El viaje para enfrentar a The Strongest llega en un momento de incertidumbre futbolística y con la necesidad de cambiar la imagen; cómo la altura juega un partido aparte; los millonarios fueron el último equipo argentino que se llevó un triunfo de aquí en 1970
LA PAZ.- El calendario marcaba que Bolivia era el último destino de la seguidilla de siete partidos y de 16 mil kilómetros de viaje que comenzó en la visita a Rosario Central. Pero ni Marcelo Gallardo ni su plantel deben haber imaginado llegar a uno de los encuentros más complicados del grupo en la actual situación. Con un rendimiento futbolístico lleno de altibajos y tras la goleada sufrida en Santa Fe, River necesitará encontrar el rumbo perdido en la altura de La Paz para que no se le escape el tren en la Copa Libertadores .
«Fue lo peor desde que estoy en River. Hay que mentalizarse para mejorar». Así de concreto fue Gallardo al opinar sobre la pobre actuación del equipo ante Colón en el tercer encuentro seguido sin ganar en una semana. Pero el DT no deja pasar el tiempo y en la búsqueda de esa mejoría, toma decisiones: tanto Leonardo Pisculichi como Éder Álvarez Balanta se recuperaron de sus lesiones (ver página 5), fueron convocados y viajarán hoy a Bolivia, al igual que Camilo Mayada. Mientras tanto, Gonzalo Martínez no está en la nómina.
Sin dudas que no es el mejor lugar ni el momento ideal para intentar volver a asomar la cabeza. The Strongest llega como líder del Grupo 1 con seis unidades después de haber ganado por primera vez en la historia en Brasil (1-0 a San Pablo) y de vencer 2-1 a Trujillanos en casa. Además, el fin de semana guardó titulares, pero ganó su encuentro ante Real Potosí, se prendió en el torneo boliviano y despertó aún más la expectativa de la gente, que ayer colmó las ventanillas del Estadio Hernando Siles para comprar su entrada y ser parte de los 40 mil hinchas que alentaran mañana al equipo. «Nos enteramos de que River perdió con Colón y puede ser algo beneficioso. Pero son torneos diferentes y no jugó con todos sus titulares. Es sólo una pauta por seguir. Esperemos que nuestro equipo haya visto el partido para saber cómo atacar», analizó Jesús Vázquez, paceño de 30 años e hincha del «Tigre», mientras hacía la fila para conseguir su ticket.
Más allá de los fanáticos, los 3600 metros de La Paz ya se convirtieron en un gran fantasma e intimidan a cualquiera. A pesar de que el millonario tiene un historial favorable en Bolivia con seis triunfos, tres empates y cuatro caídas, en La Paz la historia es distinta: de sus siete encuentros, ganó los primeros dos en 1967 y 1970 y luego no tuvo la misma suerte, con dos empates y tres derrotas. A pesar de que en la ciudad boliviana muchos hablan de «excusa» e intentan disminuir la importancia de la altura, los números marcan que la ciudad paceña es una fortaleza: el último que logró ganar ante un equipo local fue el propio River cuando venció 2-0 a Universitario en 1970.
«El Tigre, medio siglo invicto ante equipos argentinos». Así tituló ayer el diario local Página Siete haciendo alusión a las estadísticas positivas de The Strongest en la previa del encuentro. Es que de los ocho encuentros que disputó, sólo perdió uno con Boca en 1965. Luego, siete triunfos, dos de ellos ante River (uno en 1982 por 1-0 y el otro en 2001 por 4-1). «Si bien la altura es un aliado, no juega sola. Nosotros tenemos que hacer un buen partido para que el rival la sienta y así prevalecer nuestro juego y nuestra localía. Todos los partidos son distintos», explicó Mauricio Soria, entrenador del conjunto boliviano, ante la consulta de LA NACIONen conferencia de prensa.
The Strongest le tiene respeto al equipo argentino, a pesar de que llega golpeado. «Tuvo algunas dificultades, pero vendrá encaminado para mejorar su rendimiento. No somos los favoritos, jugamos contra el campeón de la Copa Libertadores y el favorito siempre es el campeón», explicó Soria, quien cerró las puertas del primer entrenamiento de la semana en el complejo que tiene el conjunto aurinegro en Achumani, barrio ubicado en el sur de La Paz.
La llegada de River genera alegría y expectativa, tanto en los hinchas como en los jugadores. Alejandro Chumacero, mediocampista y referente del Tigre, mostró una gran satisfacción de enfrentar al equipo argentino: «Estoy contentísimo, con una ansiedad positiva por jugar con grandes figuras y el último campeón. Voy a enfrentar a D’Alessandro por segunda vez, poder darle la mano, preguntarle qué tiene en el pie… o con Pisculichi. ¡Son cracks! Decirles algo nomás, porque lo importante es la enseñanza que te dejan estos partidos. Ojalá pueda cambiar la camiseta con cualquiera»..
La esperanza de un sueño lavallino: Lautaro Jofré y su oportunidad en el fútbol
Liga Litifa: Este domingo hay jornada de partidos postergados
Última fecha de clasificación: pasión y trabajo en equipo en el torneo del secano lavallino
Orgullo lavallino: subcampeones tras una final electrizante
El equipo de Lavalle A3 se coronó campeón tras vencer a Guaymallén
Torneo del secano lavallino: una jornada más de pasión y deporte comunitario