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31 de marzo de 2023

Elecciones 2023: Righi candidato y un frente con demasiadas indefiniciones

  •   Por Franco D´Amelio
           

Los comicios de este año se parecen más a una intrincada serie de Netflix que a la realidad que solíamos tener. En medio de lo atípico de este año se ven las luces y sombras de los partidos mayoritarios y la incapacidad de vencer sus propias debilidades en favor de una propuesta política sólida para la ciudadanía en todos los niveles.

¿Por qué se puede decir que este año es diferente en términos político-electorales? Algunos de los factores podrían ser los siguientes:
– A nivel nacional el oficialismo ha perdido fuertemente popularidad principalmente -pero no exclusivamente- por su incapacidad para normalizar la economía.
– La oposición nacional liderada por la alianza UCR-PRO se halla con internas feroces a diferencia de ocasiones anteriores.
– Surge como tercera fuerza Javier Milei, un político claramente extravagante con ciertas críticas acertadas, pero con propuestas que rozan la inconstitucionalidad en algunos casos y que hacen inviable el sostenimiento real de un gobierno democrático.
– En Mendoza cinco intendentes no pueden ser reelectos, como es el caso de Roberto Righi.
– Cambia Mendoza, aunque ha logrado una unidad aparente, ha dejado ver crujientes grietas en los municipios, a diferencia de años anteriores donde ocurría lo contrario.
– El justicialismo, lejos de haber aprovechado la abrumadora derrota de las elecciones de medio término para rearmarse, aprender y demás, se encuentra más desorientado que nunca en los últimos 15 años.
– Por último, pero no por eso menos importante, la tercera fuerza en cuanto a intención de votos es el voto en blanco.

A todos estos ingredientes se le agregan ciertos condimentos que podrían hacer de la receta un cóctel mortal para varios alfiles políticos de distintos frentes y, peor aún, perjudicar al conjunto de la población.
Recientemente el programa televisivo 7D entrevistó al intendente lavallino Roberto Righi anticipando la posibilidad de que éste se postule como precandidato para la gobernación.
Sin embargo, luego de los poco más de 15 minutos de entrevista fueron pocas las definiciones que dio el mandatario local.
Pero hay algo que sí quedó muy en claro: el justicialismo se encuentra en una crisis institucional y de representación fuertísima a nivel provincial.

Esto se ve no sólo en que, ya terminando marzo, todavía no tenga una fórmula principal clara y que sigan sumándose precandidatos a un ritmo que ni siquiera los del mismo frente pueden seguir.

Esto quedó en evidencia cuando le consultaron a Righi cuáles eran los cuatro precandidatos justicialistas y sólo pudo nombrar a dos: Martín Hinojosa (INV) y Alfredo Guevara. Le faltaron Nicolás Guillén y también el polémico José Luis Ramón.

Lo curioso de esto es que dentro de los departamentos peronistas (Maipú, San Rafael, Lavalle, Tunuyán, Santa Rosa y La Paz) las cosas parecen estar bastante ordenadas, mucho más que en Las Heras, por ejemplo. Donde uno de los candidatos que se veía más potable y con mayor gestión real para respaldarlo (Daniel Orozco) tuvo que bajar a la precandidata Janina Ortiz para la intendencia y posicionar al presidente del HCD Martín Bustos en tanto que solicitó la renuncia de todo su gabinete para sosegar las feroces internas y «operaciones políticas» que incluyeron a dirigentes como Julio Cobos que abiertamente lo cuestionó.

Algunos podrían decir que en Lavalle también se pidieron renuncias de altos cargos. Es cierto, pero no se trató de un indómito gabinete completo, sino de tres directores que no se alinearon con la precandidatura de Gerardo Vaquer. Por lo que podría verse, justamente, como un acto de autoridad y no de descontrol.
Otros especulan que es una debilidad y que será aprovechada por el radicalismo. Esto último es cierto, y también es verdad que únicamente gracias a la intervención de Libres del Sur Cambia Mendoza ha tenido por fin presencia en los barrios lavallinos. Pero esto es un caso muy puntual y aún así está en duda si eso será suficiente para que Lucas Luppo gane en un departamento tan descuidado por la Provincia y con tantos años de ausencia real de militancia barrial radical.

Entonces, vemos en lo departamental un radicalismo debilitado en algunos sitios, con falta de consenso a veces, y con falta de militancia en las calles en otras.

Sin embargo, en lo provincial ocurre exactamente lo contrario, mientras Cambia Mendoza se encolumnó bajo la candidatura de Alfredo Cornejo (no sin heridas internas) y muestra una imagen sólida y unificada, el peronismo parece más un adolescente indeciso que un movimiento político de una fuerza avasallante como en décadas anteriores.

Es decir, los municipios y la Provincia son universos paralelos donde los roles se invierten y quienes están débiles de un nivel se ven fortalecidos en el otro.

La entrevista televisiva a Roberto Righi antes mencionada es una clara radiografía del estado real del ex Frente de Todos ahora llamado Frente Elegí (una clara señal del desgaste que ha sufrido en los últimos tres años especialmente y que obliga a dar una lavada de cara).
En ese espacio periodístico las propias colegas del canal de Daniel Vila urgían al intendente lavallino a que su frente tomara definiciones ante los reiterados «hay tiempo» que repetía el entrevistado.
Más allá de las especulaciones de raiting, la verdad es que las profesionales están en lo cierto: el justicialismo y sus socios si hay algo que no tienen (además de acuerdos robustos y una dirección clara) es tiempo. Dado que cada día de vacilación le da ventaja al Frente Cambia Mendoza, que podrá no tener una propuesta de gobierno íntegra y beneficiosa para las mayorías, ni ideas innovadoras, ni valores reales a representar; pero tiene una propuesta concreta (ineficiente, agresiva e inequitativa), pero la tiene y la acompaña de un avance organizado y seguro a nivel provincial.

Sin querer queriendo Righi aventuró una posible fórmula con Emir Félix para la gobernación.

En tal caso podría ser positivo porque sería tener gobernantes provenientes de los puntos más distantes de la geografía mendocina y con más posibilidades de equilibrar la inequidad en la ruralidad o «en cualquier lugar a más de 10 kilómetros del kilómetro cero»; de la que con autoridad habló el lavallino.

No obstante, no hace falta ser un profeta para darse cuenta que, incluso enderezando el bamboleante timón del Frente Elegí, los descuidos de los tres últimos años sumados a un gobierno nacional en declive pronostican un nuevo triunfo del cornejismo en la Provincia…aunque tal vez haya posibilidad de salvar algún municipio perdido si se toman acciones acertadas y se superan las mezquindades políticas en pos de proyectos de gobierno a largo plazo.

Este último punto es el que nos compete a todos: demandar a los partidos y sus candidatos propuestas claras; políticas de Estado a largo plazo; proyectos de integración social de los sectores más vulnerables y el fortalecimiento en todo sentido de las instituciones provinciales donde actualmente hay debilidad histórica.


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