El pasado viernes el gobierno provincial publicó un nuevo incremento tarifario con aumentos que muchos califican como «desmedido». Se incrementan los reclamos sociales en el departamento por el tema.

La semana pasada terminó con un baldazo de agua para los mendocinos en general, pero especialmente para quienes residen en Lavalle y no sólo reciben el aumento del 70% como un golpe al bolsillo, sino que no lo ven acompañado con mejoras sustanciales en la calidad del servicio.

Con el decreto n°773 se autorizó una suba del 175% sustentado por la audiencia pública que llevó a cabo el EMOP (Ente de la Movilidad Provincial) en marzo.
De esta manera, el transporte en el área urbana de Mendoza pasará de tener una tarifa plana de $220 a $550.
Sin embargo, si eso ya fue impactante para quienes residen en el Gran Mendoza, mucho más para quienes viven en las zonas periféricas ya que el transporte de media distancia aumentó en la misma proporción.

De esta manera, el pasaje de Villa Tulumaya a Ciudad de Mendoza pasa de $570 a $1550.

Es decir, que cada pasajero (sin abono) deberá gastar $3100 para viajar desde el distrito cabecera hasta la capital provincial y volver. Pero, si desde la zona céntrica debe tomar otro colectivo urbano y volver el precio total de la travesía ida y vuelta será de $4200.

Si esto un trabajador debe hacerlo cinco veces por semana, el costo total es de $84.000. ¿Cuánto debería ganar para que valga la pena el costo más las incomodidades y el tiempo?

La universidad es gratis, pero no barata

Federico Ferreyra (26) vive en el distrito de Jocolí y está cursando la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNCuyo.

El joven comenta que actualmente cursa cuatro días a la semana, por lo que sólo en viajar desde su casa hasta la Ciudad debe disponer semanalmente de $13.200, pero sumando el pasaje urbano que lo deja en la Casa de estudios en total será de $17.600 por semana o $70.400 por mes.

Sin embargo, gracias al medio boleto universitario quedaría en $35.200, una suma aún complicada para gente que tiene una capacidad de trabajo reducida por los horarios de cursado y traslado que tiene la UNCuyo.

A eso, claramente deberá seguirle sumando su alimentación cotidiana más fotocopias y demás costos propios de la actividad estudiantil.

«Para entender cómo nos afecta esto a los estudiantes lavallinos tenemos que pensar que esta no es una medida descontextualizada, está marcada por un momento donde se están desregularizando los servicios, la inflación sigue creciendo y los estudiantes no somos ajenos a esta situación. El boleto suma a este contexto de crisis y es una barrera más para poder acceder a la educación…».

también es vecina de Jocolí, es pensionada y tiene una rotisería. Vive con sus dos hijas de 31 y 21 años, ambas estudiantes.

Su hija menor estudia enfermería, el año pasado debía tomarse el colectivo a las 04:00 para estar a las 08:00 en el Hospital Lencinas donde hacía una pasantía, luego a las 12:00 se tomaba el colectivo de regreso y llegaba a su casa a las 16:00. «Estaba doce horas fuera de casa sólo para cursar cuatro horas».
«El boleto ahora se fue carísimo, no sé cómo seguir. Mi hija mayor es peluquera, pero la menor no tiene una profesión todavía, está estudiando y no puede (trabajar). No sé cómo hacer para ayudarle con el colectivo, es algo impresionante», expresa Alejandra.

Gabriela Siliprandi vive en La Pega y tiene un hijo que va a la escuela secundaria D.A.D. en el Parque San Martín, «nosotros tenemos micro que pasa a las 11:00; 11:30 y 12:00 y ninguno paraba. El año pasado casi se queda libre por medias faltas, porque solía llegar con tardanza».
«Mi marido usa el colectivo todos los días para trabajar…va pegado a la puerta de atrás y a veces no lo levantan…acá siempre pasan llenos los colectivos, pero especialmente abarrotados en los horarios de las escuelas y en el de la primera hora», comenta.

«Queremos llegar hasta el gobernador»

Además de las críticas por aumento del boleto, los usuarios suelen quejarse por otras falencias del sistema de transporte.

Francisco Ferreyra dice: «no hay un criterio federal, hay falta de frecuencias a distritos puntuales como Las Violetas, El Vergel y otros más alejados que no tienen la misma suerte que otros y por eso estamos pidiendo más frecuencias.

El hacinamiento en las unidades ya no es en el horario pico, sino en la mayoría de los horarios. Pareciera ser que hay una sobreventa de boletos…

Otra de las cuestiones que se reclama es el expendio de tarjetas, la que usa Prestaciones es una tarjeta única, no usa la SUBE. Debería garantizarse el expendio en más distritos, porque sólo se vende en la terminal de Lavalle o de Mendoza, esto tampoco está aplicando un criterio federal»

El hacinamiento en las unidades es una queja generalizada entre los pasajeros al igual que los incumplimientos de horarios. Pero junto con ella se suma que en algunos casos habría colectivos sin aire acondicionado y con malas condiciones de limpieza, según comentaron vecinos a El Despertador.

Por otro lado, es una realidad que no todas las unidades de Prestaciones S.A. tienen rampas para discapacitados motrices según lo establece la ley 22.431, lo cual también es un obstáculo.

Desde el grupo de «Vecinos autoconvocados por el transporte» se está relevando un informe detallado de todas las falencias del sistema dado que la línea de denuncias que establece el gobierno es funciona sólo hasta las 14:00 y suele estar «colapsada» según informan los movilizados.

El pasado viernes por la tarde al igual que el sábado se realizaron cortes parciales de la ruta 24 en a la altura de La Pega y se planea continuar con acciones semejantes.

Gabriela Siliprandi explica: «fuimos a hablar con Transporte el 8 de abril, estamos realizando una nota para pedir formalmente una nueva fecha y la idea nuestra es llegar hasta el gobernador».

Para los vecinos que quieran sumar su apoyo o reclamo puede contactarse en Facebook o Instagram a «Unidos por el transporte» o al 2615 944411