Por Alfredo García
(Jefe de Prensa de Municipalidad de Lavalle)
Por estos días Lavalle vive la euforia de haber llegado a la cúspide de la Vendimia Nacional 2015. Tener la Virreina Nacional y luego de 45 años del festejo que ameritó tener nuestra segunda Reina en la historia de la fiesta mayor, no es poca cosa. Camila Sol Morales ha tenido en este caso, la responsabilidad de traer tamaña alegría al pueblo de Lavalle. Una multitud comparte su felicidad.
Y a mi me ha parecido oportuno destacar que, más allá de toda celebración, esto fue posible por la belleza y la simpleza, por “ese ángel” especial que posee Camila; pero también por la valentía que tuvo para encabezar esta representación de la mujer lavallina. Más allá de los detalles que rodean a este tipo de eventos, la joven se atrevió a enfrentar el desafío de representar a un departamento.
Por ende, a través de esta columna de opinión yo pretendo reflejar que Camila se suma a las mujeres ejemplo que ha tenido Lavalle. Lo que sin dudas debiera pasar ser un espejo en el que se refleje que el feminismo tiene su lugar en esta geografía del norte mendocino: Seré breve: Lavalle tiene sobrados ejemplos de mujeres protagonistas y esto debe servir de imagen para otras muchas damas, lavallinas por nacimiento o por adopción: Comprender que son capaces de ser “más”, de crecer y aportar al crecimiento de Lavalle.
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