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11 de abril de 2016

Pocho Quiroga: Más de veinte años al aire

  •   Por El Despertador
           

Nuevamente se encienden los micrófonos de F.M 90.3; en ésta ocasión para conocer a un referente la radiofonía local: Horacio «Pocho» Quiroga.

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Con un tono reflexivo e intelectual. Con ojos por momentos húmedos y remotos, nos sentamos frente a frente, casi sin intercambiar palabras, pero sin dejar de cruzar miradas. Es que ambos sabemos lo que se aproxima al encender la luz de aire.

Con voz cansada pero sacando ganas, me invita a lanzar la primera pregunta. Entonces, es en ese preciso momento, cuando el tiempo se detiene para dar comienzo al relato de una apasionada historia de vida: la de un hombre que invisiblemente presente nos ha acompañado a través de la radio por más de veinte años.

Se llama Horacio Quiroga. Le dicen «POCHO». Comenzó su relación con la radio en la década de los ’90. Durante este período hizo su programa de radio en FM Tulumaya. Lo llamó «BUEN DÍA LAVALLE».

Mediante un espacio radial de dos horas diarias de lunes a sábados, Pocho nos acompañó e informó; permitiéndonos comenzar la jornada bien informados.
«Comencé hacer radio (un programa deportivo) con unos amigos, en la emisora que tenía José Alberto «Cacho» Montenegro, junto a la estación de servicio en calle Beltrán. De ahí, por invitación de Mario «Sanjua» Quiroga, terminé haciendo el noticiero en la radio de Sales. De eso, ya han pasado veintidós años», recuerda. Mientras nuestro operador, Gabriel Paredes, quién fuera también el suyo por años, nos precisa que en realidad son veintiséis.

En fin, años más años menos, la historia de este amante del micrófono nos conmueve. Reconocer su trayectoria; recordarlo con el periódico bajo el brazo en épocas de árboles desnudos, esperando que el reloj indicara las siete de la mañana, nos muestra el compromiso por mantener informada a la comunidad.

«En el programa leía el diario, para que todo aquel que no podía acceder a tenerlo por una cuestión económica o por vivir en zonas retiradas al centro del departamento, estuviera informado», nos cuenta. «Los docentes esperaban el bloque de los educacionales para encontrar empleo y las mujeres llamaban para que saludara a su esposo, hijo o familiar en el día de su cumpleaños». «También, nos tocaba solicitar dadores de sangre para cierto vecino e incluso comunicar el fallecimiento de algún otro», expresa con la mirada fija en retrospectivo.

La charla sigue su curso y con cada respuesta se abre una puerta hacia aquellos tiempos que solo volverán a través de las evocaciones.
Horacio nos relata su historia. Al mismo tiempo, la charla dispara hacia otros temas: medios masivos de comunicación, nuevas tecnologías, cultura, educación y relación docentes-padres e hijos.

Hablamos de los valores. Los que se aprenden y ponen en práctica, como también los que se pierden con el alboroto de los tiempos modernos.

El estudio de la radio parece atrapar cada palabra que «Pocho» expresa. Nos envuelve por momentos todo el ruido del silencio. Las pausas que provocan los suspiros entrelazados con la nostalgia, dejan entrever el nudo que enmudece las gargantas.

Como cada etapa en la vida de una persona, el programa va encontrando su cierre. La alegría y emoción nos invade. A menudo, es perfecto toparse con lo conocido para descubrir todas las veces que miramos sin mirar y oímos sin escuchar. Al «Pocho» lo conocemos todos…y a su vez cuanto nos queda por aprender de él.

Mediante esta entrevista supimos que, ni bien se retire para siempre de los micrófonos (en unas semanas); continuará aportando a la cultura local desde su faceta de escritor. Anhela editar un libro de historia local destinado a lectores infantiles.

Simplemente GRACIAS por regalarnos su tiempo, pero sobre todo su dedicación… trabajo y pasión en cada proyecto que emprende.

Toda nuestra admiración para Ud. Don Quiroga.

Y como diría Pocho: «COMO VINIMOS NOS VAMOS…CON MÚSICA»… (Que siga sonando)
*Escuchá la entrevista en: fan page «más allá de las palabras» o en Periódico El Despertador WEB.


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