Lautaro Jiménez es maestro y el candidato a gobernador por el Frente de Izquierda y los Trabajadores. De tradición docente, estuvo de paso por Lavalle para dialogar en el programa de La Noche con Vos que entrevistó a todos los candidatos a gobernador de la provincia. Lautaro aprovechó para visitar la redacción y dejarnos una foto. Su mirada sobre Mendoza y algunas interesantes respuestas a los dilemas planteados.

ED: ¿Qué es lo más urgente en la provincia?

LJ: ¡Buenos días Jorge!, unir la fuerza de los trabajadores, las mujeres y la juventud para terminar con el empobrecimiento de nuestras familias. Conquistar un sueldo mínimo y jubilaciones que cubran la canasta familiar. La formalización del empleo, terminando con la precarización laboral y el empleo no registrado que hoy divide a nuestra clase y nos debilita a todos para poder defendernos frente al ajuste, la inflación, los despidos y las reformas laborales de hecho, que vienen imponiendo en muchos sectores. El derecho a tener una vivienda propia a través de un plan de créditos y construcción de viviendas para la clase trabajadora, la reglamentación de los alquileres que se han vuelto impagables, y la creación de un banco de tierras para la construcción de barrios que den una solución progresiva al hacinamiento y el déficit habitacional. El aumento del presupuesto de la Educación y la Salud Pública. En las Escuelas estamos sin las herramientas ni el acompañamiento necesario para poder abordar las situaciones críticas que viven las infancias y adolescencias hoy, las familias que no tienen cómo comprarle zapatillas y útiles escolares a sus hijos. Terminar con los privilegios de los políticos que cobran dietas de $800.000 mientras los obreros de viña deben sobrevivir con sueldos que no llegan a los $80.000 y docentes que cobran entre $110.000 y 130.000. Tener una voz en las próximas elecciones que pueda plantear estas cosas es urgente también, por eso le pedimos a las mendocinas y los mendocinos que el 11 de Junio nos acompañen con su voto.

ED: ¿Qué factor hizo que fueran perdiendo terreno frente a los verdes primero y los libertarios después?

LJ: no veo que ningún partido político haya ganado terreno en los últimos cuatro años en Mendoza, tampoco ahora. Creo que estamos ante una gran fragmentación del mapa político y las expresiones electorales. Todo está en desarrollo y reconfigurando a las fuerzas políticas que van a afrontar la crisis social, económica y política que desagarra el país. A diferencia de los partidos a los que hacés referencia y que nadie sabe lo que son realmente o que harán mañana. El Frente de Izquierda se ha consolidado, tiene una trayectoria coherente. Ha pasado muchas pruebas, procesos sociales y políticos. Y lo sigue haciendo, con sus mismos principios y la coherencia de sus referentes políticos: Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Noelia Barbeito, siempre están del mismo lado, construyendo y defendiendo el mismo programa. Al mismo tiempo que se va renovando con nuevas apuestas y figuras, por todo el país y la provincia.

ED: ¿Cómo evalúan la elección de abril en Lavalle?

LJ: Fue el primer paso para la presentación de un nuevo referente: el profesor Esteban Rodríguez. Me pareció muy valiosa su capacidad para debatir y expresar nuestras ideas, y también la gran humildad que trasmite como persona. También el esfuerzo enorme que hicieron nuestras compañeras y compañeros en Lavalle haciendo una campaña a pulmón. Les tocó presentarse en un escenario complejo por la fragmentación del oficialismo y las expectativas que generó la candidatura de Edgardo González como una promesa de renovación, que atrajo a mucha gente. Y por otro lado, el escepticismo en que ir a votar sirviese para cambiar algo, que hizo que muchísimas personas no se presentasen a votar. Las primeras candidaturas, sobre todo en elecciones ejecutivas, siempre representan una prueba difícil. Hay que ser persistentes y coherentes en el tiempo, eso es algo que mucha gente valora y abre perspectivas hacia adelante.

ED: ¿Cómo se explica que la tercera opción para la juventud es la derecha? 

LJ: No comparto tal juicio, me parece equivocado. La juventud atraviesa sus propios procesos políticos, y nadie sabe si la derecha o sus representantes como Milei, será la primera opción (como afirman varios encuestadores), la segunda, la tercera o la última opción. Los macristas y kirchneristas se quejan mucho y afirman que les cuesta llegar a los jóvenes. Quieren atribuirle el crecimiento de la derecha a la juventud, no a sus fracasos. Nosotros no compartimos esa lectura. La juventud está buscando alternativas en un escenario de crisis muy profunda y es lógico que surjan fenómenos de todo tipo y muy cambiantes. Son los políticos tradicionales los que se están haciendo de derecha, el kirchnerismo devenido en massimo, el radicalismo devenido en bullrichismo. Cuando ellos dicen que la juventud se hizo de derecha, es bastante cínico. En nuestro continente, la juventud es la que viene enfrentando en las calles a los gobiernos de la derecha. Nuestro país mostró ese mismo fenómeno con la marea verde que derrotó a los antiderechos y los dinosaurios que estaban al frente de los partidos políticos mayoritarios. Y en Mendoza fue la juventud la que resistió la represión contra los que defendíamos el agua y la Ley 7722, la solidaridad con la rebelión chilena, las protestas contra los femicidios y la violencia estatal contra las mujeres. Para construir una gran juventud revolucionaria y socialista no hay recetas, ni tiempos predeterminados de ante mano, hay que escuchar mucho a la juventud y acompañar su experiencia sin pretender que repitan nuestros pasos. Tienen que confiar en su capacidad para formarse, luchar y hacer su propio camino colectivamente.

ED: ¿Lo atomizado del peronismo y el factor De Marchi es una oportunidad para el FIT?

LJ: No, esas divisiones tienen que ver con estrategias electorales de los partidos mayoritarios y oportunismos políticos personales. En lo fundamental, que es darle gobernabilidad al ajuste, a los programas del FMI, al avance del extractivismo y hacerle creer a la gente que no queda más opción que resignarse a que no hay alternativas; se ponen rápidamente de acuerdo. Ilusionarse con atajos es tan negativo como resignarse ante los discursos pesimistas sobre los que hablábamos antes. No hay atajos ni caminos fáciles para una izquierda de los trabajadores. Todo lo que podamos crecer va a tener que ver con lograr que más mendocinas y mendocinos se identifiquen con nuestras propuestas, con la idea de que un maestro puede ser un buen candidato a gobernador, dándole voz a problemas que los otros ocultan y a propuestas que tienen que ver en confiar en la enorme fuerza que tenemos cuando nos unimos desde abajo para defender nuestros bienes comunes, conquistar derechos y transformar la realidad.