En el primer semestre de 2024, la pobreza y la indigencia en Argentina registraron un incremento alarmante, según el informe reciente del INDEC. El 52,9% de la población vive en condiciones de pobreza, y el 18,1% es indigente, cifras que representan un marcado deterioro en comparación con los valores del 2023. Este agravamiento ha afectado profundamente a millones de argentinos, y en especial, a los sectores más vulnerables del país.

Un contexto social desolador

En un año, el porcentaje de personas indigentes casi se duplicó. En el primer semestre de 2023, el 40,1% de los argentinos eran pobres, cifra que aumentó un 30% en 2024, alcanzando el 52,9%. La indigencia, por su parte, pasó del 9,3% al 18,1%. Esto significa que casi el 20% de la población no tiene el dinero suficiente para garantizar su alimentación básica.

El impacto es aún más dramático entre los niños, niñas y adolescentes, donde el 66% de ellos vive en la pobreza y el 27% en la indigencia. Estas cifras revelan un retroceso social alarmante, con una realidad más grave en el primer semestre de 2024 que en el segundo semestre del año pasado, cuando la pobreza alcanzaba al 41,7% de la población.

Reacciones políticas y controversia

Mientras se conocían estas cifras devastadoras, el presidente Javier Milei aparecía en el balcón de la Casa Rosada junto a la conductora Susana Giménez, lo que fue duramente criticado por ser un gesto de insensibilidad frente a la crisis que vive el país. A su vez, la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, compartió una foto en redes sociales junto a la celebridad, lo que generó más indignación.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, intentó justificar la situación afirmando que, de no haber ganado Milei, la pobreza sería del 95%, una afirmación que ha sido cuestionada por analistas y economistas. Adorni insistió en que la lucha contra la inflación es la clave para reducir la pobreza, aunque los expertos señalan que la verdadera solución pasa por aumentar los ingresos reales de la población, algo que el actual gobierno no ha logrado implementar de manera efectiva.

Los números detrás de la crisis

Según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), dependiente de la CTA, hay actualmente 24,8 millones de personas en situación de pobreza, un aumento de más de 5 millones en comparación con el semestre anterior. La indigencia también creció, afectando a 6,8 millones de personas, 2,8 millones más que en el período previo.

Además, la brecha de pobreza —la diferencia entre el ingreso promedio de los hogares pobres y la línea de pobreza— se amplió. En el primer semestre de 2024, el ingreso promedio de estos hogares fue un 42% inferior a la línea de pobreza establecida por el INDEC, reflejando cómo la inflación y las políticas económicas han empeorado la situación de los sectores más desprotegidos.

Un modelo en crisis

Los economistas advierten que este incremento de la pobreza y la indigencia era previsible, dados los recortes en salarios, jubilaciones y programas sociales, como el Potenciar Trabajo. Mariana González, economista del Centro CIFRA, sostiene que la inflación no es el único factor detrás de la crisis, sino la falta de condiciones para una recuperación sostenida de los ingresos.

Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), atribuye esta situación a las políticas económicas de Javier Milei, que promueven una transferencia de ingresos de los trabajadores hacia los sectores más concentrados del capital. Según Letcher, estas políticas son regresivas y han profundizado la desigualdad social.

Una lección de la historia

El economista Martín Burgos, del Centro Cultural de la Cooperación, compara la situación actual con la crisis de la convertibilidad de principios de los 2000. «El incremento de 11 puntos en la pobreza es un claro indicio del fracaso del modelo económico de Milei», afirma Burgos, quien advierte que la crisis puede empeorar si el gobierno no toma medidas estructurales para revertir el deterioro social y económico.