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13 de febrero de 2023

Algunos datos de por qué la OSEP está fundida

  •   Por Franco D´Amelio
           

La Obra Social de los Empleados Públicos de Mendoza viene acarreando una situación crítica desde hace tiempo. En año electoral ambos partidos mayoritarios presentan proyectos para rectificar el deplorable curso de la entidad, pero poco se menciona la reducción de gastos que serían sospechosos.

En la semana que se fue el proyecto del gobierno para corregir el inmenso déficit del organismo que tiene afiliado a cerca del 20% de los mendocinos sumó más adeptos políticos mientras que los afiliados en general, algunos intendentes y los sindicatos lo rechazan.
Actualmente de cada salario bruto estatal mendocino OSEP toma el 12%. La mitad lo aporta la patronal y la otra mitad el trabajador.

El motivo de la desaprobación es que la propuesta del gobernador apunta a incrementar en alrededor del 1% los aportes del Estado (tanto provincial como municipal).

Mientras que los afiliados por el afiliado directo un aporte de 0,25%, y por los afiliados indirectos un aporte de: 0,75% para un (1) indirecto a cargo, 1,50% para dos indirectos a cargo, y 2,25% para tres (3) o más indirectos a cargo.

Es decir, que una familia con un afiliado directo y tres indirectos (cónyuge e hijos, por ejemplo) pasaría a aportar un 2,25% más.

El justicialismo presentó un proyecto propio de la mano del senador Lucas Ilardo que podría beneficiar a la mayoría de los casi 400.000 afiliados mendocinos.

Básicamente, establece que los funcionarios políticos y judiciales con salarios mayores a siete Salarios Mínimos Vitales y Móviles (SMVM) aporten el 10% de sus sueldos a la obra social, mientras que los afilados que menos ganen aportarían sólo el 4%. De esta forma, se estima que la OSEP podría recaudar $500 millones más que en la actualidad.

Esta segunda propuesta resulta obviamente mucho más atractiva para la mayoría de la población que la del radicalismo.

Pero en esto salió al cruce Mario Vadillo, diputado mandato cumplido y presidente del Partido Verde, quien cruzó no sólo a Súarez sino también al PJ.

Dato 1: los «ñoquis»

En una publicación de su autoría difundida por MDZ dijo que existe un punto que ninguno de los partidos mayoritarios quiere mencionar y es la cantidad de «ñoquis» incorporados por ambas fuerzas políticas.

“El uso de la OSEP para poner ñoquis y conchabo político de ex-funcionarios. El gasto de la OSEP de 11.000 millones de pesos que explican la terrible situación de OSEP corresponde al personal. En el 2021 «los conchabos políticos» aumentaron a 3.170, lo que genera un costo de 948 millones mensuales, es decir, un promedio de salario de 299.000 pesos.

En el 2007 la obra social funcionaba con 2.300 personas de planta permanente a los 3.444 del 2023 más 221 contratados. La diferencia no fue en más médicos y especialistas sanitarios, sino ñoquis de altos sueldos como abogados, contadores y conchabos políticos de ex-funcionarios. Este es el gasto más difícil de bajar, porque los dos partidos mayoritarios tienen su propia gente e impiden que se controle la función y eficiencia. La prueba es que Suarez habla solo de aumentar los descuentos a los afiliados y nunca de tocar los gastos» afirma Vadillo.

Dato 2: los aparentes negociados con la Industria Farmacéutica

«El mayor gasto, unos 17 mil millones que representa un 35% del presupuesto, y dónde más impericia, por decirlo de alguna manera, tienen los directivos de OSEP es el contrato que tienen con la industria farmacéutica donde se compra los medicamentos de marca con un enorme sobreprecio. A lo que se le suma los atrasos de meses e incluso años en los pagos que terminan siendo un negocio financiero también para los proveedores. De hecho en julio del 2021, se tuvo que incorporar $2.225 millones en bonos de emergencia destinados a cancelar deudas de los años 2019, 2020 y 2021 de la industria farmacéutica. En el 2022 Suarez tuvo que salir a cubrir un convenio con $500 millones.

