El fallecimiento del padre de familia embestido en la madrugada del 26 de marzo sigue sin ser resuelto y los allegados de la víctima piden ayuda para identificar al autor.

Marcos Molina (32) fue encontrado sin vida en la mañana del domingo mismo cuando un persona dio alerta a las autoridades de que había un cuerpo yaciente en la ruta provincial en las cercanías a la escuela Juan Bautista Alberdi, en el distrito de Costa de Araujo.

Según relata Miriam, hermana de la víctima, la colisión se habría producido entre las 6:40 y 6:45 de la mañana y dice acongojada: «no se sabe nada, quién fue el que chocó a mi hermano».

El hombre era albañil y realizaba trabajos ocasionales varios con los que sostenía a su familia compuesta por su mujer y tres hijos menores de edad: un niño de doce, una niña de diez y un pequeño de ocho años.

Cronología de los hechos

En la noche del sábado 25, Marcos salió junto a uno de sus hermanos a cenar en la casa de otro de sus hermanos en Villa Tulumaya.

Luego de eso, estos dos varones fueron hasta la parte urbana de Costa de Araujo donde ambos hermanos se habrían separado quedando Marcos en compañía de unos amigos suyos.

Evidentemente, Marcos se dirigía de regreso a su hogar en el momento del accidente vial ya que vivía aproximadamente a unos ochocientos metros de ese sitio.

Con respecto a la zona ¿una tragedia evitable?

El sitio del hecho es definido por Miriam Molina como «una zona bastante oscura…está la escuela Alberdi, ahí está el último foco…no hay nada, es una zona sumamente oscura y ahora (que se viene) el invierno es de noche cuando los chicos van caminando a clases…el año pasado me parece que los padres de la escuela hicieron un reclamo (por la falta de iluminación), pero hasta ahora nada».

Sobre este tema dialogamos con Rolando Romera, secretario de obras y servicios públicos de la Municipalidad de Lavalle, quien reconoció la falta de iluminación en el tramo posterior al establecimiento educativo, pero aclaró: «esta es una ruta provincial, por lo que es responsabilidad de Vialidad Provincial la iluminación.

Sin embargo, nosotros venimos trabajando con el objetivo de unir tramos iluminados. Cada año nosotros apartamos una parte del presupuesto para ir comprando luminarias LED a fin de ir avanzando en esto, pero los costos son elevados para nosotros.

Entre poste, luminaria y los cincuenta metros de cable que debe haber como máximo entre cada poste son 250 mil pesos y en desde la escuela hasta el barrio La estrella deben haber aproximadamente unos 3 kmts, es decir, unos 15 millones de pesos».

Pese a esto, Romera declaró que «es entendible que se pida más iluminación para ese lugar», por lo que dio a entender que está planificado hacerlo, aunque descartó que se pueda llegar este año a cubrir ese tramo.

En tanto, volvió a aclarar que, si bien el Municipio está haciendo su esfuerzo, es responsabilidad principal de la Provincia.

En búsqueda de pistas

Los datos precisos sobre la cantidad de amigos, quiénes son y demás, Miriam y sus hermanos los facilitaron a la Policía de Investigaciones y prefirió no darlos a conocer con mayor detalle para no entorpecer los procedimientos.

Se le consultó algo muy duro, pero relevante: si los registros del lugar en cuestión y los aportes forenses podían arrojar luces sobre el tipo de vehículo que embistió al lavallino.

No obstante, Miriam dijo que: «los datos de la necropsia recién estarán disponibles entre 40 y 50 días (posteriores al hecho) …es un montón, para nosotros es una eternidad, queremos saber…»

La percepción de tardanza podría interpretarse por causa del dolor de los familiares, pero objetivamente hablando pensar en un lapso de casi dos meses para obtener los datos de una autopsia verdaderamente resultan inconcebibles en una provincia cuyo gobierno se jacta de la «eficiencia» de su gestión.

Cabe pensar que, dadas las condiciones de iluminación de la zona, la falta de pasarelas peatonales, barandales de contención y demás elementos de seguridad, el hecho de que Marcos Molina haya sido embestido pueda catalogarse como un accidente y no como un homicidio intencional.

No obstante, lo que más llena de impotencia a los familiares es el hecho de que el responsable no se haya detenido a pedir ayuda y haya dejado a este padre de familia abandonado.

Eso no sería sólo una cuestión moral, sino una obligación legal. Por eso el Código Penal Argentino en su artículo 106 dice: «el que pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonado a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado, será reprimido con prisión (…)

Si ocurriere la muerte, la pena será de cinco (5) a quince (15) años de reclusión o prisión.»

Es que es una cuestión de dignidad humana el prestar ayuda, incluso si hubiese sido inevitable el accidente.

Al hablar con Miriam Molina en nuestra entrevista, por momentos se le quebraba su voz, especialmente al hablar de sus pequeños sobrinos.
Por eso, los familiares piden a cualquiera que pueda aportar alguna información útil para hallar al responsable que lo informen (puede ser de manera anónima) a las autoridades a fin de que se haga justicia.