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14 de mayo de 2024

Lavalle y los riesgos de una tormenta perfecta

  •   Por Franco D´Amelio
           

Caída en la recaudación provincial, mal acuerdo por la coparticipación y compensación de deudas.
Parte de la situación delicada que atraviesa el departamento. ¿Ventana de oportunidad en medio de la crisis?

El Municipio habría comenzado un plan de pagos para regularizar una deuda con el Departamento General de Irrigación. Pero la pregunta del millón es ¿quién le debe a quién?

Una de las declaraciones más importantes del discurso de asunción de Edgardo González fue la exposición de un pasivo exigible por unos $45.000.000 heredado de la gestión de Righi por cánones no abonados al Departamento General de Irrigación.

En su momento, El Despertador informó y amplió el conocimiento de éste y otros pasivos con el actual director de Hacienda, Sebastián Oribe.

Hace unos días llegaron informaciones a nuestra redacción por parte de fuentes allegadas al mismo entorno de González que afirmaban que la Municipalidad habría abonado la deuda con Irrigación.

Fuentes que conocen de cerca desde hace años el entramado de la administración municipal, pero que prefirieron que se reservara su identidad, explicaron que la deuda con el DGI «no era tan así».

«Es que el Municipio ha prestado muchos servicios que le corresponden a Irrigación y que no los hacen. Por ejemplo, vecinos reclamaban que había un canal que le corresponde a la Provincia que no era limpiado y, al crecerlos yuyos, era usado como escondite por asaltantes.

Entonces el municipio por compromiso con la gente hacía la limpieza. Como eso, decenas. Otra, el puente de la calle Balcarce que hizo el municipio y debería hacer Irrigación, es otro ejemplo y hoy tamaña erogación significaría el costo de lo que «adeuda» el municipio, sostuvo un concejal peronista que no responde al intendente.

Por eso, esa deuda por cánones de agua impagos se debió haber negociado para generar compensaciones que no generaran una erogación al municipio.

Oribe declaró semanas atrás a este medio: «Nosotros nos asustamos porque en un primer momento nos bajaron de un 0,637 a un 0,480 y ahí haciendo el cálculo perdíamos unos 450 millones de pesos al año. Entonces, no sé qué habrá pasado en el medio, pero alguien pensó en Lavalle».
«No nos gusta perder nada, y menos en este contexto donde hay menos fondos nacionales, pero entre un primer bosquejo de la ley y el segundo vemos que no perderemos tanto».

Concejales radicales chicanearon a sus pares peronistas sosteniendo: «pero no es mejor que la provincia construya escuelas o caminos? Por supuesto que genial que la provincia haga eso, merced a un evidente acuerdo político con la municipalidad. Pero la coparticipación es otra cosa.

Es el dinero que le corresponde institucionalmente al municipio. Sin que medien aprietes o extorsiones políticas sostuvieron sus pares peronistas para diferenciarse de la lógica radical, que supedita todo al entramado provincial.
Si el municipio cede con tanta liviandad fondos coparticipables y paga con la misma liviandad deudas que no están tan claras, no es tan descabellado que comiencen a faltar insumos en las dependencias, sostienen empleados de muchos años adentro del municipio.

La provincia perdió miles de millones y seguirá afectando la copa

En el último trimestre, la provincia perdió 70.000 millones de pesos, de los cuales 31.000 millones correspondieron al mes de enero.

La Cepal pronosticó que toda Latinoamérica crecería entre 1,5% y 4%, incluyendo a Venezuela. El único país de la región que caerá este año, y no poco, será Argentina, más del 3%. Con esos porcentajes, cualquier dólar es bienvenido, y cualquier peso, también.

¿Y Portezuelo del viento?

Otro interrogante es cuál es la posición del municipio, con respecto a los fondos de Portezuelo del Viento, que ya no son para eso. El gobernador explicó cuál sería parte importante de ese dinero y el destino estaría en el sur provincial que ni lerdo ni perezoso lanzó proclamas y alegatos para que todo fuera destinado allí. El gobernador lógicamente avaló parte de esta idea, pero no toda. Y allí se abre una ventana de oportunidades para el municipio lavallino, con las «buenas migas» que tiene con el gobierno provincial, para que se destine parte de ese dinero al departamento.

Es una oportunidad entre tantas malas noticias.
Habrá que ver…


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