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El diario del Oasis Norte de Mendoza

Titulos

21 de febrero de 2024

Separados al nacer

  •   Por Carlos Almenara
           

Se discute una alianza entre el PRO y La Libertad Avanza. La fallida “Ley Ómnibus” mostró un bloque sólido conformado por los diputados que responden a Milei y los que responden a Macri y Bullrich.

El partido PRO está en proceso de elegir su presidente y la elección dista de ser una formalidad porque Patricia Bullrich aspira a un sitial que Macri considera propio por ser el fundador y hacer la organización a su imagen y semejanza. Todo indica que el expresidente se quedará con la conducción pero no serían muy distintas las decisiones de ese partido si fuera Bullrich (aunque sí las jefaturas, Bullrich “jubilaría” a Macri). Quien queda en una posición delicada es Rodríguez Larreta, que apostó a diferenciarse de Milei y desafió oportunamente tanto a Macri como a Bullrich. En el corto plazo su destino parece remitirlo al ostracismo, probablemente con la posibilidad de golpear la puerta a “su amigo Alberto” en España para rememorar tiempos mejores. Pero ya se sabe que en la política argentina pasa lo inverso de lo que pronosticaba John Maynard Keynes, en el largo plazo no hay muertos, así que si Larreta tiene paciencia y aguarda un fracaso que parece ineludible, podrá volver.

El apoyo de Macri a Milei no es nuevo, de hecho sus ambigüedades generaron críticas de sendos candidatos de su propia fuerza política. No hace falta argumentar demasiado para demostrar la identidad ideológica y de proyecto entre Macri y Milei. Alguien ha dicho, con tino, que lo de Milei es macrismo sin inhibiciones.

Si esto es así y está a la vista, ¿por qué Milei no es parte del partido de Macri? ¿por qué no conforma su espacio político? Se podría sostener que “por purismo”, porque su modelo “ideal” supone tales y cuales cosas entonces… No, claro que no, no hace falta que demos clases de pragmatismo a Milei, ha demostrado no necesitarlas.

Aquí, allá y en todos lados, las fuerzas políticas se agrupan por semejanzas relativamente amplias (e incluso parcialmente contradictorias) de ideologías. De hecho, los “partidos atrapatodo” (catch all en inglés), predominantes en gran parte de las democracias modernas según diversos autores, realizan una especie de suspensión de los debates ideológicos. Es claro que dos individuos con superlativa vocación e incidencia política como Macri y Milei, ciertamente dos cuadros políticos, debieron haber coincidido en el mismo espacio.

Pero la política no es sólo individuos, ni siquiera principalmente individuos, es intereses, grupos corporativos, clases sociales, que pesan tanto o más que los individuos. Sin un Eurnekian, empleador de Milei y accionista del multimedios Grupo América, sin una disputa intercorporativa entre Eduardo Eurnekian y Mauricio Macri (hay quien comenta resentimiento de Mauricio ante el amigo de su padre, que, como su padre, lo trataba de “boludito”), sin esos elementos, sería mucho más difícil para millones de argentinos conocer a Milei. Por supuesto se hubiera evitado esta forma presente de pesadilla.

No hubo Macri pero hubo segundo tiempo

Y el segundo tiempo de Macri, por supuesto evocamos el título de su libro, quedó a cargo de Milei. Todos recordamos la pregunta de Mario Vargas Llosa: – “Si usted gana, ¿va a cambiar su política?”, y la respuesta: “Voy a tratar de ir en la misma dirección que estamos, lo más rápido posible”.

Ver: https://www.youtube.com/watch?v=HiIiX-O5zZI&t=21s

Es que el “segundo tiempo” no es un proyecto de Milei, ni de Macri, es la decisión de una entente de poder que los excede largamente. Se especula sobre eventuales discrepancias internas, se alega que no es lo mismo los fondos buitre que las multinacionales granarias, que Elon Musk confronta con Magnetto en intereses objetivos respecto del desguace. Habrá que ver. Por ahora coinciden en el plan de despojo más violento que hayamos conocido. Lamentablemente, lo que otrora constituía un bloque de poder con peso: industria, PyMEs, cooperativas, producción orientada a consumo interno, quedaron absolutamente relegadas de las decisiones. Paradójicamente, la UIA que se supone defensora de la industrialización, al contrario, defiende la primarización porque Techint, que la controla, fabrica commodities y diversificó sus intereses, es decir necesita una economía abierta y primarizada.

El proyecto es más fuerte que los individuos que lo encarnan. Macri no pudo ser reelecto y allí radica un extraordinario gesto de rebeldía y heroicidad del pueblo argentino. Alberto Fernández fue una contrariedad de la historia, interesa decir por qué lo fue. Es un caso típico de desubicación, de un individuo que no entendió el bloque de intereses y clases que debía representar y lo que ello implicaba. Fernández priorizó perseguir a su inspiradora, Cristina Fernández de Kirchner. Perseguir a Cristina, en Argentina, es lo más fácil del mundo y te lleva a amigos y aliados que mejor tener lejos. Así, a Alberto Fernández se le borró el teléfono del sicario, una casualidad evitó que se fugue su socia Brenda Uliarte y su policía se distrajo oportunamente para que intentaran matar a piedrazos a su vicepresidenta. Ese tipo de “desatenciones” explican por qué Alberto Fernández hizo las cosas que hizo, porque estaba asociado a pacto muy atrapante.

Porque Macri no fue reelecto y no pudo volver a ser candidato por el desprecio social que genera, existe (políticamente) Milei.

Milei y Macri están, desde siempre, destinados a compartir el proyecto. Milei es el muleto ante el fracaso de Macri y los suyos. Estarán juntos en lo que sea necesario. Ninguna contradicción secundaria impedirá a estos (llamarlos “hombres de estado” no sería correcto)… ¿revolucionarios? ¿cuadros políticos? hacer lo que deben. Por supuesto, lo que deben es aplicar el modelo neoliberal en su fase de extinción radical del estado de bienestar.

Como los compañeros de escudería en la Fórmula 1 son los primeros rivales, disputan por la preferencia del poder real. En esta clave es posible comprender el maltrato de Milei a gobernadores y legisladores (“yo ya hice mi parte” declaró en alguna ocasión, son las corporaciones las que deben disciplinarlos). Allí disputan el favor de “la embajada”, de Israel y de la AEA. Luego tienen que “tirar juntos” para el equipo, que aquí sería el proyecto neoliberal colonial.

Aún así, el escenario para Milei se presenta complicado en dos frentes. Primero, de cara a la gente de a pie, a quienes nos está saqueando espantosamente incluyendo humillaciones simbólicas estruendosas como la entrega de soberanía (no sólo en Malvinas). Segundo pero dependiente de lo anterior, el parlamentario. A esta altura ya existen no menos de  una decena de causales de juicio político. Si los gobernadores vejados y la UCR tuvieran la dignidad necesaria se forzaría al sátrapa a rendir cuentas al Congreso.

Como sea, queda claro que en esta representación de intereses, como decía la CGT de los Argentinos, sólo el pueblo salvará al pueblo.

 

 

 

 

 

 


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