Si bien todo pareciera indicar, que el robo de la semana pasada en el barrio Ciprés sería un hecho aislado, por la forma de actuar de la banda que lo hizo (4 personas a cara descubierta) en pleno barrio residencial, lo cierto es que este nuevo asalto pone nuevamente en el tapete, el debate sobre la seguridad.  Todo derivó, cuando en la madrugada del día jueves, cuatro sujetos entraron en la casa de la familia Reggio, del barrio Ciprés, por la ventana sin rejas de la misma, encañonaron a la familia, la encerraron adentro del baño, y se llevaron un sin número de objetos valiosos de la familia.  Las cámaras de seguridad sólo detectaron, según fuentes oficiales, la entrada de un vehículo con una casa rodante a esa hora, tipo 4 de la mañana, pero no pudieron determinar nada más, hasta ahora.  Un triste comienzo  El comienzo de la entraderas comenzó el año pasado, allá por el mes de octubre, en una casa de 3 de Mayo, en la rama 4. Luego se trasladó a la zona de El Chilcal, donde se produjeron 4 hechos delictivos similares: una banda de 5 personas todas encapuchadas, que pateaban la puerta, entraban armados, golpeaban al dueño de casa, encerraban a la familia, se llevaban electrodomésticos y demás cosas, y partían en un auto robado. El último robo de la misma seguidilla se produjo en una casa de la zona de calle San Martín y 9 de julio. En total, seis hechos de similares características.  El comienzo del fin  Un ex comisario departamental fue víctima de un asalto en la rotonda del avión, cuando viajaba en una camioneta. En ese momento nada hacía pensar que ese sería el mayor error de los miembros de la banda, ya que la misma tenía GPS. El ex comisario llamó a la Central, y desde ahí se dio aviso a la departamental de Lavalle, para indicar, que la camioneta se dirigía a una zona de El Algarrobal. Se dispuso un operativo cerrojo, que terminó en una finca de El algarrobal de abajo. Ahí estaba la camioneta recién robada, y un desarmadero. Tres personas fueron detenidas, inclusive una mujer, dos hombres se dieron a la fuga. Allí se encontraron autos robados, entre ellos, el del concejal Lucania, quien también sido víctima de uno de los robos.  Cuenta la historia, que los dos sujetos escapados siguieron operando, junto a otros sujetos más, y que la misma terminó con la muerte de uno de los miembros de la banda en el asalto a una casa en el Pastal, donde uno de los hijos del propietario disparó sobre dos de los asaltantes, resultando uno muerto y el otro herido.  Sin embargo, esta nueva banda, que entró en una casa en el barrio Ciprés sería una completamente diferente, ya que el modus operandi es diferente, actúan todos a cara descubierta.  ¿Y ahora?  Por ahora, la cuestión no parece pasar desapercibida. El Concejo Deliberante convocó a una reunión para la semana que viene, con autoridades del Ministerio de Seguridad de la Provincia, junto al comisario departamental, Gustavo Segura, para buscar puntos en común que permitan una mejor seguridad, por lo menos en lo que hace a la vigilancia nocturna, cuestión de la que parece haber tomado nota el nuevo comisario de la 17, Miguel Martinotti, quien aseguró a El Despertador, que es una prioridad de las guardias, andar por el territorio en las horas de la madrugada que sean necesarias, atendiendo también a las pocas unidades móviles que hoy cuenta la comisaría.