Cuando el trigo fue moneda fuerte
En momentos picos del desarrollo de la agricultura en la zona, se destacaban los cultivos de granos como el trigo y el maíz, la cebada cervecera y avena, con igual importancia como el cultivo de la vid y otros frutales. Sin embargo, se destacaba nítidamente el trigo, hasta el punto que se abastecía en gran parte a los centros urbanos, como la ciudad de Mendoza. Según nuestra fuente, el libro «Ensayo Sobre Historia del Departamento de Lavalle» de Juan Isidro Maza, editado en l98l, quien afirma en una parte: «El Departamento de Lavalle en l880, aún con el nombre de El Rosario y con su sistema de regadío, acrecienta su producción agrícola, pasando primeramente a ser productor de trigo, actividad ésta que da lugar para que pocos años después se implante el primer molino harinero de la zona. Por una estadística levantada con fecha 24 de agosto de l880, el Sub Delegado del Departamento, Don Casimiro Ibarzábal, informó al Gobierno sobre la importancia que iba adquiriendo la zona y elevó a la vez una nómina de los propietarios que se dedicaban al cultivo del trigo, especificando la cantidad de cuadras sembradas…» El historiador manifiesta que de acuerdo a ese comunicado oficial, la producción calculada para la cosecha de l88l, ascendería a l.220 fanegas, una medida que en ese entonces abarcaba cerca de 5.000 metros cuadrados, o sea media hectárea, aproximadamente, cada fanega. De acuerdo a esta producción de trigo en la cosecha de l88l, se hizo necesario la implantación de un molino harinero, el que estableció don César Cipriano Ibáñez, y fue tal la actividad del mismo -sigue diciendo Maza- que desde San Juan se traía trigo en carretas para su molienda. Cuando las crisis por el faltante de aguas de riego se agudizaron y produjo la seca de la Laguna de Guanacache, el trigo dejó de ser la moneda fuerte de la precaria economía lavallina, se dejó de cultivar para convertirse en mera historia.