«Lagunas es un documental sobre fantasmas. No es sencillo hablar de ellos. Son escurridizos, tenues, demasiado personales. En nuestro documental, toman la forma de una laguna vacía; de los Huarpes que tuvieron que huir; de un cine que cerró; de la muerte de Liliana Bodoc cuando estábamos haciendo el montaje».

El párrafo que antecede es la sinopsis que nos presentan los y las realizadoras del documental «Lagunas», que se estrena este próximo domingo 21 de julio en el Cine Universidad, fecha de nacimiento de la escritora. El film fue parte del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata el año pasado. Se presentará en la Casa de la Cultura de Tulumaya, con fecha a confirmar.

«Era un lugar donde yo iba cuando era adolescente, me encantaba, me parecía espectacular» nos dice Federico Cardone, director del film, consultado sobre la elección del lugar para realizar el documental. «Uno siempre asocia a Mendoza o a los paisajes de la montaña, el desierto me parecía que era un lugar hermoso como para contar una historia y para viajar», señala el documentalista.

Los protagonistas de la historia son tres: la escritora Liliana Bodoc, el propio Cardone, y el sanador huarpe Rubén Díaz. «Ya conociendo un poco la historia de Rubén, me pareció que había algo muy interesante que descubrir» explicó el director.

El film cuenta el viaje de Liliana Bodoc por el secano lavallino en busca de los restos de la lengua huarpe, donde interactúa con diferentes actores de la comunidad, entre ellos niños y niñas de la escuela para armar un cuento, con lagunas vacías, con un chamán que conoce los secretos de la cultura huarpe. Y un cine que ya no existe.

Sobre la participación de Liliana Bodoc, asegura que se sintió atraída por lo mitológico de nuestro secano: «ella venía de todo un trabajo de literatura fantástica, ¿no?, y de repente encontrarse con todo esto, es un hito, le parecía muy interesante, y ahí nomás se enganchó, no puso ningún pero, ella estaba muy interesada en conocer ese lugar» y señala que la actitud positiva de Bodoc «me dio una excusa para descubrir algo nuevo, por parte de todos, no solamente de ella, de mí, de todo el equipo».

El documental comenzó a rodarse en el 2015, momento en el que se consiguió financiamiento para llevarlo adelante. Pero la plata no alcanzó para lo que se llama postproducción (proceso de edición y decisiones que se toman luego del rodaje, y que suelen ser tiempos extensos) por lo cual la salida a la luz se fue dilatando. A su vez «en ese largo periplo que duró empezar y terminar la película, fallece Liliana, muy sorprendentemente, la verdad que fue impresionante porque ella realmente era muy joven».

Cardone explica que, a pesar de la prematura muerte de Bodoc en el 2018, «de alguna manera la película ya estaba terminada, no es que necesitábamos seguir filmando con ella, aunque es difícil muchas veces ponerle un punto final a un documental, porque siempre suceden cosas nuevas, siempre aparece algo que uno tiene ganas de filmar, había alguna idea de volver con ella, pero básicamente estaba terminada, pero evidentemente la película no podía ser la misma» asegura. Sobre el fallecimiento de la escritora el director manifiesta que «de alguna manera tuvimos que incorporarlo en la historia ¿no?, no podía hacer algo que estuviera afuera, me parece que el dolor que nos significó a todos la pérdida de Liliana en algún punto tenía que estar marcado en la película y por eso la película también está dedicada a ella».

Sobre la trama, Cardone explica su intención, marcando que no es un documental clásico: «es un documental que pasa por otro lado, donde nos interesaba más que nada el cómo cruzar las historias de Liliana y de Rubén, y de alguna manera también la mía» aunque confiesa «a mí no me gusta mucho aparecer en ningún tipo de cosas, pero me parecía que estaba bueno hablar desde un lugar personal, el lugar, la historia, que desde algún lugar estoy contando, que es más personal tiene que ver con la historia del Cine Universidad, que en ese momento estaba cerrando y me parecía que había una relación entre un cine vacío y una laguna vacía».

