Sólo en agosto hubo cinco robos domiciliarios y de otra índole. En uno de los casos los dueños de casa fueron maniatados por los delincuentes. Cruces de versiones dentro de la policía.

Los acontecimientos se han focalizado sobre la ya mencionada calle entre 9 de julio y el cruce con Tres de mayo, desde agosto hasta el Día de la primavera. Los vecinos se mantienen en alerta permanente y se han realizado reuniones con autoridades políticas y del Ministerio de Seguridad. Si bien se ha mostrado mayor presencia policial en la zona, los residentes reclaman mejoras permanentes como cámaras, garitas y otras.

Cronología

Durante agosto hubo media decena de robos en las cercanías a la ruta provincial 27, pasando la curva de 9 de julio y también sobre 25 de mayo.

Según relata un vecino: “rompían las rejas y se llevaban electrodomésticos, dinero y revolvían las casas”. A un varón, de hecho, lo asaltaron mientras estaba regando. También a otro ciudadano le sustrajeron implementos agrarios y a un camión le robaron cuatro ruedas.

Con este último hecho, ya hastiados por los reiterados delitos, vecinos de calle San Martín de Tulumaya (entre calle 9 de Julio y Ruta 36) se presentaron el lunes 28 del mes pasado en la comisaría 17 para reclamar por mayor seguridad y se les dijo que existía la posibilidad de utilizar una garita que se hallaba en las instalaciones policiales de calle Belgrano para trasladarla a la zona de los hechos.

Allí el personal les pidió que solicitaran formalmente una reunión con el comisario, por lo que se presentó una nota para que acudiese el 4 de septiembre a las 19:00 en un local de comidas ubicado en San Martín 4617.

A esta reunión estuvo invitado el intendente saliente Roberto Righi, pero finalmente (y con cierta lógica) quien asistió fue el intendente electo Edgardo González.

Quien tampoco se presentó fue el comisario de la 17, en su lugar acudieron un oficial principal de dicha dependencia policial y otro del Grupo Operativo Lavalle. Redactaron un acta resumen de dicha reunión y se la enviaron al Jefe Departamental comisario David Ramona donde le solicitaron la mencionada garita y más controles.

Hechos aún más graves

Sin embargo, sólo cinco días después de la reunión, ingresaron a mano armada al domicilio de unos vecinos de la zona. Golpearon a los integrantes y los ataron mientras robaban sus bienes, incluyendo un auto. Luego de estar más de una hora y media inmovilizados, las víctimas lograron desatarse y solicitar ayuda a los vecinos.

A raíz de este cruento hecho los locales volvieron a solicitar reunirse con las autoridades. Esta vez fueron atendidos por el Jefe Departamental en su oficina. Estuvieron presentes también Edgardo González y la directora de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad, Milagros Suárez.

Uno de los vecinos presentes comentó que el comisario Ramona les explicó que: “…la garita que nos habían prometido no la podían llevar porque no correspondía a esta zona”. Además, el comisario general aclaró un punto que dejaría ver una aparente contradicción dentro de la fuerza.

El vecino entrevistado, que prefirió que se resguardara su nombre dijo: “en la reunión que tuvimos el 4 de septiembre, los policías que fueron dijeron que faltaban móviles y personal, pero el Jefe Departamental nos dijo que eso no era así, que sí había personal y móviles y que iba a aumentar la frecuencia de los recorridos. Nos prometió más controles y seguridad en la zona.”

El entrevistado comenta que, desde entonces, efectivamente se ha notado el incremento de la presencia policial en el lugar. Sin embargo, una semana después de esa última reunión, el 21 de septiembre, intentaron ingresar a la vivienda de otro vecino mientras éste se encontraba adentro.

La dueña de casa, al escuchar que estaban rompiendo las rejas salió a la calle pidiendo auxilio a los gritos. Inmediatamente los colindantes salieron en pro de ella, pero los delincuentes huyeron.
Si bien el móvil policial se hizo presente con prontitud no se pudo dar con los sujetos.

Luego de esto hubo una tercera reunión con la policía, el intendente electo y algunos legisladores.

El vecino comenta: “se ha notado la presencia policial en el último tiempo, pero esta situación nos tiene muy preocupados a todos, queremos que la zona vuelva a ser la Lavalle tranquila que queremos” y adelantó que se están organizando entre ellos para tratar de abordar soluciones como la contratación de empresas privadas de seguridad y vigilancia.

Por otro lado, comentó también que los residentes se encuentran en permanente contacto entre ellos para ayudarse mutuamente. Sin embargo, se hace evidente la necesidad del refuerzo de inversiones públicas en esta y otras zonas periféricas al Gran Mendoza, especialmente de la Provincia.

Pero al Municipio también le corresponde su parte: “le hemos reclamado a la municipalidad que mejore las luminarias y la limpieza de los terrenos baldíos”, dijo el vocero vecinal.

Trascendió que Milagros Suárez habría tenido reunión con personal de la oficina fiscal n°7 para ver cómo colaborar en la investigación, aunque aún no ha habido resultados.