Primo Corvaro, emisario del ente rector, avisó que los derechos de TV deben quedar en manos de la AFA; la nueva estructura pretendía negociarlos por su cuenta

«Los derechos de TV deben quedar en la AFA. Así lo requiere la FIFA«. A Primo Corvaro, el hombre enviado desde Zurich para intentar solucionar el fútbol argentino, lo escucharon todos. Desde los dirigentes de la AFA hasta los hombres del gobierno que encabeza Mauricio Macri. Y se encontraron con un inesperado dolor de cabeza: «Pateó el tablero», contó un dirigente del ascenso que asistió a varias reuniones con Corvaro. Las palabras del enviado de la FIFA son un golpe al mentón para la Superliga, que pretendía negociar por su cuenta los derechos de TV de la primera división. Y para el gobierno, que quería entregarle el dinero a «dirigentes con buena imagen», entre los que imaginaban a hombres como Juan Sebastián Verón, Marcelo Tinelli (sigue siendo el máximo candidato a presidir la Superliga) y Armando Pérez.

La Asamblea de la AFA, que continuará el lunes próximo, se expone a un papelón. Puede que la Superliga se apruebe por unanimidad. Pero la Comisión Regularizadora de la FIFA tiene poder de veto. O sea que podría torcerle el brazo sobre la Superliga. Uno de los objetivos de la nueva estructura es la «comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de fútbol profesional que organiza», según el borrador del estatuto al que tuvo acceso LA NACION. Pero ese punto, aclaró Corvaro, va en contra de los lineamientos de la FIFA.

La Asamblea del lunes será una formalidad. El Gobierno les pidió a los dirigentes que aprueben la nueva liga para después sentarse a negociar el aumento del Fútbol Para Todos. Por los próximos 12 meses, pagaría $ 2750 millones. «Institucionalidad», es la palabra que los funcionarios oficiales le reclamaban a la AFA. Parecía que la Superliga, una vez sellada su creación, dotaría a las negociaciones de un marco legal apropiado. Pero no.

Los impulsores de la nueva estructura -que podría tener a Tinelli como presidente y un consejo consultivo integrado por 16 miembros- están convencidos de que, de algún modo, la Superliga podrá negociar los derechos de TV de la primera división. Y están dispuestos a hablar con abogados para encontrarle una salida legal al entuerto.

Además, Corvaro les pidió que el estatuto de la nueva liga se apruebe antes de la Asamblea que la creará. Pese a que los tiempos burocráticos no dan, los abogados de San Lorenzo, River y Boca trabajarán durante el fin de semana para pulir la constitución legal de la nueva estructura. No llegarán para el lunes, pero calculan que no habrá problemas. Es más, ya tienen decidida una reunión para la semana próxima, en la que elegirán a las nuevas autoridades.