La mirada de los y las protagonistas

El equipo del documental tomó una decisión que no siempre está presente cuando realizadores audiovisuales se meten en una comunidad: realizar la primera presentación en el lugar, y someterla a una suerte de «evaluación» a ver si pasa la prueba. Así que fueron a presentarlo a Lagunas del Rosario, con Rubén Díaz y las familias que fueron parte del rodaje: «fuimos hace poquito a presentar la película, es como que en el cuerpo te impacta de una manera especial, muy desde lo emocional». Sobre la recepción de las familias de la comunidad Cardone explicó que «con mucha lógica, al comienzo, te miran con una cara como diciendo, ¿qué está haciendo éste acá?, porque entran a tu casa, y no es que te dicen este permiso, fuiste ahí y empezaste a filmar, si bien uno trata de llegar y de amoldarse de la mejor manera», confiesa que «fueron sumamente generosos en ofrecer absolutamente todo».

Las familias fueron las primeras en ver la peli, y el director explica que podría haber sido «vetada»: «de repente ven la película y nos dicen que está mal, que no tiene nada que ver con nosotros, si nos decían eso, bueno, la teníamos que guardar y aguantar por no haber entendido», pero señala aliviado que eso no ocurrió: «Rubén, y todos los que participaron, que a nosotros nos importaban muchísimo, se sintieron muy contentos y de alguna manera se encontraron ahí en la película»

Sobre la situación actual del cine

«Filmar siempre es complicado, y siempre lo ha sido, porque básicamente son costos muy altos, hay muchas cosas que considerar» explica el cineasta, y hace referencia a las políticas del gobierno nacional que decidió desfinanciar al Instituto del Cine (INCAA) y cómo eso impacta en la posibilidad de realizar películas: «el Instituto, y el apoyo que había antes al cine era fuera de serie, comparado incluso con cualquier país de Latinoamérica, y hasta países europeos como España, Francia o Inglaterra, que apoyan mucho al cine que no sea solamente comercial, realmente estábamos a la par de ese tipo de producciones»

Y aclara: «no es que haya bajado el apoyo, es que ya directamente lo han destruido, o sea, no hay prácticamente ninguna posibilidad de filmar, ninguna película que tenga alguna pretensión de no ser comercial, porque el Instituto prácticamente ha desaparecido y sobre todo lo que hay, es una intención, muy precisa, de que esas cosas no se hagan, la verdad el panorama que se viene es muy angustiante, muy difícil, no solamente por el trabajo que se pierde, sino también todo lo que tiene que ver con la expresión de distintas voces y miradas, pues estas películas siempre andan buscando nuevas formas de contar algo, de decir algo, con nuevos temas».

Sobre el director

Federico Cardone nació en Mendoza en 1968. Es coordinador del Cine Universidad de Mendoza y Director Artístico del Festival Graba Mendoza. Es director de documentales: Lagunas (estreno en el Festival de Mar del Plata); Eliana Molinelli: viaje al corazón de los metales (Unitario de TV, 2020); Cortázar en Mendoza (Unitario de TV, en co-dirección, 2016); entre otros. También es director de ficción: Vidas Imaginarias (largometraje en etapa de post-producción) y Una canción viene de Lejos (serie de TV, en co-dirección, 2013). Trabaja como docente de Edición (Universidad Nacional de Cuyo) y Guión (Escuela de Cine y Video de Mendoza).

Ficha técnica

Dirección: Federico Cardone.
Producción: Dámaris Rendón y Federico Cardone.
Guión: Federico Cardone.
Guión en Lagunas del Rosario: Mariana Guzzante y Federico Cardone.
Productores ejecutivos: Dámaris Rendón y Juan Pablo Astié.
Dirección de producción: Mariana Guzzante.
Jefa de producción: Emma Saccavino.
Dirección de fotografía: Mariano Donoso.
Camarógrafo: Mariano Donoso y Lucas Kalik.
Sonido: Alejandro Alonso.
Asistente de dirección: Mariana Guzzante.
Colaboración en guión e investigación: Mariana Abdala. Edición: Federico Cardone.
Colaboración de edición: Leandro Suliá Leiton. Postproducción de color: Mariano Donoso y Diego Onetto. Diseño de sonido: Alejandro Alonso y Federico Cardone. Postproducción de sonido: Alejandro Alonso y Martín Chiarpotti.
Música: Andrés Ceccarelli.
Subtítulos: Camila Rönnau.
Diseño Gráfico: Nicolas Risso.
Administración: Itta Scalvini.
Asistente de producción: Claudia Nazar.