una defensa «muy floja de papeles»

El senador radical Martín Kerchner criticó los cuestionamientos del PJ porque dice que dicho superávit no es tal debido a que en el primer semestre hay más ingresos por Impuesto Automotor e Inmobiliario, pero en el segundo ya no están y se deben pagar aguinaldos. A esto se le llama, dijo, la «estacionalidad de los recursos».

Aroma afirma que en eso el senador «está mintiendo» porque los impuestos mencionados «son casi nada en el presupuesto provincial» y que hoy principalmente Mendoza se financia «con recursos nacionales más ingresos brutos, que no son estacionales» y que en sus cálculos «ya estaban considerados los aguinaldos».

Además, comenta que, siguiendo la lógica de Kerchner, todo lo que no se ha ejecutado en obras públicas se haría en los últimos cuatro meses del año, «algo que no ha pasado en ningún año del gobierno de Suárez…es una argumentación muy floja de papeles».

Una propuesta distinta

Se le pidió a Nicolás Aroma que explique lo que propondría él para una ley de presupuesto. Él comenta que «lo primero que hay que hacer es usar el superávit para pagar el primer vencimiento de deuda que tomó en dólares Cornejo y no volver a endeudarnos tomando deuda cara en pesos, saliendo del círculo vicioso de endeudarnos para pagar deudas, y luego definir qué hacemos con el resto (del superávit).
Argumentó que es imprescindible invertir en salarios más dignos, sobre todo para el sector de la salud y la educación; pero también invirtiendo en infraestructura como escuelas y hospitales.

También enfatizó en dejar de generar un superávit ficticio (porque se logra sub satisfaciendo necesidades). Ejemplificó que la OSEP tiene una deuda de 6 mil millones de pesos «que no está contemplada en el presupuesto» y que perfectamente podría pagarse con lo que actualmente le sobra al gobierno de Suárez a fin de que los afiliados de la mayor obra social del oeste argentino tengan mejor cobertura.
«No se puede tener equilibrio fiscal sin equilibrio social», declaró.

Una mirada para Lavalle

Hablando específicamente de la realidad departamental se le pidió a Aroma que dé su visión sobre lo que necesitaría Lavalle al momento de ser incluido en un presupuesto provincial. Comentó que los presupuestos «son muy centristas, todos los lugares que estén alejados de las zonas céntricas están muy relegados…los índices de pobreza son muchos más altos…el único que puede modificar esto es el Estado a través de un desequilibrio de los recursos para compensar un desequilibrio productivo, si no vamos a seguir con una provincia muy despareja. Es el reclamo de los lavallinos, pero también de La Paz, Santa Rosa…»

A quien le caiga el poncho

Se le planteó al especialista miembro del PJ por qué estas mismas pautas de salarios dignos y federalismo no se aplicaron en las últimas gestiones peronistas (ya que si bien puede que el centrismo y la falta de inversión pueden haber crecido con Cambia Mendoza, la realidad es que ya existían).

Sobre esto Aroma dijo: «habría que preguntarle a los que estuvieron en esas gestiones, no estoy de acuerdo, el problema se ha replicado en esas gestiones y es una falencia, no hay una justificación para eso. Hay que preguntarles por qué no hicieron mayores esfuerzos…»

¿Qué pasa con el radicalismo lavallino?

Se le consultó al concejal radical Herman Mercado cuáles son los pedidos concretos que su partido había hecho a la Provincia para incluir en el proyecto de presupuesto 2023. «Todavía no hemos manejado ese ingreso de algún pedido porque no sabemos, primero, con qué nos vamos a topar a nivel departamental. Estamos analizando las situaciones esperando el presupuesto departamental y saber cómo podemos pedir a Provincia un plan de obras en algunos detalles que pueden ser necesarios».

ED: ¿O sea que, a la fecha, ustedes no hicieron un planteo específico a la Provincia para Lavalle?
HM: «No, desde el Concejo Deliberante todavía nada».
No obstante, Mercado aclaró que seguirán acompañando reclamos de los vecinos cuando fuese necesario como con el trasporte (reclamos, pero no habló de inversiones concretas en el presupuesto).

Las respuestas del edil lavallino resultan un tanto desconcertantes. En primer lugar, porque siendo de la misma fuerza política que gobierna Mendoza podrían -él y los demás funcionarios radicales del Departamento- haber solicitado obras dentro de las discusiones partidarias internas sin necesidad de pasar por el HCD (algo ahora imposible porque el Ejecutivo provincial ya presentó su proyecto).
Pero lo que llama más la atención es que se espere a conocer el proyecto de presupuesto departamental siendo que, en todo caso, este último depende en algún punto del de Provincia y no a la inversa.

Por otro lado, preocupa que Mercado hable de «detalles» en los que el gobierno de Suárez podría acompañar a Lavalle cuando la construcción de escuelas y hospitales es responsabilidad suya, por ejemplo.

Pero también surgen otros interrogantes: conociendo que una buena parte de los lavallinos toma agua con niveles de arsénico superiores a los avalados por la OMS ¿no se les ocurrió incluir a esta jurisdicción en el Plan Director de Optimización y Expansión de Agua Potable del que se ufana el Gobernador? Así como se plantea el acueducto del sur, ¿no pensaron en acelerar la impermeabilización de cauces para la cuarta zona de riego?

Estas y muchas otras incógnitas surgen en medio del escaso y desconcertante discurso del radicalismo local.