La situación es bien conocida. Milei gobierna el país con un proyecto que, según su propia confesión, intenta destruir el Estado desde adentro, lo que se llama en cualquier lugar un ataque terrorista contra la seguridad de la Nación y la integridad de su población.

Milei un topo

El periodista Santiago Cúneo denunció a Milei por violación al Art. 248 del Código Penal

ARTICULO 248. – Será reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por doble tiempo, el funcionario público que dictare resoluciones u órdenes contrarias a las constituciones o leyes nacionales o provinciales o ejecutare las órdenes o resoluciones de esta clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere.

A nuestro criterio, el video que podés ver en el link de arriba es pasible de ser tipificado en decenas de delitos, no únicamente en el señalado.

Es impactante señalar que en la denuncia en sede judicial, no solamente en un programa televisivo, Cúneo sostiene que la preferencia sexual sadomasoquista de Milei se proyecta al daño que hace a los argentinos. Afirma que tiene modo de probarlo.

Denuncia de Cúneo en esta nota

El miércoles 12 de junio, día ominoso para los argentinos como pueblo y como Patria, la senadora Cristina López dijo algo que cualquier persona sabe o se pregunta: “Milei es un enfermo mental”.

Cristina López: Milei es un enfermo mental

La descripción no es totalmente novedosa. Su biógrafo Juan Luis Gonzalez tituló su estudio de la vida del actual presidente “El loco”.

Ahora bien, ¿cómo llega un loco, un enfermo mental a la presidencia de un país? ¿De qué tipo es esa enfermedad? ¿Puede predecirse su comportamiento?

Por supuesto, las preguntas tienen respuesta. Si por locura entendemos “imprevisibilidad”, políticas aleatoriamente definidas sin lógica alguna, un loco no llega a presidir un país. Si llega, no gobierna o lo hace muy limitadamente. “Este” loco es totalmente predecible, se sabe qué decisiones tomará, a quiénes beneficiará y por eso llegó a presidente. Su “locura” es una exorbitante perversión puesta de manifiesto en un sadismo esquizoide contra los argentinos. Sus interlocutores amigables hacen como si estuvieran interactuando con total normalidad. Son ellos, los que lo pusieron, quienes verdaderamente decidieron hacer sufrir al pueblo, son el nudo problemático de la Argentina.

¿Es para sorprenderse que los oligarcas, los ricos y mafiosos que someten el país pongan un desquiciado criminal de presidente?

Para nada. De memoria, de modo no exhaustivo y con enormes baches, recordamos, son los mismos que:

• Establecieron ententes con Inglaterra para impedir la independencia patriótica.
• Una clase burguesa porteña amasada a fuerza de contrabando, que será la antecesora de la oligarquía cuando se queden con los campos fruto de la matanza a los pueblos originarios. Según Manuel Corominola, 200.000 aborígenes asesinados entre 1860 y 1880, muchos de ellos vendidos (o repartidos) como esclavos.
• Asesinatos políticos, traiciones, confabulación con potencias extranjeras para obtener el control político nacional.
• Guerra del Paraguay, al servicio británico para exterminar al pueblo que amagó con un desarrollo industrial autónomo.
• Además de las matanzas en la “campaña del desierto”, el saqueo del territorio, concentrado en unas pocas familias a base de robo y saqueo. Incluye la persecución y demonización del gaucho, que también fue robado y perseguido.
• “Patagonia rebelde” y “semana trágica” incluyendo “Liga Patriótica”, grupos de tareas para asesinar obreros junto al ejército.
• Golpe a Yrigoyen y legitimación por la Corte Suprema (entre ellos el tatarabuelo de Rodríguez Larreta).
• Década infame, fraude sistemático en una democracia simulada. Pacto Roca-Runciman, estatuto del coloniaje según Jauretche.
• Golpe a Perón. Bombardeo de la Plaza de Mayo, más 300 civiles asesinados por aviones de la Fuerza Aérea Argentina.
• Golpe a Frondizi, golpe a Illia.
• Golpe a María Estela Martínez. Todos avalados por “la Justicia”.
• Dictadura cívico militar. 30.000 detenidos desaparecidos, asesinados, torturas, violaciones. Robos de bebés pero también de casas y empresas.
• Con Menem y De La Rúa, depredación del patrimonio de los argentinos acumulado por generaciones. Empobrecimiento de la población. La mayor desigualdad en 60 años.

 

Faltan miles de atrocidades igualmente imputables a la oligarquía argentina. Siempre igual a sí misma y siempre distinta. Cambian las caras, no cambia el programa ni su salvajismo. No cambia su temple criminal.

Si pudieron hacer todo esto, “poner un loco” de presidente para acelerar la aplicación de su proyecto, no es lo más audaz que  han hecho.

Tengamos claro cuál es la cadena de culpabilidades en este estropicio.