Lo que en otras jurisdicciones, obras sociales del porte de OSEP han logrado mejores precios comprando medicamentos genéricos y usando la red nacional de laboratorios públicos de producción de medicamentos y proveedores locales. Recordemos que en Mendoza contamos con un laboratorio llamado LAPROMED, el cual se había creado para la realización de medicamentos de baja complejidad y alta demanda pero nunca se lo impulsó estando hoy abandonado, que desde el proyecto aprobado en el 2020 por mi parte para que se le otorgara el presupuesto necesario para poner en funcionamiento y bajar los gastos para toda la provincia de medicamentos» continúa el presidente del Partido Verde.

Dato 3: la campaña que pagó el pueblo y la publicidad más cara

El 28 de agosto de 2022 El Despertador entrevistaba a un funcionario con más de 15 años de antigüedad en la obra social que denunciaba cómo una buena parte de la deuda de este organismo se generó con el aval del actual precandidato a gobernador y por entonces gobernador Alfredo Cornejo en 2019.

«La OSEP tiene un presupuesto para este año de unos 23.000 millones, pero tiene una deuda acumulada de 10.000 millones de pesos» , comenzó nuestro entrevistado a quien protegimos denominando «X».

«Esta deuda se generó en el último semestre de gobierno de Cornejo. Fue luego de una reunión en Buenos Aires en la que el (por entonces) gobernado hizo un acuerdo con los principales laboratorios del país.
Accedieron a retrasar el cobro de sus productos con la promesa de recibir al año siguiente lo que les correspondía más un 40%.
Esos fondos fueron utilizados para la campaña de Macri, quien al ganar la presidencia seguramente les daría alguna compensación adicional…»

ED: Pero, ¿mediante qué instrumento habría podido Alfredo Cornejo hacer eso? Digo, estamos hablando de 10.000 millones…
X: «Lo pudo hacer porque OSEP no es quien recauda su propio financiamiento, sino el Gobierno de la Provincia por medio del Ministerio de Hacienda retiene el 6% del salario bruto de los empleados públicos, pero se lo va dando a la obra social de manera discrecional, no le da todo el dinero junto, eso le permite poder mover esos ingresos de un sitio a otro…»

ED: ¿O sea que, según lo que Ud. dice, el dinero para pagarle a los laboratorios estaba, pero se habría usado con fines políticos?
X: «Así es, pero Macri no sólo no salió presidente, sino que en 2020 vino la pandemia y no hubo aumentos salariales ni en los coseguros, así todo se pasó para el 2021 y luego se siguió arrastrando hasta formar el descomunal monto de 10.000 millones».

La pregunta es cómo se pudo mover tanto dinero sin levantar sospechas en los registros públicos. La respuesta de X fue tan simple como preocupante: los gastos en publicidad de OSEP.

Es que lo que se denomina “pauta oficial”, que es el presupuesto en difusión en medios masivos de comunicación que tiene cada organismo público, no es controlado en la práctica por la misma obra social sino desde el Ministerio de Salud en sí.

Entonces, se pueden hacer facturas con sobreprecios por este ítem y luego sacarla por medio de empresas publicitarias o medios amigos del gobierno y reingresarla como aportes de campaña como dinero privado.

Hasta aquí podría parecer algo descabellado, pero en abril del año pasado la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de San Rafael se plegó a un comunicado de Afiliados Autoconvocados de la OSEP donde se denuncian los llamativos montos en publicidad.
Es que, haciendo la actualización por inflación, entre 2016 y marzo de 2022 la obra social gastó casi 500.000.000 en ese rubro según datos suministrados por la misma obra social y la actualización según datos del INDEC.

La APDH sanrafaelina expresó el año pasado al respecto: «el gasto en concepto de pauta publicitaria luce como exorbitante en una obra social donde los prestadores suelen suspender los servicios por falta de pago. En una obra social que no compite comercialmente con otras, la pauta publicitaria es un gasto superfluo que sustrae a las personas beneficiarias al derecho a la salud»

El lector podrá creer o no en los argumentos en esta nota expuestos, pero, más allá de los datos que los avalarían, hay un dato indiscutible: ni el justicialismo ni Cambia Mendoza han querido siquiera mencionarlos en sus proyectos de salvataje.


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